El ingreso de Venezuela al Mercado Común del Sur (Mercosur) permitirá romper el círculo vicioso de competencia entre grandes empresas privadas de Brasil y Argentina que deja marginados a los pequeños países, sostuvo el sociólogo brasileño Emir Sader, secretario ejecutivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso).
“Venezuela tiene una visión de complementariedad, pero además, su incursión en el bloque regional rompe ese círculo vicioso de dos grandes países (Brasil y Argentina) y dos pequeños (Uruguay y Paraguay)”, explicó el sociólogo que visitó Caracas la semana pasada para participar en las actividades del XVIII Foro de São Paulo.
Se abren posibilidades en el Mercosur para pensar otras dimensiones de la integración, no solo de complementariedad, sino también en educación, cultura y comunicación que prácticamente no avanzan.
Sader cree que los planteamiento del Gobierno del presidente Chávez son viables, no cree que las grandes corporaciones de Brasil y Argentina se opongan. “Es viable hasta para el gran capital que América del Sur tenga un dinamismo económico. A todos nos interesa que no caigamos en la recesión. No es incompatible”, ratificó.
LO PENDIENTE
Ahora la primera tarea de los gobiernos progresistas es reaccionar frente a las presiones recesivas del centro del capitalismo, para mantener tasas de crecimiento que permitan obtener recursos para la ejecución de políticas sociales.
“No se puede renunciar a exportar soya. Aunque no resulte simpático es necesario fortalecer el desarrollo económico. La tragedia del mundo contemporáneo es que mientras el capitalismo muestra sus vísceras, hace un ‘striptease’ de sus límites, los procesos de cambio sufrieron un retroceso brutal. El fin de la Unión Soviética fue también el de la desmoralización del socialismo, del debilitamiento del movimiento obrero”, lamentó el sociólogo brasileño.
Hay que ganar espacios para disputarle la hegemonía al capitalismo. La reconstrucción del socialismo es un proceso largo que no se resuelve de la noche a la mañana, aseguró.
Sader manifestó que hay muchas tareas por hacer, como la recomposición del movimiento de los trabajadores, de las alternativas como el socialismo del siglo XXI que es un objetivo, un horizonte que está planteado. “El capitalismo no se va a acabar por sí solo. El modelo estadounidense está enraizando en la vida de la gente”, acotó.
El sociólogo aseguró que China está siguiendo el modelo consumista estadounidense y aunque reconoció que es necesario el desarrollo de las fuerzas productivas, planteó la necesidad de armonizarlas con la conservación del ambiente. “Son dos objetivos que están en pugna y pudieran verse como antagónicos pero lo importante es buscar el equilibrio entre ambos”, explicó.
Hoy por hoy, reactivar las economías es fundamental para que los gobiernos mantengan los derechos sociales. No se puede renunciar a los recursos de exportación, como la energía en el caso de Venezuela, ni desestimar la demanda de China.
América Latina ha sabido resistir a la crisis financiera que sacude a Europa, precisamente, “porque está combatiendo el modelo neoliberal y ha fortalecido sus procesos de integración. Hemos resistido a la crisis porque nos estamos uniendo. Si tuviéramos tratados de libre comercio con Estados Unidos estuviéramos todos jodidos. El intercambio con China y entre nosotros ha sido muy importante”.
CAMINO EQUIVOCADO
El intelectual brasileño recordó que Latinoamérica vivió un crisis similar a la europea y la superó “porque el Estado pasó a ser garante de las políticas sociales”. Cree que el Viejo Continente cayó en un camino equivocado, que hasta el mismo Barack Obama tuvo que disuadirlos para que cambiaran de rumbo.
Alemania aceptó aplicar las medidas de rescate de España a regañadientes, porque la derecha europea percibió que iban perdiendo elecciones, como sucedió en Francia. “Se dieron cuenta de que no es solo el tema económico, sino el electoral. Todo lo que se personifica en el paquete económico del Fondo Monetario Internacional pierde apoyo”, aseguró.
El capital financiero especulativo, los monopolios de la tierra y la dictadura de los medios privados de comunicación que hablan a nombre de los pueblos, son amenazas reales que es necesario enfrentar.
Sader detalló que otra de las tareas de los gobiernos progresistas es profundizar la unión para “reaccionar colectivamente e impedir que fuerzas extranjeras dividan al país”. Primero hay que lograr el apoyo de gran parte de la población y organizarla para que tengan formas políticas propias de actuación. Puso como ejemplo los recientes conflictos en Bolivia.
La izquierda debe impedir que estallen conflictos ecológicos como los registrados en el Gobierno de Evo Morales, aseguró. “Es necesario buscar soluciones negociadas que fortalezcan las reivindicaciones legítimas, pero que, a la vez, consoliden los gobiernos progresistas”, concluyó.
PROMOVER LA INVESTIGACIÓN
El Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso) es una institución internacional no gubernamental, creada en 1967 y que mantiene relaciones formales de consulta con la Unesco.
En la actualidad reúne un total de 324 centros de investigación y programas de docencia de grado y posgrado en Ciencias Sociales en 25 países de América Latina y el Caribe, Estados Unidos y en Europa.
En América, Clacso dispone de 140 centros de estudio. También cuenta con 27 grupos de trabajo sobre temas estratégicos de políticas públicas y pensamiento crítico.
En la página www.clacso.org se encuentra una biblioteca virtual de libre acceso, en la cual se registran diariamente 40 mil textos: 1,2 millones al mes. “El conocimiento es patrimonio público, no puede ser privatizado por algunos”, reflexionó el sociólogo.
T/ Manuel López