Caracas, febrero 2 - Aquel 02 de Febrero de 1999, el Comandante Hugo Chavez prometió sobre la “moribunda” constitución transformar el modelo político excluyente que reinó en Venezuela durante años, para darle verdadero poder al pueblo.
“Juro delante de Dios, de la Patria y de mi pueblo que sobre esta moribunda constitución haré cumplir e impulsaré las transformaciones democráticas necesarias para que la República tenga una carta magna adecuada a los nuevos tiempos”, extracto del juramento en el acto de toma de posesión de la Presidencia 1999.
Fue allí en el salón elíptico del Palacio Federal Legislativo, cuando nace un nuevo proyecto de país, surge el ideal de Gobierno Bolivariano bajo un proceso de Revolución política necesaria ante la inclemente crisis moral, ética, social y económica que hundía en la miseria a los venezolanos.
Describía el Comandante Chavez que para cuando recibe el sable de mando en la Academia Militar de Venezuela, de manos del ex Presidente Carlos Andrés Pérez, “ya comenzaba a oler mal en Venezuela. 5 de julio 1975, era el inicio de una crisis ética y moral más profunda que el cáncer, por quienes manejaban el país sin pensar en el clamor popular”, dijo.
Entre en un mar de reflexiones el recién proclamado Presidente llamaba a los curules a reconocer sus errores y a unirse en la lucha por rescatar del pantano a una Venezuela que día a día se hundía más. Hugo Chávez intentaba entender cómo en el país existía un índice de pobreza del 80%, cuando que Venezuela tenía y tiene tantas riquezas. “Aquí se evaporaron 15 planes Marshall con el que se hubiese podido reconstruir Europa 15 veces”, indicó.
“Lo que no hizo Simón Bolívar, aún está sin hacer (...) hay que buscar en las raíces de nuestra existencia la fórmula para salir de este terrible laberinto, abrir la puerta para una nueva existencia nacional (...) mientras no curemos ese mal seguiremos hundiéndonos”, aseguró el Comandante.
Ese impulso “del falta por hacer” llevó sus reflexiones de izquierda a todos los venezolanos, donde planteó en cada comunidad su proyecto de desarrollo integral, que en el fondo no era más que el mismo sueño bolivariano.
Ante la victoria electoral Chavez comprendió que era necesario darle cauce a ese movimiento revolucionario que él mismo gestó, y que gracias al pueblo que recuperó, por sus vientos esperanzadores, su propia acción y conciencia sobre sí mismo. Su mensaje logró el despertar de los humildes y la resurrección de un pueblo abandonado, a quien la élite capitalista le habría expropiado su derecho a la vida.
“Estamos saliendo de la tumba. Ya basta de dar tumbos con planes de gobierno, nosotros hemos planteando un proyecto de desarrollo integral por una Venezuela verdadera, una Democracia verdadera en lo político (...) Afinemos el rumbo para darle a nuestros hijos y nietos la Patria que hoy no tenemos”, exclamó.
Aquel juramento, fue un pacto de vida que el Presidente Chávez asumió con Venezuela, pues se comprometió a transformar el modelo de Gobierno, depurando la conducción burgués de las instituciones.
Pues, era vital devolverle al pueblo los espacios ocupados por las élites, para que ejercieran su voluntad absoluta, tal como reza una célebre frase del Libertador Simón Bolívar y que citó al inicio de su sentido discurso: “dichoso el ciudadano que bajo el escudo de las armas de su mando, convoca a la soberanía nacional para que ejerza su voluntad absoluta”(...) Yo no tengo glorias, lo que tengo son ganas de ser útil” Presidente Hugo Rafael Chavez, acto de Toma de Posesión Presidencial 02 de Febrero de 1999.
