San Juan, noviembre 7 - Por cuarta vez en su historia, Puerto Rico (Estado Libre Asociado de Estados Unidos desde 1952) decidía ayer en un referéndum no vinculante su soberanía.
Los boricuas no sólo eligieron ayer a su gobernador, su máximo representante, sino que también respondían a dos preguntas. La primera: "¿Está de acuerdo con mantener la condición política territorial actual?"
A los descontentos, se les preguntaba entonces qué estatus se quería tener. Incorporarse como un estado más de Norteamérica, seguir igual o la independencia.
A la primera pregunta del plebiscito -“¿Está usted de acuerdo con mantener la condición territorial actual?”--, 53,62% de los electores de poco más de 1,2 millones de sufragios válidos respondieron “No”. Y a la segunda pregunta --“Conteste cuál de las siguientes opciones no territoriales usted prefiere: Estadidad, Independencia, Estado Libre Asociado Soberano”-- el 62,32% de los puertorriqueños votaron a favor de la estatidad. Dicho de otro modo: a favor de que Puerto Rico deje de ser un Estado Libre Asociado, dependiente de Estados Unidos, y se convierta en el Estado número 51 de la Unión. En tanto, 32,71% eligió la opción de que la isla fuese un Estado Libre Asociado Soberano, y el 5,2%, estuvo de acuerdo con que Puerto Rico fuese una nación completamente independiente.
La de ayer era la consulta que se hacía a la población, desde que Puerto Rico se convirtió en Estado Libre Asociado en 1952, acerca del tema del estatus político. Nunca antes, en los plebiscitos de 1967, 1993 y 1998, se impuso la incorporación a Estados Unidos como opción. El resultado, sin embargo, no implica mayores consecuencias jurídicas.
La última palabra acerca del cambio de estatus de Puerto Rico la tendrá el Congreso de Washington, que deberá ponderar las consecuencias económicas que acarrearía la incorporación de la isla. Las cifras de desempleo y pobreza no ayudan a que se tome en cuenta la opinión de los electores: el paro en la isla se calcula en 13,6% y el ingreso per cápita anual es de 15.203 dólares anuales, que representa menos de la mitad del ingreso en el Estado más pobre de la unión.
Puerto Rico
pertenece a Estados Unidos desde 1898, cuando fue arrebatado
militarmente (y posteriormente adquirido) a España. Los puertorriqueños
son ciudadanos norteamericanos desde 1917, pese a lo cual no tienen
derecho a voto en Estados Unidos, a menos que residan en este país.
No
obstante, los puertorriqueños sí se encuentran bajo la jurisdicción de
los jueces federales norteamericanos e incluso, cuando todavía había
servicio militar obligatorio, fueron reclutados a la fuerza por el
Ejército estadounidense para participar en guerras aprobadas por un
Congreso a cuyos miembros no habían podido votar.
La isla recibió
el estatus de Estado Libre Asociado de Estados Unidos en 1952. En las
tres votaciones celebradas desde entonces sobre el estatus (1967, 1993 y
1998), los habitantes de Puerto Rico habian rechazado tanto la pertenencia
total a Estados Unidos como la independencia.