La Habana, septiembre 19 - El presidente de Bolivia, Evo Morales, aseguró
que hoy es necesaria una revolución en las Naciones Unidas, la cual
ponga fin a la dictadura que representa el Consejo de Seguridad. En entrevista exclusiva con Prensa Latina durante la visita oficial que
realiza a Cuba, el mandatario criticó la resolución aprobada en marzo
último en esa instancia de la ONU que sirvió de sombrilla a los
bombardeos de la OTAN contra Libia.
"Qué Consejo de Seguridad,
yo diría que es un Consejo de inseguridad", exclamó Morales, tras
afirmar que esa agresión constituye una vergüenza para la humanidad.
El Presidente preguntó además qué clases de organismos internacionales
tenemos en el mundo, ante cuyos ojos se puede fraguar una embestida
bélica como la emprendida por la Organización del Tratado del Atlántico
Norte (OTAN) con Estados Unidos a la cabeza contra el país árabe.
El Consejo de Seguridad de la ONU lo integran 15 países, de ellos cinco
de forma permanente y con derecho a veto: Estados Unidos, Reino Unido,
Francia, China y Rusia.
De acuerdo con el mandatario boliviano,
tras sacar del poder a base de bombas al lider libio, Muamar El Gadafi,
ahora las potencias occidentales y Estados Unidos se pelean para ver
quién será el dueño de los pozos petroleros de Libia.
"Hay
muchos intereses de seguir acumulando el capital en pocas manos, en
manos de las oligarquías, de las transnacionales", precisó Morales.
Referente la necesidad de reformar las Naciones Unidas, y a la
incapacidad del organismo para defender el derecho internacional, el
jefe de Estado recordó además el irrespeto de Washington el pedido
mundial de que finalice el bloqueo económico, comercial y financiero
contra Cuba.
Desde 1992 en Naciones Unidas son sometidas a
votaciones resoluciones sobre la necesidad de poner fin a esa guerra
económica contra la isla, documentos que año tras año incrementan sus
votos a favor.
En 2010, 187 países respaldaron a Cuba, y solo Estados Unidos e Israel se opusieron al texto.
Washington "no respeta y las Naciones Unidas no hacen cumplir",
enfatizó el presidente boliviano, quien en los próximos días hablará en
el segmento de alto nivel de la Asamblea General de la ONU.
"No
tengo un discurso preparado, estoy pensando hacer algunas reflexiones
sobre la crisis del capitalismo, sobre las intervenciones inhumanas como
la de Libia", comentó el dignatario a Prensa Latina, al enumerar además
otros temas que abordará en Nueva York.
Hay una crisis
financiera del imperio, del capitalismo, y por tanto de Estados Unidos,
subrayó Morales, quien expresó preocupación por las agonías económicas
de Occidente y su repercusión en los países subdesarrollados.
En
opinión del mandatario, tras ver las protestas masivas en varios países
de Europa se preguntó si, a ese paso, las economías de los países del
Sur deban depender de los mercados del llamado Viejo Continente o del
estadounidense.
"Depender del mercado norteamericano y del
europeo, pienso que es un problema muy serio para los países llamados en
vías de desarrollo, los subdesarrollados.", indicó.
Al
respecto, abogó por regionalizar el mercado, bajo políticas de
solidaridad y complementaridad, y descartar totalmente las políticas de
competitividad.
"Este nuevo milenio no puede ser el milenio de
las oligarquías, las jerarquías, las monarquías (...) este debe ser el
milenio de los pueblos", afirmó, para destacar que una forma de vivir es
el socialismo comunitario, que -insistió- debe desarrollarse e
implementarse frente a la crisis del capitalismo.
En opinión de
Morales, Suramérica ha avanzado bastante en función de la integración
pese a las diferencias ideológicas de los gobiernos, ya que en cinco o
seis años se logró dar forma a la Unión de Naciones Suramericanas
(Unasur).
Puso como ejemplo de comercio de los pueblos en el
marco de la complementaridad, que Bolivia prefiere comprarle a Brasil
equipos de la industria tecnológica, como tractores, en lugar de
adquirirlos en Europa o en Estados Unidos.
A su vez, los países que producen ese equipamiento, pueden comprar los textiles que produce esa industria boliviana.
El Presidente destacó además el papel de Unasur contra intentonas
golpistas como la de 2008 en Bolivia, que pretendió sacarlo del poder,
al que había llegado en 2005 con el 53,74 por ciento de los votos.
"¿Antes qué se hacía en Suramérica?, cuando había algún problema, era
la OEA a nombre de Estados Unidos, o algún representante de Estados
Unidos quien iba a resolver esos problemas internos", apostilló.
Morales llamó la atención sobre la realidad de que cada país tiene sus
particularidades, pero los une la meta de liberarse culturalmente,
socialmente, y fundamentalmente en lo económico.
"Si no hay
liberación económica o financiera, seguramente vamos a caer en la
dependencia de esos mercados, y a veces esos mercados ni siquiera están
garantizados", consideró el mandatario.
Recordó que todavía
algunos países de Latinoamérica tienen bases militares extranjeras, en
particular de Estados Unidos. "Y en Bolivia nos hemos liberado de bases
militares", remarcó.
Acerca de la XVII Conferencia de las partes
de la Convención sobre Cambio Climático, a realizarse en diciembre
próximo en Durban, Sudáfrica, Morales puso en duda que en esa cita se
puedan resolver las diferencias entre los países desarrollados y los
subdesarrollados.
"Los enemigos de la humanidad están
identificados, es el capitalismo, el imperialismo, cómo cambiar eso, esa
es la batalla permanente", señaló, tras recordar la maniobra de Estados
Unidos y un grupo de países en Copenhague hace dos años para obstruir
cualquier intento favorable a un segundo período de compromisos del
Protocolo de Kyoto.
"Obama, entra por un agujero, hace su
intervención y se escapa por el mismo agujero, ni siquiera entra por la
puerta principal. Alguien tiene que escapar, el que ha hecho daño a la
humanidad, querían acabar con el Protocolo de Kyoto", así rememoró
Morales el episodio de Copenhague.
El mandatario aseguró estar convencido de que la Madre Tierra, el planeta, la naturaleza "es lo más importante".
"Por qué no debatir en las Naciones Unidas los derechos de la Madre
Tierra", al igual que se emitió la Declaración Universal de los Derechos
Humanos, preguntó el jefe de Estado.
Y es que el capitalismo no
entiende, quiere seguir destrozando el medio ambiente, y a cambio
-precisó- le concede bonos a los países subdesarrollados para explotar
sus recursos naturales.
"Es como mercantilizar, privatizar
nuestros bosques, en los países pobres de Suramérica", exclamó, al
tiempo que abogó porque los países de la Alianza Bolivariana para los
Pueblos de Nuestra América (ALBA) lleven de conjunto su postura a la
cita de Suráfrica.
"Antes de ir a Durban deberíamos reunirnos,
primero nuestros jefes negociadores en mesas de trabajo, y después los
presidentes, para llevar una sola voz y defender los derechos de la
Madre Tierra", consideró el estadista.
La alianza está integrada
por Venezuela, Bolivia, Cuba, Ecuador, San Vicente y las Granadinas,
Nicaragua, San Cristobal y Nieves, Dominica y Antigua y Barbuda.