Caracas, noviembre 24 - "Maduro ha demostrado que es un timonel", afirmó el intelectual y escritor español, Ignacio Ramonet, en referencia a la ofensiva económica que impulsa el presidente de la República, Nicolás Maduro, ante la desestabilización que ejecuta continuamente la derecha contra el pueblo venezolano, especialmente en el ámbito económico con la especulación de precios y el acaparamiento de productos.
En una entrevista publicada este domingo en el diario Correo del Orinoco, Ramonet expone su análisis de la actual situación de la Revolución Bolivariana, así como la reciente aprobación de la Ley Habilitante, con la cual Maduro -con apoyo del pueblo- busca fortalecer la lucha contra la corrupción y defender la economía nacional.
Con las acciones económicas para proteger al pueblo de la usura y la especulación y la aprobación de la Ley Habilitante, el intelectual dijo que el Jefe de Estado ha detenido "en parte" el golpe de Estado silencioso de la derecha que ha emprendido un ataque "sin piedad" contra el proceso bolivariano.
Al resaltar que la Ley Habilitante es necesaria, Ramonet agregó además que la ofensiva de Maduro "ha sido una reacción que ha dado muestra de su nivel de liderazgo. Y esto yo creo que la oposición no se lo esperaba".
En la conversación con la periodista Vanessa Davies, el analista se refiere al apoyo popular a la acción gubernamental de intervenir comercios en los que la especulación alcanzaba hasta 1200%. "Yo diría que son medidas populares, que han sido acertadas", dice, tras señalar que en las largas filas también asisten electores de la derecha.
Ante la guerra económica, añade Ramonet, Maduro "se inspiró en Chávez e hizo una habilitante. Y hemos visto que por el momento está dando resultados".
Cumpliendo el manual de golpe silencioso
El escritor, quién visitó Venezuela para la presentación de su libro Hugo Chávez, mi primera vida, comentó que el presidente Maduro ha detenido en parte el golpe de Estado silencioso que la derecha venezolana realiza en fiel cumplimiento al manual de la norteamericana Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés).
"En parte se paró", afirma Ramonet, tras resaltar que probablemente la oposición no se lo esperaba debido a la actitud y acción de diálogo que caracteriza al presidente venezolano, por su experiencia de dirigente sindical y canciller. Sin embargo, Maduro "no ha hallado respuesta a esa buena voluntad", apunta el intelectual español.
"Lo que está pasando es de manual", insiste, al destacar el ejemplo del golpe de Estado contra el presidente chileno, Salvador Allende.
"En los meses y las semanas que precedieron al golpe de Estado, el 11 de septiembre de 1973, la ofensiva era muy semejante a la que se lleva a cabo hoy aquí", precisa, y de esta manera acota que el sabotaje en los servicios públicos, la especulación y el acaparamiento, son acciones para decir que la gestión de Maduro "es un gobierno que no sabe gobernar" o que está lleno de incompetentes.
Explicó que como en Venezuela no puede haber un golpe militar como en Chile, lo que busca la derecha y la burguesía es "crear las condiciones" para ganar las elecciones municipales del 8 de diciembre "y a partir de ahí de nuevo retomar el juicio de ilegitimar o deslegitimación del presidente Maduro", para ir luego a un referendo revocatorio.
"Es un golpe de Estado de nuevo tipo: institucional, como el de Paraguay", dijo en referencia al golpe parlamentario que derrocó al presidente Fernando Lugo, en junio de 2012.
Ramonet puntualizó que la oposición aplica la misma campaña que se hizo después de las elecciones venezolanas del 14 de abril, bucan el descontento popular -originado por la guerra económica contra el pueblo venezolano- y utilizarlo en contra del Gobierno Bolivariano.
Aún cuando mediante su poder mediático la derecha ha intentado adjudicar la culpa al Gobierno, el intelectual español señaló que el Ejecutivo ha demostrado que lo que ocurre en los comercios "es una especulación y es una subida de precios totalmente artificial".
Indicó que las acciones del Gobierno no pueden ser malinterpretadas como acoso a los comerciantes porque el Ejecutivo se ha encargado de explicar y demostrar que se trata es de tener precios justos y que la ganancia también debe ser justa y legítima, la cual se ubicaría entre 15% y 30%, margen que para Ramonet sigue siendo alto teniendo en cuenta que en las inversiones en caja de ahorros o los mercados financieros, en el mundo, las ganancias no superan el 17%.
El escritor español dijo que el presidente Maduro le preguntó ¿Cómo sería en Francia si ocurriese algo semejante?, "Y la respuesta que yo le di es que en Europa los primeros que se hubiesen quejado no es el Gobierno, sino las asociaciones de consumidores que hubiesen lanzado, probablemente, campañas de boicot de ese comercio".
"El aparato comercial está retirándole a los venezolanos lo que el Gobierno puede hacer como incentivo en materia de aumento de salario mínimo, aumento de pensiones, para seguir una inflación que está demostrando que es, en parte, superficial", agregó.
"Una revolución con ciudadanos consumidores"
El intelectual español advierte que la Revolución Bolivariana se enfrenta al reto de construir el socialismo en un país marcado por una cultura del consumismo, situación que se ha evidenciado estas semanas con las largas colas y el afán de adquirir electrodomésticos en los locales intervenidos.
"Entonces, ¿cómo articular socialismo y consumismo? Es muy complicado. Y no hay muchos ejemplos, esta es una revolución que está viviendo cosas nuevas", expresa Ramonet, al recordar que la riqueza de Venezuela rompe el molde, porque los procesos revolucionarios se han dado principalmente en países pobres.
"Es una revolución con ciudadanos consumidores, y que consideran que son ciudadanos en la medida en que consumen", agrega.
Ramonet señaló que es posible que ese consumo desmedido esté ligado a la desconfianza sobre el valor de la moneda nacional, el bolívar. "Claro si tu estás convencido de que tu moneda se derrite como la nieve al sol, tu interés es tener algo concreto que no se va a derretir", dice.
De esta manera, defiende la posición del presidente Maduro, quien insiste en robustecer la moneda nacional. "Él ha dicho 'queremos un bolívar fuerte', y tiene razón. El día en que la gente tenga un bolívar fuerte no se va a a precipitar a comprarse la segunda nevera, sino que va a meter el dinero en el banco".