Carta abierta al Ministro del PPVHE

Ing. Ricardo Molina: No somos desechables

Carta abierta al Ministro del Poder Popular para el Ecosocialismo, Hábitat y Vivienda
Ing. Ricardo Molina

Su Despacho.-

Nosotros y nosotras, trabajadores y trabajadoras del que hasta hace poco era el Ministerio del Poder Popular para el Ambiente (en adelante MPPA), nos dirigimos a usted para hacer de su conocimiento que el conjunto de maniobras que el despacho a su cargo ha desatado en contra de nosotros, como colectivo de trabajadores del antiguo MPPA, nos ha permitido comprender la esencia de su gestión, que no es otra que botar trabajadores y trabajadoras del ex-MPPA para resolver sus compromisos clientelares con los botados del INAVI. Colocar en las que eran las antiguas Direcciones Estadales Ambientales, responsables de los estudios de impacto ambiental de los desarrollos urbanísticos realizados por Vivienda y Hábitat, a incondicionales de Vivienda y Hábitat, para que quede bien claro que ahora es el ministerio que se paga y se da el vuelto, como nos lo demuestra la próxima muerte del Río Naiguatá, tras la instalación en su lecho, de la cantera que alimenta, en el Edo. Vargas, la construcción de los apartamentos a los que, si no se les puede suministrar agua decentemente en el invierno, mucho menos en el verano, porque no hay, y menos habrá si nos dedicamos a destrozar sus fragilísimas cuencas, como nos lo demuestran los cíclicos procesos de deslaves, o coladas de lodo que hemos vivido con gran dolor y pesadumbre.

Usted no tiene en agenda el sacudón ético que le hacía falta al MPPA para que pudiera transformarse en un adalid que enfrente los cantos de sirena del neo rentismo, que pasa del petróleo al coltán, al oro y los diamantes como si nada. Todo lo contrario, usted no sólo es más de lo mismo. Es más, pero mucho peor, de lo mismo. Usted viene a garantizar que el MPPA ya no fastidie, no moleste más a los torna-pull, a las retroexcavadoras, a los pay-loaders y que de vez en cuando, suelte unos tortuguillos.

Usted tiene deudas laborales y nos vio a nosotros y nosotras la cara de desechables y ahora es nuestra responsabilidad decirle que usted se equivocó. Ni despidos injustificados, ni retardos injustificados en el cobro de nuestras quincenas, ni quincenas picoteadas arbitrariamente, nos van a sacar de nuestra responsabilidad de herederos del legado de Chávez, nuestro Presidente y Comandante eterno, que jamás significará calarse injusticias con malas crianzas.

La fusión del Ministerio del Ambiente con el de Hábitat y Vivienda en un Ministerio del Poder Popular Para el Ecosocialismo, el Hábitat y la Vivienda no debía significar el aplastamiento del primero por el segundo, y mucho menos en los términos de quítate tú, trabajador, trabajadora, del MPPA que eres corrupto e ineficiente, para ponerme yo, que como vengo de Hábitat y Vivienda soy honesto y eficiente. Ese es su discurso, Sr. Ministro y como no le será difícil entender, no lo vamos a aceptar.
Si tuviera la humildad necesaria para ser autocrítico, se daría cuenta de que las viviendas en zonas de riesgo de todo el país, que supuestamente se vaciarían con la Gran Misión Vivienda Venezuela, están hoy más pobladas que antes porque el canal regular diseñado por el ministerio a su cargo, para acceder a un apartamento, es: 1.- Colocarse en situación de riesgo para que el aguacero lo desbarranque. 2.- Calarse unos cuantos años en situación de refugio y 3.- Recibir su apartamento. Eficacia total. Después de la infinita cantidad de dinero gastado en vivienda, el peligro potencial por desastres naturales aumentó, y se revitalizó el pernicioso éxodo del campo, ya críticamente despoblado, a la ciudad, ya mortalmente atiborrada. Brinque y salte, Sr. Ministro, eso es lo que se llama eficiencia revolucionaria. Y para dar muestras de su manera personal de continuar el legado de Chávez, no bien llegó al MPPA la primera prioridad de su gestión fue remodelar ostentosamente el Despacho del Ministro. Seguramente eso era para enseñar a los trabajadores del MPPA que venían tiempos de austeridad.

Si usted decide que el año para desconocer y atropellar nuestros derechos, para humillarnos despóticamente, y para obligarnos a revirar en defensa de nuestras condiciones de vida y trabajo, es el año de las elecciones parlamentarias, de verdad que no compartimos su criterio político y no le compramos su equipo de asesores. Pero después no venga a llamarnos escuálidos porque defendemos nuestros derechos. El escuálido es usted que barre el piso con la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.


COLECTIVO DE TRABAJADORES Y TRABAJADORAS DEL ANTIGUO MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA EL AMBIENTE
 



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