La coyuntura política social que atraviesa Venezuela ha sido motivo de noticias a nivel nacional e internacional. Los últimos 15 días han traído zozobra e incertidumbre entre el pueblo bolivariano, sobre todo para quienes viven cerca de donde se ha desatado con mayor furia la violencia fascista. Ese es el caso de Christian Pereira, presidente de la FUTAAC y dirigente sindical de la corriente Marea Socialista, quien desde Valencia, Edo Carabobo, nos brinda sus impresiones sobre los últimos acontecimientos.
MS: ¿Qué opina de lo que ha estado pasando en las últimas semanas?
CP: Lo que te puedo decir es lo que he visto personalmente. En el estado Carabobo las guarimbas han tenido un nivel de violencia muy particular, claro, esto no se debe a que las protestas sean masivas ni mucho menos, ya que como ocurre en otras partes de Venezuela, solo se desarrollan en las zonas donde viven los sectores más pudientes. Sin embargo, lo que vemos es como una especie de acuerdo entre las alcaldías opositoras, la Universidad de Carabobo, empresarios encapuchados y la derecha más reaccionaria del estado para apoyar con todas sus fuerzas a estos grupitos fascistas. Eso es lo que hemos visto aquí, la parapolítica en su más alto nivel. Los enfrentamientos han sido más cruentos porque es por todos sabido y conocido que esos y que dirigentes estudiantiles son unos mafiosos que los han armados hasta los dientes. Claro que existe una base social descontenta, compuesta por un sector juventud que lamentablemente no se ha sentido incluida en este proceso que también es para ellos, pero no estoy de acuerdo que los usen, no estoy de acuerdo con esta violencia desatada con locura, sin objetivos.
MS: ¿El sector automotriz ha podido desarrollar sus actividades normalmente?
CP: Las actividades laborales han sido un poco irregulares. Ya desde el sector automotriz hemos venido denunciando la situación crítica en la que nos encontramos. Esto no ha cambiado mucho, si no que se sigue profundizando el peligro que corren nuestras reivindicaciones, y lo que es peor aún, nuestros puestos de trabajo. Esta situación le ha venido como anillo al dedo a la patronal automotriz, quienes siguen utilizando la crisis política para imponer unilateralmente paradas de planta, irrespetando a los sindicatos, en sus plan bajo la manga, prefieren no producir y esperar si el gobierno retrocede y cede a sus peticiones. Para los trabajadores, los últimos días más bien han sido de repliegue y discusión sobre las nuevas acciones que emprenderemos, no solo para exigir lo correspondiente al sector, sino para discutir y accionar en el ámbito político, que hoy se encuentra tan movido.
MS: ¿Qué opinas sobre los resultados recientes de la Conferencia de la Paz propuesta por Maduro? ¿Es una solución efectiva para salir de la situación actual?
CP: Por la experiencia que tenemos desde el sector automotriz, el hecho de que en estas primeras reuniones se escuche es a los empresarios me parece una mala señal. Nuestra Federación, una herramienta organizativa electa, legítima, que tiene que responder ante los miles de trabajadores automotrices, autopartistas y conexos, atravesando una situación tan crítica, reivindicándonos chavistas y revolucionarios, no hemos sido escuchados por nuestro gobierno en torno a nuestros reclamos laborales, el presidente obrero primero se sentó y escucho a las trasnacionales y a los golpistas que hablan de paz y siguen financiando y accionando en las guarimbas. Imagínate, convocar una instancia de tal importancia, como es la Conferencia de la Paz, en el marco de los últimos acontecimientos políticos y no convocar a los trabajadores. Creemos que es equivocado por parte del gobierno de Maduro pensar que la solución viene de la mano del empresariado. Quienes mejor lo sabemos somos los trabajadores, que sabemos que los empresarios lo único que quieren es obtener más ganancia al menor costo, que se flexibilice la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y as Trabajadoras, que se negocie la inamovilidad laboral y la retroactividad de las prestaciones sociales, entre otras conquistas. Lorenzo Mendoza fue claro cuando exigió dar respuesta al ausentismo laboral, esto no es más que un petitorio expreso para que el gobierno permita despidos en empresas donde ciertamente hay ausentismo pero producto de muchos enfermos ocupacional con ocasión al puesto de trabajo; además está comprobado que los empresarios no tienen ningún tipo de compromiso con el gobierno, ni con el país, ni con nada, solo con su riqueza.
MS: ¿Ni siquiera han sido convocados a las Conferencias Sectoriales de la Paz?
CP: Solo nos hemos enterado por los medios de comunicación que esas conferencias sectoriales ni siquiera tienen previsto reunir a los trabajadores. Se han anunciado la de los estudiantes, mujeres, artistas, pero no una de clase trabajadora. Aunque para la clase obrera estos escenarios son expresiones del estado burgués, de verdad que es preocupante esta omisión, que no sabemos si se hace a propósito o por olvido. Por cualquier razón es sumamente peligroso que esta orientación de las conferencias de paz se haga sin la base que históricamente ha apoyado el proceso. Que se llame tan insistentemente a la derecha y a los empresarios a sumarse, a hacer críticas, de hecho a hacer sus propuestas y que no se llame a los trabajadores con los reclamos, exigencias y propuestas que tenemos que hacer. Es realmente preocupante. Sin embrago insisto y pongo acento en que nuestra participación como clase obrera, con un presidente obrero no merece ser ignorados, pero tampoco queremos un espacio en donde la revolución tenga que conciliar con la derecha, el capitalismo y los patronos, es decir los que promueven y apuestan a la liquidación del gobierno de Maduro y de la Revolución Bolivariana.
CP: Creo que los trabajadores y trabajadoras, además de los sectores populares y campesinos, quienes sufrimos cuando queremos ir a laborar, a comprar alimentos y medicinas, o a ejercer nuestro derecho constitucional a transitar libremente por el país, no podemos seguir bajo el muro de contención que nos tiene la dirección política de este proceso a través del llamado de paz. Más bien creo que más temprano que tarde pudiéramos pagar caro el mantenernos desmovilizados. No es eso lo que nos enseñó el comandante Chávez y por ello cuando tuvimos que defender a Chávez y la Revolución le dimos un 13 de abril al 11 de abril. Creo que en estos momentos difíciles el gobierno debe retornar a sus orígenes, fortalecerse en sus bases y enriquecerse en el debate revolucionario y crítico de las bases que les sostienen, buscar en el análisis científico, político de quienes queremos que la revolución siga y lleguemos al punto de no retorno que hablaba el comandante Chávez. Estamos de acuerdo en que como demócrata escuche a los sectores minoritarios del país. Pero con la derecha y con los empresarios quisiéramos que desde ya se aplicasen los principios de soberanía y seguridad alimentaria que se aplican muchas veces para acabar con conflictos laborales. Los trabajadores automotrices vamos a defender nuestras conquistas sociales y los beneficios que ha obtenido la clase obrera en este proceso revolucionario. Por ello vamos a ampliar esta discusión con todos los sectores y vamos a exigirle al gobierno de Maduro el Golpe de Timón para profundizar la revolución…
