10 de octubre de 2010.- La compañía Coca-Cola gasta 2.8 mil millones de dólares al año en publicidad para asegurar que su refresco sea visto como la bebida más icónica de EEUU – una bebida disfrutada alrededor del mundo, constructora de la paz virtual en una botella.
La compañía ha dedicado 124 años puliendo su imágen, pero solo le tomó 300 páginas al autor Michael Balnding para empañar ese brillo. En su nuevo libro, ‘La Máquina de Coca-Cola: La Sucia Verdad Detrás de la Bebida Favorita del Mundo’, Blanding detalla la sórdida historia de la compañía, desde el patentar experimentos de medicina hasta ser una gigante multinacional.
El libro abre con una página que revuelve el estómago sobre la descripción del asesinato de Isidoro Gil, un trabajador del sindicato que estab fijo en la entrada de la planta embotelladora de Coca-Cola en Carepa, Colombia.
Como describe Blanding luego en el libro, Coca-Cola fue acusada de ser cómplice en las muertes de miembros del sindicato en Sur América, quienes fueron asesinados por paramilitares. Algunas personas pueden ver esto como algo espeluznante. Saber que la Compañía Coca-Cola sea acusada de asesinato es como saber que San Nicolás es acusado de ser un pedófilo”, escribe Blanding en la introducción.
Pero a través del libro, él detalla las acusaciones en contra de Coca-Cola en el frente de los derechos humanos, explicando por qué la Coca Cola es vilipendiada en cualquier lugar del mundo.
En India y México, la compañía esta enfrentado un retroceso por acusaciones
de que sus plantas embotelladoras han agotado los acuíferos locales y han contaminado
fuentes de agua. En Turquía hay más cargos de actividad anti sindical, y en
EEUU y Europa, la gente esta harta de la publicidad para los niños de
Coca-Cola, especialmente en las escuelas, y están preocupados por el vínculo
que hay entre los refrescos y la obesidad.