El 18.6% serían casos de feminicidio como tal. .-
En noviembre de 2014, el femicidio fue tipificado como delito; no obstante, el miedo; así como la dependencia económica, son factores que influyen para que en muchos casos, las víctimas guarden silencio: silencio que a menudo las puede conducir a la muerte.
Para la organización Small Arms Survey, que comprende un estudio de feminicidios a nivel global, de 2004 a 2009, Venezuela se encontraría entre los 15 países con mayores casos de feminicidios en el mundo. Ante esta situación y en vista del aumento de las denuncias de violencia de género y hechos de sangre perpetrados contra mujeres, el Estado venezolano sacó a la luz la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, promulgada el 25 de noviembre de 2014, que tipificó el femicidio como delito en el país. “Se entiende por femicidio los hechos de violencia que terminan en el asesinato de mujeres por motivos estrictamente vinculados con su género; es decir, por el simple hecho de ser mujer”, reza el citado documento.
En este ámbito, la Fiscalía General de la República propuso la reforma de esta ley, para imponer penas de entre 25 y 30 años para quienes cometan femicidio.
Sin embargo, aunque no se cuente con cifras oficiales, la prensa nacional y regional sigue dando cuenta de que cada vez, más féminas mueren en manos del hampa o de sus propias parejas, en casos que por sus características, pudieran enmarcarse en esta ley.
En este orden de ideas, de acuerdo con el Informe Alternativo al Tercer Informe Periódico de la República Bolivariana de Venezuela, presentado al Comité del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, de mediados de 2015, “el país estaría en deuda en cuanto a programas de prevención, sensibilización y atención a víctimas”, en miras de coadyuvar a la eficacia de la referida ley orgánica del 2014. En este contexto, durante el 2015 se presentaron abominables hechos de violencia contra la mujer, en los cuales el amor –en muchos casos-se convirtió en una obsesión fatal.
Más de 500 femicidios. De acuerdo con información publicada por elestímulo.com, unos 516 casos de homicidios de féminas se registraron en Venezuela, de enero a julio de 2015. En este particular, reseñó la página Web que según un informe del Cicpc, Carabobo y el Distrito Capital encabezarían las cifras; seguidos por Miranda, Aragua y Zulia.
Otro aspecto importante que se deriva de este informe policial, tiene que ver con la naturaleza de los móviles en cada caso. En este orden de ideas, se estipula que 148 damas fueron asesinadas por alguna venganza; mientras que a 96 de ellas las mataron en medio de un conflicto pasional, que correspondería a violencia de género; es decir, 18,6% serían casos de feminicidio como tal. Los demás casos son atribuidos a causas por determinar y ajustes de cuentas.
En la nota en cuestión, por otra parte, se citan palabras del sociólogo Luis Cedeño, quien plantea la diferencia entre el femicidio y feminicidio: “Hay que hacer una diferencia entre el femicidio y el feminicidio; en el primer caso, es cuando se comete un asesinato contra una mujer; pero en el segundo es cuando a la víctima la matan por su condición de mujer. Son cosas distintas y que hay que establecer para entender el problema”.
Diciembre sangriento. Los últimos seis meses de 2015, la entidad tachirense fue protagonista en la palestra criminalística nacional, debido a varios casos de femicidios, sobre todo en el mes de diciembre, cuando cuatro mujeres fueron asesinadas por sus parejas. El martes 22 de diciembre, Lisbeth Josefina González Sleiman (40), fue atacada a cuchilladas por su cónyuge H. Pedraza (34); mientras se encontraba en su trabajo, en una venta de genéricos en Santa Eduviges de Táriba, municipio Cárdenas. El presunto homicida –quien le propinó a la dama unas 25 puñaladas- fue capturado por Politáchira. El móvil del caso se desencadenó, cuando al parecer Lisbeth le dijo que lo iba a abandonar.
El viernes 25, en horas de la noche, Jeniffer Steigger Parada Martínez (29) fue estrangulada por su pareja en la vivienda que compartían, ubicada en la carrera 5 con calle 8 del barrio Juan de Dios Muñoz, en El Palotal, jurisdicción del municipio Bolívar. Horas después del nefasto hecho, el homicida habría confesado el crimen, tras entregarse en la sede de Politáchira de San Antonio del Táchira.
El sábado 26 de diciembre, Jessica Raquel Durán López (26), TSU en Informática, fue asesinada y luego decapitada, y casi desmembrada por su pareja, en el apartamento que compartían en el edificio “Vianneiky Valentina” del barrio Las Flores de San Juan de Colón, municipio Ayacucho. Sus restos fueron hallados en la nevera, en lo que es catalogado como otro episodio dantesco en la historia criminalística regional. El domingo 27, Luceira María Chacón de Pérez (48), fue atacada de un balazo de escopeta por su pareja, en hecho acaecido en el barrio 12 de Octubre de Cordero, municipio Andrés Bello. Tras cometer el femicidio, el hombre optó por suicidarse, propinándose un tiro en la frente. Los casos son procesados por la Fiscalía correspondiente.
Se debe denunciar. La violencia a la mujer se manifiesta de varias formas; en este sentido, Griselda Barroso, defensora Delegada Metropolitana del Instituto Metropolitano de la Mujer, en una entrevista publicada por Notilogia.com a finales de noviembre de 2015, explica: “El femicidio se caracteriza por el desprecio al cuerpo de la mujer, por el odio. Hay una situación de control y dominio por parte del hombre, y por eso el cuerpo de la mujer queda golpeado y el rostro desfigurado por heridas, golpes, ácido o quemaduras. Por lo general, el hombre tiene una relación de confianza con la víctima o una relación de superioridad por jerarquía”. En este particular, apunta que es preciso que ante las primeras situaciones donde vea maltratada su integridad emocional, psicológica o física, la víctima acuda a los organismos correspondientes a formalizar su denuncia, lo cual puede ser la diferencia entre la vida y la muerte