Martes, 14 de octubre de 2014.- El pueblo dolido manifestó distintas opiniones, algunas de ellas controversiales, en el acompañamiento de los cuerpos de Robert Serra y María Herrera desde La Asamblea Nacional hasta el Cementerio General del Sur.
Dolor, rabia y sed de justicia.
Caracas despidió a uno de los suyos, quien aun cuando nació en otras tierras, fue adoptado por esta bulliciosa y saturada ciudad, quien se había acostumbrado a su presencia vibrante y a su constante andar de arriba para abajo, siempre ayudando, siempre presto a oír y a la respuesta rápida y precisa.
Hasta siempre camaradas.
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