19 de octubre de 2010.- Arturo Cubillas fue
implicado en una causa de terrorismo por un juez español, de acuerdo con las
declaraciones ofrecidas por dos
presuntos militantes de la ETA,
que estuvieron incomunicados durante los cinco primeros días de su detención
En sus declaraciones ante la policía, estos ciudadanos españoles sospechosos de actos terroristas, implicaron a Cubillas de haberles dado entrenamiento militar en Venezuela. Declaraciones que luego fueron negadas cuando tuvieron la oportunidad de presentarse ante un juzgado que les ofrecía garantías legales y protección a sus derechos civiles.
—¿Quién es Arturo Cubillas?
—Arturo Cubillas es un venezolano de origen vasco, que llegó a este país como deportado político vasco. Posteriormente, con el transcurrir de los años adquirió la nacionalidad venezolana. Hoy es un ciudadano más de este país, que tiene derecho a trabajar, a opinar, a soñar, a ser solidario con quienes en cualquier rincón del mundo luchan por la soberanía, por la independencia de los pueblos y en ese otro mundo posible y urgentemente necesario.
—¿Qué sentido tiene la independencia del País Vasco en un tiempo en que los países de Europa más bien se están integrando?
—Si se repasa la historia de Europa, es fácil darse cuenta, es cuestión de números, pues actualmente existen muchas más naciones-estado que hace 30 años. Pero es que, además, independencia no es contraria a integración, al contrario. La única forma posible de integración entre los pueblos es a través del respeto a la identidad y los derechos de cada pueblo. La integración sólo puede ser entre iguales, si no no es integración, es imposición. Eso sucede en Euskal Herria (País Vasco), donde dos imperios, el español y el francés imponen por la fuerza su cultura y sus leyes. No es muy diferente lo que sucede en Euskal Herria, a lo que padece el pueblo palestino. ¿Tiene el pueblo palestino que “integrarse” en Israel para poder vivir en paz?
—¿No es suficiente el nivel de autonomía que tiene actualmente?
—Sólo el Pueblo Vasco debe responder a esa pregunta. De eso se trata, de que se le reconozca al pueblo vasco el derecho a decidir su futuro. No se trata de que nos den autonomía o independencia o un estado federal. Se trata de que Euskal Herria tenga derecho a decidir su futuro y que su decisión sea respetada por los estados español y francés. Se trata de que los estados respeten el derecho de los pueblos a ser libres y dueños de su futuro.
—¿Cómo ve el movimiento por una mayor autonomía que ha venido tomando cuerpo en otros lugares de España, como por ejemplo en Cataluña?
—Cada pueblo tiene el derecho de decidir qué camino quiere recorrer y cómo va a hacerlo. Por cierto, no veo a Cataluña como “otro lugar de España” sino como un pueblo sin estado que como Euskal Herria lucha por recuperar su soberanía.
—¿La lucha por la independencia puede llevarse adelante por medios pacíficos?
—Yo formularía la pregunta de otra forma ¿Hay condiciones para que el pueblo palestino llegue a la independencia sólo por medios pacíficos? ¿Y el pueblo vasco? ¿Y el pueblo kurdo? Una buena pregunta para que la responda el gobierno español sería: ¿Aceptarían ustedes la independencia de Euskal Herria si el pueblo vasco así lo decide?
En Euskal Herria la izquierda independentista está ilegalizada, se han cerrado dos diarios, una radio y dos revistas quincenales de periodismo de investigación. Se han ilegalizado organizaciones juveniles y de derechos humanos, se encarcela a los abogados de los presos políticos, se tortura a los detenidos, se secuestra y asesina a militantes vascos. Esa es la realidad que vive Euskal Herria, no la que cuenta El Mundo, El País, ABC o la televisión española. No somos los vascos los que introdujimos la violencia en el conflicto que nos enfrenta con el estado español, sino el Estado español que ocupó nuestro país por las armas.
