Historia de una injusticia o una justicia ridícula. Caso Clínica Nueva Caracas

El 10 de enero, desde el preciso momento en que mi papá se murió en mis brazos por la negligencia de unos delincuentes de bata blanca, vomitando sangre con mierda en la Clínica Nueva Caracas por una peritonitis purulenta secundaria a infarto intestinal, comenzó una lucha personal para que a mi viejo se le hiciera justicia. Para que su injusta muerte no pasara por debajo de la mesa tal y como sucede con miles de pobres que en este país mueren a manos de médicos asesinos sin alma, sin principios, sin ética y para los cuales la vida de un ser humano no vale un carajo. Esa promesa que le hice a mi padre Antonio Palma cuando bajaba su féretro el día de su entierro la luché desde el alma para no fallarle. Pronto esa lucha trascendió lo personal y se convirtió en algo colectivo. El apoyo de tantas personas que poco a poco fueron sumándose de diversas formas. El acompañamiento de familiares de otras víctimas de la misma carnicería mal llamada “Clínica" Nueva Caracas que fueron también sumándose, exigiendo justicia para sus familiares muertos y/o lesionados.

Una lucha que a su vez llevaba una carga de dolor, de traumas, de impotencia al recordar la forma en que mi padre fue mal tratado en ese matadero llamado Clínica Nueva Caracas. Al rememorar su agonía. Al recordar que lo último que me dijo minutos antes de morir con la lengua casi trabada y con la mitad de su cuerpo paralizado fue un “Wilmer, esta gente no me está atendiendo bien” sin darme la oportunidad de despedirme y darle las gracias por todo lo vivido durante 33 años. Traumas producidos al recordar como luego fallecía en mis brazos boca abajo vomitando sangre sin que ninguno de los “profesionales” de la salud que tenía al frente hiciera algo. El trauma de tener que reconocer en la Morgue de Bello Monte al ser que me dio la vida. El trauma de tener que recordar a un desgraciado de la Clínica burlándose con un “haz lo que te dé la gana que aquí tenemos 500 denuncias y no nos han cerrado” y reservarme las inmensas ganas que en ese momento tuve de partirle la boca por confiar en la justicia venezolana y dejar en ella el justo castigo para estos criminales. El trauma de ver recientemente en el expediente fotos del rostro de mi viejo muerto en las que el dolor inmenso que le toco sufrir antes de morir se dibujaba fácilmente.

Tener que soportar comunicados de la Clínica, campañas por el twitter, declaraciones de presidentes de asociaciones de clínicas privadas en las que sostenían que yo era el responsable de la muerte de mi padre. Calarme toda esa basura de manera estoica confiando siempre en la justicia.

El pasado jueves 05 de junio finalmente se dio la audiencia de imputación en el Juzgado Cuarto (4°) de Primera Instancia Municipal en Funciones de Control de Caracas de la “doctora” Yanira Veliz, principal responsable en la muerte de mi viejo. Una "doctora" que desgraciadamente se convirtió en la medico tratante de mi padre desde el día que comenzó el infierno vivido en esa clínica hasta el día en que murió. Una "doctora" que luego de varios exámenes el día lunes 6 de enero del presente año, que mas que servir de herramienta para diagnosticar una enfermedad a los dueños de clínicas les sirve más es para sacarle plata al seguro, decide enviar a mi padre a su casa a simplemente tomar pastillas con los glóbulos blancos en 28.500 (cuando lo normal es 10.000) lo que evidenciaba una fuerte infección en proceso y lo que ameritaba era una intervención quirúrgica. Una "doctora" que el martes 07 de enero luego de hacerle (por ordenes de ella) una hematología completa a mi papá y ver que los glóbulos blancos estaban en 22.000 (aun altos si tomamos en cuenta que lo normal es 10000) nuevamente decide lanzarlo a la calle diciéndome que mi papa está bien y lo que tiene se le cura en la casa con pastillas y agua. Una "doctora" que sigue como su médico tratante el día jueves 09 de enero cuando lo llevo de emergencia nuevamente con fuertes dolores abdominales, vómitos oscuros y que después de mas y mas exámenes y 17 horas esperando clave para poder hospitalizarlo nunca más fue a verlo. Una "doctora" que 1 hora antes de morir mi padre, vía telefónica le manda a poner con una enfermera simplemente un relajante muscular y nebulizacion ante unos síntomas que ya anunciaban el fatal desenlace (la mitad del cuerpo paralizado, lengua trabada y respiración acelerada) Una "doctora" que luego de la muerte de mi padre alega que mi padre falleció porque se tragó su propio vomito cuando las causas de muerte que arroja la autopsia es peritonitis purulenta secundaria a infarto intestinal. Una "doctora" que no respeto el derecho a la vida ni a la salud de mi padre consagrado en nuestra Constitución Nacional.

La Fiscalía 29 del AMC que llevaba el caso decidió imputarla por homicidio culposo ante este Juzgado por considerar que había suficientes elementos para demostrar que por la negligencia de esta “doctora” mi viejo falleció. ¿El resultado de esta audiencia? La “doctora” Yanira Veliz ante el peso de las evidencias ADMITIÓ los hechos, aceptando formalmente su responsabilidad y en consecuencia el tribunal le ofreció una alternativa llamada “SUSPENSION CONDICIONAL DEL PROCESO” que significa que con solo presentarse ante tribunales durante 6 meses, hacer algunas horas de trabajo comunitario en donde ella elija y pedirme disculpas todo se resuelve. Es decir, que dentro de 6 meses seria sobreseída la causa y se cerraría el caso. Esa es la gran pena que le tocará pagar a una persona responsable en la muerte de un ser humano. Todo lo sufrido por este humilde hombre llamado Antonio Palma antes de morir por culpa de alguien que irresponsablemente no valoró su vida, se resuelve con una disculpa, unas horas de trabajo comunitario durante 6 meses y 6 visitas al Tribunal para firmar una hoja.

Es triste ver como la justicia para los pobres en este país no sirve. Es triste ver como por decisiones de esta naturaleza es que se siguen cometiendo crímenes sin que los responsables respondan ante la justicia con la firmeza debida. Es triste ver como la responsabilidad en la muerte de un ser humano es castigada (según porque las leyes del estado venezolano así lo disponen) de esta forma tan ridícula. En 6 meses Yanira Veliz, responsable de la muerte injusta de mi viejo ya no le deberá nada a la justicia venezolana (no sé si también a su conciencia).

A mi padre, trate de cumplirte y dejé alma y corazón en esto. Le pido disculpas por no lograr el cometido en nombre de una sociedad que no sirve para un carajo y en la que cuando se es humilde, la justicia viene en morrocoy o muchas veces ni llega. Le pido disculpas por haber confiado su vida en manos de una médico que lejos de sanarlo tal y como debe ser la labor de un profesional de la salud, lo sometió a una cruel tortura antes de morir por culpa de su irresponsabilidad y su negligencia. Hasta siempre viejo...

wilpal24@hotmail.com y wilpal29@gmail.com


Compas les anexo imagen de la causa de la muerte en el acta de defuncion, foto de mi papa Antonio Palma y foto de pancarta en protesta frente a la clínica de esos días. Gracias compas

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