Caracas, 27 feb (PL) Lejos de un desaire, Venezuela recibe hoy con satisfacción la exclusión del país de la gira latinoamericana del presidente estadounidense, George W. Bush, que le llevará a México, Colombia, Brasil, Uruguay y Guatemala.
"Gracias a Dios", respondió el vicepresidente venezolano, Jorge Rodríguez, a un periodista que le preguntó sobre la no inclusión del país, mientras el presidente Hugo Chávez recordó los malos ratos del vicepresidente Richard Nixon en una visita a Caracas en 1958.
Aunque no está en el libreto, pocos dudan en Venezuela que un objetivo de la gira es tratar de aislar al gobierno de Chávez, convertido en punta de lanza de los sentimientos integracionistas de la región, un proceso visto con disgusto en Washington.
Sin embargo, en entrevista al diario El Universal, Rodríguez consideró que Bush recibirá un balde de agua fría en la mayoría de los países visitados.
Según su criterio, el actual proceso de América Latina provocará que la presencia del presidente estadounidense refuerce la posición de autodeterminación de los pueblos de la región. "Ya no somos el patio trasero de Estados Unidos y espero no lo seamos nunca más", apuntó.
En su programa diario Aló Presidente, Chávez auguró la víspera fuertes manifestaciones de repudio popular a la visita del mandatario norteamericano.
"Al Caballerito -dijo- le van a dar la bienvenida los sectores sociales. Una bienvenida de repudio, ojalá que no haya violencia".
El Jefe de Estado venezolano recordó al respecto los incidentes provocados en abril de 1958 durante la visita a Caracas de Nixon, entonces vicepresidente estadounidense.
En esa ocasión la presencia del enviado norteamericano provocó disturbios y manifestaciones contra su presencia, incluyendo el ataque al automóvil en que viajaba cuando visitó el Panteón Nacional que guarda los restos del Libertador Simón Bolívar.
"Le lanzaron huevos y ya iban a mandar 15 mil marines a rescatarlo", recordó Chávez, quien calificó a Bush de "el rey de los invasores y el rey de los mentirosos".
"Más allá de la bienvenida oficial brindada a todos los jefes de Estado, a Bush lo esperan manifestaciones que demostrarán el repudio de los pueblos latinoamericanos", apuntó.
Chávez, quien acusa al gobierno de Bush de intentar derrocarlo por cualquier medio, incluyendo el magnicidio, es objeto de la hostilidad de Washington desde el inicio de su triunfo electoral en 1998, con el planteamiento de posiciones nacionalistas.
La agresividad estadounidense se evidenció durante el golpe de estado de abril de 2002, que llevó a la expulsión posterior de la misión militar estadounidense en el país.
Asimismo documentos desclasificados estadounidenses demostraron el apoyo financiero del gobierno de Bush a la oposición venezolana.
La decisión de Chávez de emprender el desarrollo socialista en el país sudamericano y el impulso dado a los procesos integracionistas de la región, hacen prever un recrudecimiento de la hostilidad de Washington hacia Caracas.
En este contexto, para muchos observadores locales, uno de los propósitos implícitos en la próxima gira de Bush del 8 al 14 de marzo es intentar aislar a Venezuela y detener el proceso de integración regional, que amenaza su hegemonía en Latinoamérica y el Caribe.