Este 16 de Julio, falleció en Pehuajó a los 83 años, el dirigente trotskista Ernesto González. El mismo fue parte del equipo que junto a Nahuel Moreno (fallecido en 1987), lideró la corriente trotskista que un puñado de militantes iniciaron hace más de cincuenta años en la Argentina y que tuvo diversas denominaciones: Grupo Obrero Marxista; Partido Obrero Revolucionario; Federación Bonaerense del Partido Socialista (Revolución Nacional); Palabra Obrera (nombre del periódico); Partido Revolucionario de los Trabajadores, luego PRT “La Verdad”; Partido Socialista de los Trabajadores y finalmente, Movimiento al Socialismo.
Ernesto González, siendo muy jóven, conoció al grupo dirigído por Nahuel Moreno cuando finalizaba sus estudios de profesor de historia. Sin embargo, su compromiso con las ideas trotskistas pronto se convirtieron en un profundo acicate para reorientar su vida. Así ingreso a trabajar a los frigoríficos, haciendo sus primeras armas como activista del movimiento obrero. Otra parte destacada de su militancia, ya en la década del 60 fue el Norte Argentino, más precisamente Tucumán, donde desarrolló actividad en los ingenios azucareros organizando a los trabajadores, dictando cursos de marxismo a numerosos activistas del gremio.
Ernesto actualmente se encontraba dedicado a coordinar el trabajo que un equipo de compañeros viene realizando (que lleva editado 4 tomos), titulado El trotskismo obrero e internacionalista en la Argentina, trabajo con el cual trató de demostrar en base a documentos y testimonios, los esfuerzos en la construcción de la corriente en la argentina.
Fue también autor de “Ascenso y caída del peronismo” (1986) y “Qué fue y qué es el peronismo”(1974)
Ernesto González en el último período no integraba ninguna organización política trotskista. Sin embargo siguió activando social y políticamente, ya sea en la Asamblea de Villa Urquiza, siendo candidato en las últimas elecciones de Capital Federal, etc.
Es plenamente reconocido y respetado por su innegable honestidad, además de dedicar su vida a realizar esfuerzos permanentes y sostenidos para aportar a la transformación social (socialista) en nuestro país y en el mundo. Por su práctica internacionalista fue conocido en diversos países, especialmente España, país en el que residió durante la última dictadura militar de Argentina.
Por todo ello, pero por su espíritu solidario desprendido de cualquier mezquindad, también por su alegría y pasión, hoy lo extrañaremos mucho.
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