“Un necio encuentra siempre otro necio aún mayor que le admira”
Nicolás Boileau…
Es difícil emitir opinión en mis artículos sin que salten los tísicos intelectuales, y los necios fanáticos dogmaticos con las descalificaciones Adhominen de rigor como la del señor Leo Barahona Zaldaña (respuesta al señor Edgar Perdomo Arzola y su artículo) Hago el intento por esta vía de expresar mi opinión considerando que la grave crisis económica, social y política, provocada por la escasez, la inflación y la especulación merece que todos los venezolanos hagamos lo que esté a nuestro alcance para salvar la Patria del colapso económico. Con el poco tiempo que dispongo para escribir mis artículos. Fui militante de la izquierda cristiana de base, lo he dicho mil veces que no soy marxista-leninista, ni creo en ninguna dictadura, menos en la del proletariado en pleno siglo XXI (Pepe Mujica dixit), y esto mucho tiempo atrás antes de que Hugo Chávez apareciera en la palestra pública. No he ocupado nunca un cargo público, para que se me llame quinta columna, ni traidor por lo cual no tengo que arrastrármele ni jalarle bolas, y menos ser borrego de ningún ‘alto dirigente del gobierno bolivariano`’. No me considero un corrupto, y menos un abyecto, a lo contrario del escritor de marras arriba nombrado, con su babosa replica aduladora a mi artículo: Nicolás: ¡Son las colas, las que nos están invadiendo! Me preocupa altamente cuando muchos consideran que es incorrecto que un ‘militante marginal como el suscrito’ haga críticas públicas a problemas gravísimos que afectan no solo al gobierno bolivariano, sino a toda la sociedad venezolana poniendo en peligro no tan solo a las conquistas alcanzadas hasta ahora por la revolución bolivariana, pues las actuales circunstancias, nos indica que si la Revolución se cae, perderemos todo, o es que este señor no hace mercado, o no ve las aberrantes colas, los bachaqueros, la escasez, y los altos precios que derriten el salario mínimo del pueblo trabajador. No es posible, ante una situación como la actual, que no actuemos, no denunciemos, no gritemos con todas las fuerzas de nuestro intelecto, que hay que participar en el debate de las ideas de frente y sin miedo, con mucha energía frente a la corrupción, la impunidad, aunadas a las profundas contradicciones económicas y políticas del gobierno del presidente Nicolás Maduro, los muchos errores cometidos, junto a la inacción que está poniendo al país patas arriba y al borde del desastre.
¿En qué país vive este señor que piensan que uno porqué critique hace mal? ¿Será en el ataúd de vidrio donde reposan los ciegos de la política que no ven a nuestro pueblo cedula en mano mendingando en esas putrefactas colas los productos subsidiados, donde muchos se guían primero por normas perversas, antes que por las duras realidades, de los que van a caer en manos de la oposición triunfante en las próximas elecciones parlamentarias a finales de este año 2015, sin disparar un tiro si continuamos por este despeñadero?
Los que arremeten en público y privado en contra de mi persona, y los que me han expresado solidaridad a favor de una verdadera revolución socialista sin escasez, inflación, especulación, pero con calidad de vida. Partiendo de una justa socialización de la economía, con la participación democrática de todos los venezolanos en las diferentes instituciones decisorias del estado venezolano.
Cuando se considera erróneo el rumbo del sistema venezolano al querer implantar un capitalismo monopolista de estado, con todas las empresas improductivas a un ¼ de máquina de su capacidad, quebradas otras, además como es natural, no se puede coincidir en todos los aspectos con los planteamientos de muchos dirigentes anclados en el siglo 19, lo que plantean muchos de ellos de que Venezuela renuncie al modernismo en pleno siglo XXI, junto a las numerosas estupideces y sandeces expresadas en ciertos medios públicos de comunicación social. Lo que uno expresa mucha de las veces, es en lo fundamental, un aporte válido dentro de la tesis revolucionaria para lograr que Venezuela se enrumbe de modo correcto por una vía socialista, que funcione de verdad, trayendo mucha prosperidad a la nación, a las familias, y a sus ciudadanos. Apoyando todo lo positivo, y criticando todo lo negativo.
También señalo los muchos esfuerzos que han sido desperdiciados terminando por enriquecer a un grupo de tísicos intelectuales revolucionarios de arrugadas togas y birretes rojo rojito. Todo esto resulta muy lamentable que una dirigencia, sea la principal responsable en sumo grado de la gravísima situación social, económica y política del país por sus errores cometidos a lo largo de estos 16 años, y continúen haciéndose los sordos y ciegos a los reclamos del pueblo mayoritario que claman por que se acabe la escasez, las colas, y la especulación cambiaria. El pueblo que ha sido el auténtico protagonista habiendo regado con su participación los frutos positivos del proceso bolivariano venezolano, a pesar de todos los pesares, de los múltiples errores de muchos dirigentes en funciones de gobierno. Y la malvada agresión de la impunidad, y de la corrupción, creo aún que algo hemos cosechado. Con esto le pongo punto final a este espinoso asunto.
