Washington, julio 30 - Casa Blanca implora al portal web Wikileaks no filtrar más documentos sobre guerra en Afganistán. Dice que la vida del personal afgano que colabora con las tropas y la seguridad nacional peligran.
Así lo afirmó este viernes el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, en una entrevista concedida al programa 'Today', de la cadena NBC.
Según Gibbs, la filtración del domingo de la página web, opositora al gobierno, ya ha puesto en peligro las vidas de personal afgano que trabaja con las fuerzas estadounidenses en ese país.
Wikileaks publicó el domingo por la noche en su página de Internet la mayor parte de los documentos, bajo el título "Diario de la Guerra Afgana". Estos documentos abarcan desde enero de 2004 hasta 2010, según indica la organización.
Los talibanes, declaró el portavoz, han asegurado que buscarán a las personas nombradas en esos documentos para tomar represalias y la publicación de los cerca de 15.000 documentos adicionales que el creador de 'Wikileaks', Julian Assange, asegura que tiene, sólo agravaría la situación.
La Casa Blanca, declaró Gibbs, "sólo puede implorar a la persona que tiene los documentos que no cuelgue más en Internet".
Desde la publicación de la información, en su mayor parte informes de campo de los soldados estadounidenses, el Gobierno estadounidense ha reiterado que las consecuencias de la filtración pueden ser muy peligrosas, por cuanto se revelan nombres de fuentes, identidades de soldados y métodos operativos a los que los talibanes pueden acceder con facilidad.
El jefe del Estado Mayor Conjunto de EE. UU., el almirante Mike Mullen, aseguró el pasado miércoles que Assange podría tener ya las manos manchadas de sangre de soldados estadounidenses y de personal afgano.
El secretario de Defensa, Robert Gates declaró: "Las consecuencias en el campo de batalla de estos documentos son potencialmente graves y peligrosas para nuestras tropas, nuestros aliados, y socios afganos y podrían dañar nuestras relaciones y reputación en esa parte clave del mundo".
El Pentágono ha abierto una investigación, en la que participa también la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) para identificar a la persona que filtró los documentos a Assange.
Según ha revelado el Pentágono, el principal sospechoso es el analista de inteligencia del Ejército Bradley Manning, de 22 años, quien ya se encontraba detenido en una base militar en Kuwait tras otra filtración en mayo y ha sido trasladado a otra prisión en Virginia.
Al tiempo que Gibbs efectuaba sus declaraciones, en Afganistán se informaba de la muerte de tres soldados estadounidenses, que eleva la cifra de bajas de estas fuerzas en el país asiático a 66 este mes, el número mensual más alto desde que comenzó la guerra en octubre del 2001.