Más de 15 toneladas de tomate y pimentón produce el pueblo en Base Agrícola de El Junquito

Trabajan para crear el primer Banco Semillero de la Gran Caracas.

Trabajan para crear el primer Banco Semillero de la Gran Caracas.

Credito: CiudadCCS

5 Feb. 2016 - Atendiendo el llamado que hizo el Comandante Supremo de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, de poner manos a la siembra en las ciudades del país, la comunidad organizada del sector El Naranjal de la parroquia El Junquito, trabajó arduamente para concretar lo que tienen hoy: una gran Base Agrícola para la producción de hortalizas.

Este sueño socioproductivo que nació en 2013 con el apoyo de la Fundación Ciara, está constituido por dos casas de cultivos de 800 metros cuadrados cada una, que tiene capacidad para albergar 2 mil 250 bolsas para la siembra.

El Consejo Comunal El Naranjal y el Fondas, trabajan mancomunadamente para producir principalmente rubros delicados como lo son el tomate y el pimentón. Una vez cosechados, se venden a precios solidarios con la finalidad de contribuir con el combate a la guerra económica emprendida contra el pueblo venezolano por los representantes del capital burgués.

Adolfo Barrios, técnico de campo del Fondas, informó que la producción actual que desarrolla la Base Agrícola El Naranjal, está calculada dentro del Plan de los 100 Días para la Agricultura Urbana, anunciado por el presidente de la República Nicolás Maduro, que forma parte de la nueva etapa de la revolución económica de Venezuela.

"Anualmente alcanzamos la producción de 10 toneladas de tomate y 6 toneladas de pimentón, bajo un ciclo de cosecha de 6 meses. En estos espacios, también podemos sembrar lechuga, cebollín, cilantro entre otros cultivos, pero en vista de que los más demandados -–por su alto costo por lo de la guerra económica– son el pimentón y el tomate, nos decidimos por ellos", acotó.

Una vez culminada la cosecha, puntualizó Barrios, los rubros son expendidos directamente en la Base Agrícola o se organizan ferias de las hortalizas en el centro de la ciudad. Los recursos económicos obtenidos por la venta, son reinvertidos en insumos para repetir el proceso de siembra.

COSECHANDO FUTURO

Adolfo Barrios aseguró que la expansión y fortalecimiento de la agricultura urbana en cada rincón de la Patria, permitirá fortalecer el aparato económico del país. Considera que el modelo rentista petrolero irá desapareciendo poco a poco, si cada uno de los ciudadanos venezolanos toman conciencia y ponen manos a la siembra por la independencia alimentaria.

"Cuando nosotros comenzamos, muchos pensaban que esto nunca se iba a dar porque era imposible. Mira ahora, somos una base socioproductiva que contribuye con el desarrollo económico del país y que está dando la batalla para que el pueblo tenga sus rubros a precios justos", refirió.

La satanización de la agricultura urbana por parte de sectores políticos adversos al proceso revolucionario, definiéndola como una actividad tercermundista hizo que muchas personas se alejaran de esta maravillosa práctica legendaria. El vivir con gallinas en el techo, fue la frase sarcástica más utilizada por los politiqueros de oficio.

Sin embargo, tal como lo manifestó Barrios, es hora de masificar la actividad: "el momento histórico por el cual estamos atravesando así no los pide, es ahora o nunca. Nuestra meta es alcanzar la soberanía alimentaria", acotó.

LIBRE DE TRANSGÉNICOS

El Naranjal, se declaró como una Base Agrícola Socialista libre de productos transgénicos. Para la siembra de sus cultivos utilizan semillas de variedad e hibridas. Además, en cuanto al control de plagas y enfermedades de los cultivos suelen emplear agroquímicos de banda verde.

"Somos muy cuidadosos con los productos que utilizamos para el cultivo, ya que la salud del consumidor es lo primero para nosotros, no se trata de cantidad sino de calidad", expresó Adolfo Barrios.

Recordó que las plagas más frecuentes en las plantaciones de tomate y pimentón son los gusanos perforadores y minadores, así como el hongo folial; todos combatidos de manera natural. Al mismo tiempo, recomendó a las personas que desean incursionar en esta actividad –con huertos pequeños en casa o apartamento– a no preocuparse por este problema que solo se presenta en los grandes cultivos.

Barrios indicó que la Fundación Ciara y el Fondas, tienen las puertas abiertas para aclarar cualquier duda a la comunidad sobre el ABC de la agricultura urbana.

SUMANDO ESFUERZOS

Miriam Ramírez, vocera del Consejo Comunal El Naranjal, expresó que nunca imaginó incursionar en la actividad agrícola por desconocimiento del tema. Sin embargo, luego de un año y medio de práctica asegura que su vida tuvo un cambio significativo.

Para ella, la llegada de la Revolución Bolivariana hizo que lo imposible pasara a ser cotidiano a través de la incentivación de las comunidades para que asumieran las riendas del poder político.

"El que quiera cultivar puede hacerlo, cuenta con el respaldo del Ciara y del Fondas. Les recomiendo que se sumen a esta práctica maravillosa que permitirá entre todas las cosas que ahorren dinero en sus comunidades", enfatizó.

Refirió que cualquier espacio del hogar puede ser aprovechado para cultivar, utilizando diferentes técnicas de construcción de viveros. "Se puede sembrar en botellas, materos, en cualquier recipiente. Hagan la prueba, incluso pueden poner en práctica el trueke, que es el intercambio de rubros con sus vecinos", recomendó.

HACEN UN LLAMADO

"La idea inicial del proyecto, era crear una Base de Semillas Artesanal, pero como no teníamos la adecuación para el suministro de energía eléctrica, decidimos entonces constituir una base para el desarrollo de la agricultura urbana", informó el técnico Adolfo Barrios, quien viene trabajando con la comunidad de El Naranjal desde el surgimiento del sueño socioproductivo.

Por tal motivo, hizo un llamado a Corpoelec para que acelere el proceso de electrificación del sector para dar continuidad al objetivo de consolidar el primer banco semillero de la Gran Caracas.

"Para el tratamiento de las semillas requerimos del servicio eléctrico, debido a que el proceso es complejo, conlleva la implementación de maquinarias de refrigeración, necesitamos un banco de transformadores, esto nos tiene paralizados", aseveró.

Por su parte Miriam Ramírez, vocera del consejo comunal El Naranjal, enfatizó que la consolidación de la idea inicial, sería de gran ayuda –en estos momentos coyunturales– para surtir a los pequeños y medianos productores con un producto difícil de adquirir en el mercado capitalista.



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