—¿Cree en la lucha armada?
—Creo que cada pueblo tiene el derecho a utilizar las formas de lucha que crea necesario para liberarse hace 200 años y ahora. De todas formas creo que es un grave error que se plantee como si fuera una dicotomía: lucha armada si o no. ¿Tú crees que la resistencia en Europa tenía derecho a enfrentarse a los nazis con las armas? ¿Tiene derecho el pueblo iraquí a resistir con las armas la ocupación yankee? ¿Tenía derecho el pueblo sudafricano a enfrentarse al apartheid? ¿Tiene derecho el Pueblo Palestino a resistir la ocupación israelí? Estoy seguro que ningún pueblo recurre a la lucha armada por placer.
Lo que si te puedo decir es que me gustaría creer en un mundo en el que los estados respeten todos los derechos de todos los pueblos. En el que los países inviertan sus presupuestos, y lo que gastan en armas y en reprimir a sus ciudadanos en salud, alimentos, educación. Si esto fuera así, seguro que tu pregunta no sería necesaria.
—¿Las agencias internacionales dicen que usted fue deportado a Venezuela luego de fracasadas las conversaciones de Argel entre ETA y el gobierno español. ¿Por qué fracasaron?
—Por lo mismo que han fracasado todos los intentos de ETA, de superar la fase de enfrentamiento armado porque el estado español siempre ha ido a esas conversaciones sin las ganas ni la capacidad política necesaria para dar ese paso. El gobierno español, no importa sea del PSOE o del PP, sigue apostando única y exclusivamente a la vía represiva.
Según el ex canciller venezolano para la época, Enrique Tejera París, no existe ningún documento que certifique el acuerdo suscrito entre España y Venezuela para su deportación a Venezuela en 1989.
—¿Qué opina usted al respecto?
—No sé si existe acuerdo suscrito o no. Lo que si sé es que nosotros llegamos a Venezuela sin pasaporte, ni ningún documento en un avión Hércules de la Fuerza Aérea española, acompañados de policías españoles. En el aeropuerto nos recibió la Disip, que nos llevó a la Diex y nos dieron cédula de identidad. Evidentemente, cuando alguien entra a un país de esa manera es porque existe un acuerdo entre el país de salida y el de llegada.
—¿Cuáles fueron las razones de Felipe González para pedirle a Carlos Andrés Pérez que lo acogiera a usted y a sus compatriotas en Venezuela?
—Una buena pregunta para Carlos Andrés o para Felipe González, pero no creo que ninguno de ellos quiera responderla. En aquella época no eran un secreto los negocios entre el PSOE y AD. La venta de unos grandes almacenes en España, la compra de Viasa, negocios turísticos. En un libro titulado “Los Sueños de Bolívar en la Venezuela de hoy” se habla un poco de eso. No cabe duda de que lo que allí se dice se acerca bastante a la realidad. Por nuestra parte, no tenemos ninguna duda de que nosotros fuimos una parte de esos negocios.
—¿Cómo interpreta el silencio de Felipe González, Carlos Andrés Pérez y los ex cancilleres de Venezuela y España en torno a su caso?
—Si te soy sincero me importa bien poco que esos señores callen o opinen.
—Hace algunos días Felipe González desmintió que hubiera asistido al matrimonio del multimillonario mexicano Carlos Slim, divulgado por la prensa “seria” de España. Varios medios rectificaron. ¿Usted ha recibido un tratamiento similar?
—No y tampoco lo espero, ni me interesa. Prefiero revisar lo que digan diarios como Ciudad Ccs, el Correo del Orinoco. Como Gara y Berria (diarios de Euskal Herria), o la prensa alternativa.
Por cierto, seguro que si Felipe González no fue a esa boda es porque no le invitaron porque entre ese tipo de gente él se siente bastante cómodo (jeje).
--
end_of_the_skype_highlighting