Datos preliminares de la auditoría del referendo revocatorio presidencial venezolano no indican tipo alguno de fraude en los resultados oficiales que dieron la victoria al presidente Hugo Chávez.

Las conclusiones finales se esperan para hoy, después de que fuentes del autónomo Consejo Nacional Electoral (CNE) y de los observadores internacionales dijeron anoche que no habían encontrado irregularidades en la muestra aleatoria de 150 mesas electorales investigadas.

En un informe preliminar sobre la revisión, la rectora suplente del CNE, Tibisay Lucena, informó el jueves de que tras las primeras cuatro horas, sobre un 15 por ciento de las mesas auditadas, "no hemos sacado ni una sola papeleta que indique una irregularidad".

Tres horas más tarde, otras fuentes cercanas a la observación manifestaron a EFE que "no se detecta ningún tipo de fraude".

Las fuentes internacionales, que pidieron mantener el anonimato, añadieron que para entonces ya se había auditado más del 35 por ciento de la muestra aleatoria de 150 mesas electorales, de las 12 mil 358 que funcionaron en todo el país.

La directiva opositora venezolana, que rechaza el triunfo de Chávez en el referendo por considerarlo un "fraude", tampoco acepta esta nueva auditoría, en la que participa el CNE, la Organización de Estados Americanos (OEA), el Centro Carter (CC) y otras instancias.

Al finalizar la auditoría, los observadores internacionales pondrán fin a su labor en Venezuela, indicó Edgardo Rey, uno de los representantes de la OEA.

Las fuentes consultadas también desestimaron como inconsistentes las supuestas pruebas de fraude presentadas por la oposición venezolana.

En concreto, aseguraron que montones de supuestos sufragios hallados en diferentes lugares del país "corresponden a pruebas anteriores de las máquinas de votación, con la opción de 'arepa o cachapa' (dos tipos de pan) en lugar del 'si o no' a la revocación presidencial".

También negaron que el "software" de las máquinas tuviera un tope a la opción del "si", como aduce la oposición, "porque hasta el momento la contabilidad automática de los votos en las mesas auditadas ha coincidido con la realizada manualmente en las urnas".

La representante del CC, Jennifer McCoy, afirmó al inicio de la auditoría que ésta despejaría todas las dudas de los líderes de la coalición opositora Coordinadora Democrática, que fueron quienes pidieron a la OEA y el CC gestionarla, pero luego la rechazaron y la calificaron de "un nuevo fraude, una nueva burla".

Un comunicado de la coalición leído por el dirigente Jesús Torrealba cuando se cumplía la revisión dijo que con ella el CNE "se está auditando a sí mismo".

"Está en la misma circunstancia de pagarse y darse el vuelto", agregó al ratificar su rechazo a la revisión, que además de las máquinas abarca los votos físicos y las actas con los resultados.

A manera de respuesta a nuevas exhortaciones de McCoy para que cambiaran de opinión y se sumaran a la auditoría, la Coordinadora acusó al CNE y al Gobierno de utilizar a los observadores "como coartada" para darle "calidad" al resultado electoral.

La representante del Centro Carter indicó que si la auditoría detecta "algo significativo" serviría de base para iniciar un proceso judicial.

Pero el líder de la Coordinadora, Enrique Mendoza, ya anunció el miércoles pasado que no llevarán el caso ante jueces ni a ningún otro poder venezolano, porque "están bajo secuestro" del Ejecutivo.

Pese a lo dicho por Mendoza, uno de los partidos que integra la Coordinadora presentó ayer una denuncia por supuesto fraude contra el CNE ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que el mismo día declaró inadmisible un recurso privado similar interpuesto con anterioridad por dos abogados.

El juzgado de Sustanciación de la Sala Electoral del TSJ no lo aceptó porque "el recurso contencioso debe estar dirigido contra el acto concluyente del referendo, el cual no es el presente caso ya que el CNE no ha proclamado los resultados definitivos", argumentó.