Caracas, 25 de noviembre de 2012- La Policía Nacional Bolivariana (PNB), junto a consejos comunales y pueblo en general, inutilizó este domingo nueve armas en el sector Las Casitas del barrio Carpintero de Petare, municipio Sucre del estado Miranda, como parte de la política de desarme que adelanta el Gobierno Nacional.
El viceministro del Sistema Integral de Policía, Luis Fernández, indicó que en cumplimiento del decreto de inutilización de armas aprobado en octubre pasado, la PNB "ha generado un protocolo de inutilización semanal".
En declaraciones a Venezolana de Televisión (VTV), Fernández explicó que las armas "fueron recuperadas en esta zona y sometidas a pruebas conexas y demás pruebas de reconocimiento para posteriormente ser enviadas a la Dirección de Armas y Explosivos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), a los fines de su destrucción".
En el acto estuvieron presentes consejos comunales y el pueblo en general "a fin de estimular los niveles de confianza en los cuerpos de seguridad", agregó el viceministro, tras destacar que la industria militar venezolana "se está ubicando en la vanguardia en todo lo que tiene que ver con los mecanismos de control de asignación y distribución de municiones".
Señaló que, a través de la Misión A Toda Vida Venezuela, el Estado ha iniciado "la adquisición de equipos y de tecnologías para ser incorporados en la Fuerza Armada, que nos permita individualizar la munición en el país", es decir que los funcionarios de seguridad, de la FANB y los particulares "estarán plenamente identificados y asociados a una munición a través de un serial".
En este sentido, puntualizó que este proceso se está desarrollando y "en los próximos meses estamos seguros de que vamos a distribuir a través de la FANB munición en el país que individualiza a cada uno de los usuarios: funcionarios del Estado o particulares que estén legalmente acreditados para usar munición".
Con la Comisión Presidencial para el Desarme, el Ministerio para la Defensa y la cartera de Interior y Justicia "se define una política de vanguardia en nuestro país en todo lo que tiene que ver con control de armas, municiones y desarme", añadió.
Asimismo, explicó que el proceso implica el control de fabricación, comercialización, mantenimiento, distribución y asignación de las municiones.
Esto, agregó, tendrá una repercusión importante "en el proceso de investigación penal, porque todas aquellas municiones que sean ubicadas en el escenario de un crimen van a estar asociadas a quien le fue asignada esa munición en el momento en que se comercializó".
