Naciones Unidas, 03 de agosto de 2007 / La República Bolivariana de Venezuela expresó ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) su preocupación por la dimensión de los efectos del calentamiento global y con la advertencia de que es el más grande desafío que enfrenta la raza humana, demandó el cumplimiento de los compromisos y obligaciones que los Estados asumieron en la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático y el Protocolo de Kyoto.
La preocupación venezolana, que se sumó a la inquietud de la mayoría de los países ante la proporción del problema, fue expuesta por el Viceministro de Conservación Ambiental del Ministerio del Poder Popular para el Ambiente, Miguel Rodríguez, durante el debate temático de la Asamblea General de la ONU sobre Cambio Climático como Desafío Global, que culminó este miércoles en la sede del organismo mundial en Nueva York.
Además del cumplimiento de las obligaciones y compromisos adquiridos, el funcionario venezolano exigió a aquellos países que se han mantenido al margen del proceso, que se sumen al esfuerzo mancomunado con la aplicación de políticas y correctivos ambientales que tengan plena armonía con la normativa y los principios acordados en la Conferencia de Río.
Alertó que "hoy, más que nunca, resulta necesario, imperioso y justo exigir que los países desarrollados que cumplan, de manera cabal, los compromisos establecidos en el Protocolo de Kyoto en cuanto a la reducción de gases de efecto invernadero".
Precisó que para la República Bolivariana de Venezuela la búsqueda de soluciones al problema del calentamiento global "está indefectiblemente vinculada al cambio de modelo de producción y consumo capitalista que ha privilegiado las maximizaciones de las ganancias, en lugar de las consideraciones humanistas relativas a la preservación del ambiente en beneficio de las generaciones presentes y futuras".
El Viceministro Rodríguez consideró que, como lo ha manifestado el Presidente Hugo Chávez Frías, "hay que explorar vías alternas centradas en el ser humano como sujeto y objeto de desarrollo, distintas al modelo de producción y consumo capitalista neoliberal, cuyo sistema económico y social excluyente, sigue privilegiando los intereses de las grandes empresas transnacionales en desmedro del bienestar colectivo de la humanidad".
Coincidió con delegaciones de otros países en el sentido de que preocupa a Venezuela cómo las naciones desarrolladas pretenden plantear una solución al problema climático en la cual priven las reglas del mercado, más allá que la importancia de la humanidad, "constituyéndose en la excusa perfecta de aquellos países con compromisos de reducción, para continuar emitiendo las mismas cantidades de gases de efecto invernadero o probablemente mayor, sin ninguna variación en sus patrones de producción y consumo".
Informó que, pese a que Venezuela no posee compromisos de reducción, el Gobierno Nacional se ha preocupado en adoptar un conjunto de medidas dirigidas a disminuir las emisiones producidas por el país, que alcanzan apenas el 0.48% del problema mundial.
Al hacer un balance de lo realizado hasta ahora, el Viceministro venezolano del Ambiente destacó que en junio de 2006, se puso en práctica la Misión Árbol, dirigida a alcanzar la reforestación de 150 mil hectáreas para el 2011, mientras que respecto de la Misión Revolución Energética, recalcó que el resultado obtenido hasta la fecha es la sustitución de más de 75 millones de bombillos incandescentes por bombillos ahorradores de energía.
El Viceministro Rodríguez hizo un llamado a la voluntad política, al considerar que la solución a la problemática climática mundial debe ir más allá de fijar plazos para tomar acciones. Añadió que "hay pueblos inmersos en la miseria, luchando contra el hambre y en espera de una justicia social plena".