Caracas, 16 Ago. ABN.- La coordinación entre el Ejecutivo Nacional y el Banco Central de Venezuela (BCV) para la estructuración de políticas económicas, como consecuencia de la eliminación de la autonomía del ente monetario contemplada en la propuesta de Reforma Constitucional, optimizará los efectos de tales medidas y contribuirá a que continúe el crecimiento económico del país.
Así lo aseveró el economista José Gregorio Piña, en entrevista realizada por la Agencia Bolivariana de Noticias (ABN), quien participó en la redacción del artículo 320 de la Constitución Bolivariana de Venezuela y, en virtud de ello, afirmó que se ha malinterpretado el concepto de autonomía allí establecido, ya que el mismo se refiere únicamente a las políticas del BCV, no para todo.
"Es positivo que haya una mejor coordinación como la que se está planeando, pero eso debe pasar porque haya una regla estricta en cuanto a la emisión monetaria, ya que si ésta se ejerce de manera irresponsable generará, como es lógico, efectos nocivos para la economía nacional", añadió.
En este sentido, Piña señaló que la influencia del Ejecutivo en la actuación del BCV puede, incluso, proporcionarle más flexibilidad y alcance a los procesos de conversión monetaria, ya que la normativa actual establece obligaciones, como la venta de dólares que debe realizar Petróleos de Venezuela (Pdvsa) con sus ingresos y la consecuente emisión de nuevos bolívares por parte del BCV.
"Es conveniente que exista una independencia en la política monetaria de la cambiaria y la fiscal, pero actuando coordinadamente, y la única manera de hacer eso es que el decisor sea el mismo, para poder manejar las distintas necesidades en función de la coyuntura", agregó el economista.
Asimismo, manifestó que el capital de la banca pública y fondos de desarrollo también forman parte de las reservas internacionales (que controla el BCV) y explicó que las mismas deben mantener un nivel mínimo adecuado, mientras el resto puede invertirse en programas sociales o de otro tipo, pero eso es posible si se independiza la acumulación de reservas de la emisión monetaria.
En cuanto a la existencia de alianzas similares en el exterior, Piña mencionó al banco central de Japón, el cual no sólo trabaja con el Ejecutivo de esa nación sino también con la empresa privada, a través de una planificación general de la política económica del Estado.
"La experiencia internacional, reflejada incluso en documentos escritos por estudiosos del Fondo Monetario Internacional (FMI), revela que aquellos bancos centrales, mas allá de que declaren legalmente su autonomía, han tenido mejor funcionamiento si trabajan coordinadamente con el resto del gobierno", añadió.
Refirió, además, el caso de Estados Unidos, donde el Sistema General de la Reserva, conformado por 12 bancos centrales (autónomos desde el punto de vista administrativo), se rige por la Junta de Gobernadores que, a su vez, es nombrada por el Mandatario de ese país, es decir, la política monetaria está bajo control del gobierno central.