HOMENAJE A LOS AUSENTES…
Clemente De La Cerda, el cineasta de la barriada
Este jueves 26 de mayo a las siete y media (7:30 pm) de la noche se estrena, en la sala de la Cinemateca Nacional (Plaza de Los Museos, galería de Arte Nacional) el documental Los Olvidados de Clemente, el cual versa sobre la vida y obra del fallecido cineasta Clemente de La Cerda; quien dirigiera en 1976 una de las películas más taquilleras del cine venezolano “Soy un delincuente”. El documental, de 53 minutos de duración y realizado por la joven videasta Andrea López, expone a través de fragmentos de películas, reseñas hemerográficas, entrevistas y audio del director, la violenta realidad socio-política venezolana entre las décadas de los sesentas y principios de los ochenta; así como sus incidencias en la anulación de la posibilidad de una industria cinematográfica nacional. El documental cuenta con la participación de Orlando Zarramera, Miguelángel Landa, José Jiménez, Rodolfo Santana, Rodolfo Izaguirre, Andrés y Esther de La Cerda; así como de los habitantes de la comunidad adyacente al Helicoide de San Agustín. Vale decir que Los Olvidados de Clemente fue merecedor del Concurso Nacional de Documentales “Yulimar Reyes” promovido por el Ministro de Estado para la Cultura y el CONAC en su primera edición. La proyección contará con la presencia de Orlando Zarramera, quien dio vida al personaje de Ramón Antonio Brizuela.
¿Quién fue Clemente de La Cerda?
Nacido en Chichiriviche, Edo. Falcón, en 1935, Clemente de la Cerda huyó a Caracas donde residió por largo tiempo en Propatria. De formación autodidacta realizó un promedio de catorce películas en veinte años, entre las cuales se cuentan las taquilleras: “Soy un delincuente” (1976) –la cual superó la taquilla de “Tiburón” de Steven Spielberg-; “Reincidente” (1977), “Los Criminales” (1982) y “Retén de Catia” (1984). También dirigió “El crimen del penalista” (1979) basada en el asesinato al abogado Carmona a manos del grupo parapolicial GATO comandado por el otrora jefe de la PTJ Manuel Molina Gásperi; y “Compañero de Viaje” basada en el libro del reconocido escritor Orlando Araujo. A pesar de haber luchado incansablemente contra la adversidad de los sectores intelectuales que calificaron su estética de “balurda” pues su obra siempre acompañó el sentir de las clases populares; y de producir películas en un contexto que careció de una ley cinematográfica, Clemente murió repentinamente a finales de 1984, luego de estrenar la comedia comercial “Agua que no has de beber”.