“Si no fuéranos venío, no nos fueran agarrao” Atracadores de la Baralt

A quien pueda interesar: ¡Quieto ahí!

Inicialmente, este artículo se iba a titular “El quieto burocrático”, teniendo como tema a los ladrones de cuello blanco, pero como todo choro que se respete usa un nombre distinto del original; nos pareció muy pertinente este que finalmente usamos, porque además, el otro título mueve a pensar en un tema fofo, como jugar solitario o hacer el recuento de las novelas en un oficina pública.

El nuevo nombre es corto y conciso, y cuando viene acompañado por el cañón de una 9 o un 38 como tarjeta de presentación; no caben dudas: ¡T’as pega’o!... y tienes que bajarte de la mula. Pero esto es el pan de cada día, solo para el “hampa seria”, como diría un amigo ex presidiario y hoy flamante abogado, a quien llamaremos Larry; aprovechando esta vía para agradecerle sus aportes a este artículo.

Y no es que Larry se haya cambiado de bando y hoy juegue para el equipo de las “brujas” que debajo de un uniforme, detrás de una chapa o al frente de una oficina pública (a veces en posiciones de primer plano); cometen fechorías, amparados por un carnet, trabajando en la sombrita y sin posibilidades de una “caída”. ¡No! Hoy Larry es un servidor público, pero honesto, como lo fue cuando era “hampa seria”.

Las brujas que estamos llamando a capitulo aquí, son aquellas que no tienen el valor de enfrentar su condición de choros; que no son capaces de arriesgar audazmente su vida, al hacer un “trabajo” y que no han tenido que entrar al “coliseo” con un cuchillo en la mano, para dirimir quién es quién en la cana.

Estamos hablando del militar, o policía que roba, trafica, mata o bachaquea. De la secretaria que engaveta un documento, carta o expediente completo, cuando los interesados no “colaboran”. Del portero que cobra peaje para que hablen con “el dotol”… También del ministro o alta funcionaria que firma los contratos, otorga los permisos, concede licencias de importación, etc., pero solo a los panas. El que tranca los dólares o la solvencia, paralizando la Economía nacional, porque el cliente no ha activado la de su bolsillo. Es de esas lacras, que estamos hablando aquí.

Porque son ellos y no el Pentágono; es la derecha endógena y no la VI Flota, la que está causando estragos, hoy cómodamente atribuidos a la Guarimba golpista neoliberal. Es el enemigo interno el que más daño le está haciendo a nuestro país. Venezuela es grande y eso está demostrado hasta la saciedad, pudiendo enfrentar al imperialismo cuantas veces nos dé la gana… ¿O es que ya nos olvidamos de Ayacucho? El 13 de abril de 2002 repasamos con éxito la lección, haciendo un ejercicio en caliente de “Listos para la defensa”.

Entonces… ¿Cuál es el miedo?… ¿En qué momento vamos a poner orden en la casa? ¿Cuándo vamos ser serios y a aplicar las 3R? ¿Cuándo terminaremos de pasar del discurso a los hechos? ¿O es que todo el mundo está cochino en medio de una sociedad de cómplices? Porque cuando Chaves habló de “Venezuela país potencia”, estaba muy lejos de la locura. Tenemos condiciones de sobra para superar a las llamadas potencias mundiales, pero… ¡Deseos no preñan!

¿Servirá el anunciado congreso ideológico del PSUV, para aclarar este asunto?... ¿Estaremos políticamente maduros, como para asumir honorablemente la ciudadanía de nuestra República Bolivariana de Venezuela? Creo que esto solo lo lograremos, cuando terminemos de conocer y respetar, tanto a Bolívar como a nuestros próceres. Cuando cada venezolano sea capaz de asumir responsablemente el Art° 326 de nuestra Carta Magna y al descubrir actuando a algua de esas brujas de marras, gritarle: ¿Te vi ladrón!... ¡Quieto ahí!


aprocarga2001@yahoo.es
Caficultor bolivariano, campesino con postgrado, eco-ciudadano y contralor social, autonombrado en concordancia con el Preámbulo y los Artº 62 y 326 de la CRBV.


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