En materia de gobierno todo cambio es sospechoso, aunque sea para mejorar”.
Francis Bacón….
Los venezolanos están pasando por la peor situación socioeconómica en toda la historia de nuestro país. Siempre desde mi pensamiento político he manifestado que con las riquezas naturales que tiene Venezuela deberíamos estar viviendo en unas mejores condiciones que la que estamos viviendo en la actualidad producto de la inflación, las colas y la especulación atroz.
Eso era lo que deseábamos de la revolución bolivariana que triunfo en 1998, para que impulsara con energía a Venezuela hacia su industrialización y desarrollo, y con un prospero destino en el termino de lo posible dentro de las ocho primeras economías del mundo en lo económico, político, cultural y social. Pero es doloroso decirlo después de 15 años de gobierno bolivariano muy poco es lo que hemos avanzado en ese sentido. Continuamos con las importaciones con la corrupción en la economía de puertos, seguimos siendo un país mono productor donde exportamos el petróleo para luego importar todo los productos derivados que de él se obtienen para nuestro consumo interno, un país administrado por un burocratismo parasitario apátrida, que ha convertido al gobierno bolivariano en populista, demagogo, anacrónico ,disfuncional etc.
Ante la carencia de una políticas agresivas que en 15 años no crearon un complejo industrial desarrollado, y el empoderamiento de una clase técnico profesional que asumiera como un reto histórico el desarrollo de una moderna y pujante industria, creativa, y nacionalista; esto es lo que ha traído como consecuencia el cáncer de la inflación, escasez, especulación, el bachaqueo que vivimos los venezolanos hoy en día. Y es ante este despelote que el gobierno pretende imponer a trote y moche una medida estalinista e impopular que fracaso en la URRS en el siglo XX, y se mantiene en Cuba después de 50 años de revolución, lo cual me indigna y me motiva como revolucionario, intelectual y hombre de izquierda e elevar mi voz de protesta ante esta aberración, como es la implantación de este perverso sistema biométrico de racionamiento, como serán la puesta en marcha de las maquinas capta huellas en los auto mercados públicos y privados. Bajo el argumento falaz de que con esto se combatirá al contrabando, esta es la peor ofensa que se le puede hacer a Venezuela un país rico bendecido por la naturaleza, y a sus habitantes.
Es la peor cagada que se la haga a los venezolanos ya que esta medida aberrante, absurda, impopular, y de la peor oferta engañosa de un burocratismo perverso que iza unas supuestas banderas revolucionarias, ya que esta medida en nada va neutralizar el contrabando de extracción, y el acaparamiento con fines especulativos. Según expertos en la materia el contrabando y el acaparamiento, es llevado a cabo por mafias organizadas con conexión a altos niveles en la cadena de producción distribución, comercialización, y con el apoyo de la delincuencia con ‘chapas’ de civiles y militares, desde el mas alto hasta el bajo grado en la cadena de mando. Querer manipular a la opinión publica con el cuento chino que la escasez, y el contrabando se debe a que Nenerina, y Alambrito dos humildes ciudadanos salen a comprar 1 pollo, 1 paquete de harina PAN, y ½ cartón de huevos para la manutención de sus manetos, y por esto son unos contrabandistas, esto es una estupidez de la mas baja monta, y es inaceptable aceptarlo de parte de un gobierno que se dice ser revolucionario. Ahora en Venezuela con estas capta huellas todo el pueblo venezolano es considerado un contrabandista por el estado venezolano, al estar bajo sospecha cada vez que coloque su dedo para comprar un bien de consumo, es la peor humillación que se puede someter a los que nacieron en esta bella patria. No hay que ser un experto en inteligencia de la seguridad del estado, para determinar, que la implantación de este sistema es para aplicar un racionamiento con visos democráticos, y hacerle creer a la población ingenua de que hay un completo abastecimiento. Limitándole la capacidad de compra al pueblo venezolano. Así el gobierno ocultaría su incapacidad de que en 15 años no amplió ni desarrollo el aparato productivo nacional, producto de las expropiaciones, y de la actual inseguridad jurídica que vive esta nación en pleno siglo XXI.
Este sistema lo que va es a elevar a la corrupción a su máxima expresión, y pondrá a la economía nacional en un estado terminal, y el pueblo seguirá con su cruz a cuestas. Esto alejará la inversión del país por el retroceso que esto significa, cuando todos aspirábamos a convertirnos en un estado moderno, donde el gobierno le diera calidad de vida a su pueblo.
