Periodistas acreditados ante la Corte de Madrid revelaron que la invitación a Gustavo Cisneros a la boda del Principe Felipe con Doña Letizia había sido anulada por razones políticas.
Aunque en Palacio no se dieron explicaciones, en fuentes privadas se supo que la invitación fue anulada en vista de los compromisos de Gustavo Cisneros con grupos golpistas y paramilitares opuestos al Gobierno del Presidente Constitucional de Venezuela.
Gustavo Cisnero se jactaba de ser uno de los pocos venezolanos invitados a la boda real. Otro era Lorenzo Mendoza, dueño de empresas Polar, quien fue invitado por haber compartido aula universitaria con el principe Felipe.