Bicentenario: presencia de la quinta columna

Los Abastos Bicentenario representan la más fehaciente prueba de la existencia de una "quinta columna" enquistada en nuestro Proceso Revolucionario, con el agravante que quienes la conforman, además de cumplir con su objetivo de afectar, golpear y debilitar la Revolución, se han debido estar ROBANDO (porque no tiene otro calificativo) tanto las ganancias que estos supermercados ha debido generar, como los recursos que el estado les ha proporcionado para sus restauraciones luego de varios años sin ningún mantenimiento, con un más que evidente abandono total de sus instalaciones y en todo lo que respecta a su funcionamiento.

Las medidas tomadas por el Presidente, en el sentido de ordenar la investigación y solicitar la detención de varios gerentes de Bicentenarios en Oriente es acertada, pero hay que ir más arriba.

Los ciudadanos hacemos la siguiente reflexión diariamente, y no es retórica, realmente la hacemos a diario: Siendo que estos supermercados eran un muy buen negocio para su antiguos dueños, es decir que tenían su estructura de costos definida (dentro de la cual estaban incluidos los costos por mantenimiento y cancelación de beneficios al personal necesario para el buen funcionamiento) y producían excelentes ganancias que muchas veces denunciamos como exageradas, cosa que es común entre los comerciantes de nuestro país, y habiéndose aclarado que estos no serían Mercales y por tanto, como efectivamente lo hicieron, venderían precios justos y no subsidiados, por lo que es lógico deducir que podrían mantener la misma estructura de costo y seguir generando las mismas ganancias, diferenciándose solo en que estas no irían a parar a manos de dueños particulares, nos preguntamos: ¿Como es posible que tales establecimientos hayan sido llevados a la ruina total, hasta el punto que sea el Estado quien tenga que sufragar los gastos para su mantenimiento y prácticamente su reconstrucción (véanse los de Maracaibo, principalmente 5 de julio)?, esto no puede suceder sin que el funcionario de más alto nivel se entere, es a esos a los que hay que fusilar (no creo en penas de muerte, así que es casi un decir...casi), porque son los que deben haber justificado la solicitud de recursos ante el ejecutivo, para la realización de tales reestructuraciones, por demás innecesarias de haberse previsto su buen funcionamiento y mantenido los debidos controles y supervisión.

Las ganancias que estos supermercados generaban a sus antiguos dueños, han de haberse invertido en mejorarlos o en apoyar en otros ámbitos a la Misión Alimentación, pero lejos de eso, terminan siendo otro órgano a ser mantenido por el estado. ¿quien debe responder por eso?

Presidente Maduro, el mayor logro de esta, nuestra Revolución, es haber logrado una justa distribución de las riquezas que se generan en nuestro país, pero quizá su mayor deficiencia radica en la falta de controles a las nuevas empresas del Estado y a los organismos encargados de hacer inversiones; tal vez los recursos mejores administrados sean los que se les otorgan a Consejos Comunales, Comunas y otras organizaciones de base para ejecutar proyectos en las comunidades, pero si se descuida la supervisión y el debido control también estaríamos arriesgándonos a convertir al Estado en el mejor colaborador en la generación de la corrupción y perversión de nuestro pueblo que viene luchando por ser cada vez mejor, más honesto y solidario, ganando con esto la lucha contra la cultura de la corrupción a la que lo sometieron en la cuarta república y de la cual está emergiendo victoriosamente.

Se hace necesario implementar controles sobre las inversiones del Estado Venezolano, con la debida aplicación de estos construiremos realmente el Socialismo al ganarle la partida al capitalismo siendo más eficientes y brindándole a los ciudadanos mejores y más baratos productos y servicios; por ejemplo:

¿Quien iría a una clínica privada si nuestro sistema de salud funciona?, ¿Quien compraria en los supermercados privados si nuestras Redes de Alimentación funciona?.

Abastos Bicentenario deben convertirse en un ejemplo para no volver a caer en el mismo error, evitando así dar con el traste a nuestra Revolución, Socialista, Bolivariana y Chavista.

Definitivamente: ¡¡ES MEJOR PREVENIR QUE LAMENTAR!

luisebaralt@gmail.com



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