18-02-2014
El pasado 07 de febrero la Toyota lanzó el primer golpe público y abierto contra el gobierno después de años de confrontación a puertas cerradas, que no se daba a conocer abiertamente al pueblo venezolano. Muestra de ello es como el gobierno viene planteando desde hace más de cinco (5) años la idea de una ley que regule el mercado automotriz y fue el año pasado (2013) cuando decidió aprobar la propuesta presentada y defendida por el diputado Elvis Amoroso, que inmediatamente fue pasada al presidente Maduro y hasta la presente fecha no se conoce nada de ella. Sólo que a finales del año pasado se decidió sacar un decreto con rango de ley en virtud de los acontecimientos de acaparamiento del sector comercio que fue público. De inmediato se tuvieron innumerables reuniones con los gerentes automotrices donde se planteaba la solicitud de las estructuras de costo de estas multinacionales. A cambio, las respuestas del sector automotriz al diálogo sincero planteado por el Presidente Nicolás Maduro ha sido cerrar el año con una caída del -31% de la producción, y lo que no sabe el gobierno es la política de desprestigio contra el proceso revolucionario y la descomposición impulsada desde las gerencias de las empresa hacia los trabajadores, en la búsqueda de socavar la moral revolucionaria.
Es importante que el presidente reflexione sobre el papel imperialista que juegan las trasnacionales automotrices y sus lacayos del sector autopartes. Ellas siempre han estado claras y decididas en sus posiciones y planteamientos. Un ejemplo lo dejó ver uno de sus voceros en el país, el vicepresidente de la Federación Nacional de Distribuidores de Automotores, José María Sanabria, fuente: (Caracas, 19 de enero – Noticias24), cuando realizó comentarios tales como: mayor licencia para importar, más divisas y de manera efectiva, retomar las política de estímulo para el sector, aumento de la gasolina y control sobre los trabajadores que supuestamente son los responsables de la situación que la industria vive.
Camarada Nicolás Maduro, usted tiene el deber de escuchar también a los trabajadores, demostrando en la práctica aplicar el legado del comandante Chávez, cuando dijo: “aquí los que mandan y van a mandar son ustedes los trabajadores”. No se pueden cometer los errores de pasado –como en el caso MMC Automotriz S.A (MITSUBISHI) en el año 2009 – menos en estos momentos con la situación por la cual estamos atravesando de guerra y saboteo económico, manifestada por el gobierno en estos últimos años, pero denunciada por los trabajadores del sector automotriz y autopartes desde el año 2007. Ejemplo de esto fue el silencio impuesto a la toma de la empresa VIVEX por los trabajadores, y despedidos políticos a los dirigentes sindicales de SINGETRAM trabajadores de Mitsubishi, por petición de la multinacional después de anunciar un paro parecido al de TOYOTA. La verdad se puede ver en este video http://www.youtube.com/watch?v=LgKBr-9SWgI
Planteamos reflexionar sobre el video. Ahora en la actualidad, con esta guerra económica, ¿estará dispuesto este sector empresarial a cumplir con la “exigencia” del gobierno de entregar las estructuras de costos? A los trabajadores de MITSUBISHI le costó la vida de 2 trabajadores asesinados, 11 directivos sindicales, 23 delegados de prevención y 600 trabajadores despedidos, donde se utilizó todo el actual estado burgués ( jueces, organismo de seguridad, gobernadores, diputados) para silenciarlos. Queda claro y en evidencia algo que es muy importante: para construir el socialismo sólo se puede confiar en la clase obrera, la que ejerce realmente el control obrero dentro de las fábricas y que sólo le falta tener el poder político, que debe ser transferido por el gobierno bolivariano, llamándola a planificar una economía socialista para derrotar al capitalismo y sus lacras.
El ministro Rafael Ramírez debe explicar mejor sus declaraciones con respecto a la situación de Toyota cuando expresó lo siguiente “El Gobierno ha detectado que empresas trasnacionales se endeudan con sus casas matrices y a través de esa deuda les transfieren las ganancias”. Creemos que esto se traduce en la justificación que tiene los empresarios automotrices para solicitar divisas y desangrar al país, especulando con nuestros dólares en el mercado negro, quien controla la casa matriz, se pueden negar ellos de esa deuda o formar parte del negocio negro. ¿Quien asegura que la casa matriz no es cómplice de esta situación? Consideramos que ningún gerente de estos es capaz de asumir un riesgo de gran escala mundial y que hay que denunciar claramente que la especulación con los dólares es una política de las propias casas matrices.
Señores ministro y presidente, estas multinacionales nunca serán sinceras con ustedes. Recuerden todas las políticas que con el presidente Chávez se impulsaron hacia este sector automotriz desde el 2000 y en el 2008 cuando se plantea profundizar la producción de partes el país - hablando incluso de la producción de motores - Lo que ocurrió fue que la empresa Toyota desmantelo la línea que producía motores, desapareciéndola de inmediato, los trabajadores lo denunciaron y no fueron escuchados.
Como conclusión de todo lo anterior, los trabajadores del sector automotriz debemos salir a la calle y ponernos al frente de la lucha contra la especulación y el sabotaje por parte de las multinacionales, así como en defensa de nuestras reivindicaciones laborales y sociales (contrato colectivo, solución al problema de las enfermedades ocupacionales, etc). Llamamos a las direcciones nacionales y regionales de la UNETE y la CSBT y a la dirección nacional de la Federación de Trabajadores Automotrices (FUTAAC) a elaborar un plan de lucha y programa de los trabajadores para el sector automotriz debatirlo en asamblea con todos los trabajadores y organizar una movilización continuada de la clase obrera para luchar por este programa al tiempo que se lo presentamos al gobierno nacional.
Como primer paso los trabajadores del sector automotriz de la UNETE de Anzoátegui proponemos que se obligue a todas las empresas a abrir sus libros de cuentas y estructuras de costo a la fiscalización y control por parte de los trabajadores y del propio gobierno (INDEPABIS, SUDECOP o SUPERINTENDENCIA DE PRECIO JUSTO etc), que se formen en asambleas de trabajadores comités elegibles y revocables en todo momento para ejercer un control obrero real sobre lo que ocurre en estas empresas. Al mismo tiempo, el gobierno debe nacionalizar bajo control obrero este sector. Pero una nacionalización bajo control obrero de verdad, sin juntas administradoras que impongan decisiones burocráticas a los trabajadores, un control obrero en el que sean los trabajadores a través de delegados elegibles y revocables en asamblea –como planteó en su día el comandante Chávez cuando dijo que los trabajadores debíamos dirigir las empresas, los que organicen y planifiquen la producción en coordinación con el gobierno nacional. Y que esa medida vaya acompañada de un plan de inversiones para garantizar que las factorías automotrices del país (que hoy se dedican en su práctica totalidad a ensamblar) puedan producir para satisfacer las necesidades del país. Sólo organizando y movilizando a los propios trabajadores del sector e impulsando que estos desarrollen el control obrero y la lucha por sus justas reivindicaciones será posible derrotar el saboteo de las multinacionales y la patronal del sector.