Qué bachaqueros ni que carajos, sabañones es lo que son

El bachaco es un animal noble que puede cargar sobre su diminuta cabeza cientos de veces más de su propio peso.

Pero ese animalito no es ni depredador ni mal intencionado ni destructor de nada, ese animalito TODO lo que lleva sobre su cabeza, lo lleva para su propia comunidad para total y absoluto beneficio de todos; de los viejitos y de los recién nacidos no importa quién los parió pues son de todos.

¿Que el bachaco destruye la cosecha o el jardín?; bueno eso se podría entrar en discusión sobre quien fue primero si el huevo o la gallina, esa cosecha o ese jardín seguramente vinieron después de la existencia de los bachacos y bruto aquel que siembra sobre un bachaquero, pero ese no es el tema.

El tema es que se le está llamando bachaqueros a los que andan acumulando y cargando para revender, nojoda esos de bachacos no tienen más que la capacidad de carga del noble animalito, pero aquel minúsculo animal tiene un millón de veces mas corazón, mas cerebro, mas honestidad y más valor que estos bípedos.

Lo que está pasando compatriota, me dijo un taxista en tono reflexivo en estos días, es que el pobre pobre esta jodiendo al pobre pendejo

Si como suena el pobre pobre jodiendo al pobre pendejo, esos carajos y carajas que están acumulando pa revender no están haciéndole un favor a nadie, ni siquiera a ellos mismos; porque de lo que ellos no “bachaquean” se encargan otros que los joden a ellos mismos, en un circulo que no beneficia a nadie.

Esos pobres de corazón y de alma que andan en eso no pueden ser chavistas, serán pobres y así seguirán por mucho dinero instantáneo que logren acumular en estos días.

Las langostas, todo lo destruyen a su paso, arrasan con lo que signifique comida y lo devoran todo sin misericordia, pero ese es su instinto de supervivencia; esos bichitos comen y se aprovechan del alimento instantáneo mientras buscan otro sembradío donde hacer lo mismo.

Estos seres inhumanos que andan robando al pobre se están alimentando de miseria, deberíamos llamarlos más que bachaqueros: sabañones; pues eso es lo que son, son una peste hedionda sin alma y sin espíritu.

Son un fenómeno antisocial sin motivación alguna mas allá de las malas intenciones; los mal llamados bachaqueros le están haciendo un enorme favor a la oposición al mantener el caos alimenticio y de distribución de lo poco que los empresarios sacan a la calle; ya el efecto del mal llamado “bachaqueo” es tal que los productores pueden incluso darse el lujo de sacar su producción (que tienen escondida con fines políticos innobles) y los anormales estos se encargaran de seguir con el caos que aquellos iniciaron.

Los sabañones están carcomiendo la economía como una infección y habrá que poner un tratamiento doloroso para que esa infección desaparezca y volvamos a la normalidad.

No hay justificación alguna para ese comportamiento, no me vengan con pendejeras, aquí hay misiones sociales para que toda esa gente que se autollama pobre tenga educación de calidad, alimentación de calidad, medicina de calidad, transporte público de calidad; nojoda entonces cual es la vaina, ¿Qué más quieren?

El pobre pobre jodiendo al pobre pendejo, como me decía el taxista. “Mire usted si no es cierto lo que le digo -me explicó el amigo momentáneo- por allá por la casa de mi papa, que es un señor mayor y está acostumbrado a la tradición del cafecito por la mañana y que no puede andar en la calle haciendo cola y tiene que esperar a que uno le lleve algo de lo que consigue (pero uno también anda trabajando y no es fácil), le llegó uno de los primos y le vendió un cuarto e quilo e café en 350 bolívares; dígame usted si eso no es una coñoemadrada ah!!, dígame usted!!, lo que le digo, pues, el pobre pobre (porque ese primo no va a hacer real jodiendo a la propia familia y a los vecinos) jodiendo al pobre pendejo que tiene unos churupitos por la pensión o que anda trabajando pa mantener a los muérganos esos…”

Bachaquero es un nombre noble para esos sabañones que están carcomiendo a la sociedad; empecemos por llamarlos como se merecen a ver si les entra algo de remordimiento y se dejan de esa miseria que los envuelva: sabañones, eso es lo que son.

Ese fenómeno no está fácil de controlar por ninguna autoridad pues están como el virus, en todas partes sin domicilio fiscal alguno; solo la conciencia de quienes debemos sacrificar un poco más y dejar de alimentar a esos sabañones nos podrá salvar de tamaña infección.

Las compras con números de cédula son una buena idea, pero sería efectiva solo si todos los días hay de todo; por ejemplo en UNICASA plaza mayor de Lecherias vi una ruma (2 paletas) de papel toilet un día que no me correspondía comprar (a eso de las 9pm, es decir casi al cierre). A la mañana siguiente fui temprano esperanzado en comprar y no había rastros del papel ni de las paletas; eso no lo vendieron después de cerrar; eso obviamente había regresado al oscuro deposito hasta que a la gerencia se le ocurra sacarlo de nuevo; como la piñata la ponen alto para algunos y bajita para el que tenga suerte; así no es; ese papel debería permanecer en el pasillo hasta que se acabe pues cada día le corresponde a cedulas diferentes.

Los empleados de las grandes cadenas saben lo que hay en depósito y no denuncian sino que se dejan llevar por las directrices de los gerentes que son empleados también pero que aspiran a ser favoritos de los dueños; ese feudalismo mental que aún persiste en algunos subconscientes nos tiene jodidos también.

El pobre pobre jodiendo al pobre pendejo y los empresarios gozando una bola con el espectáculo.

Sabañones, no tienen otro nombre.


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Oscar Jiménez


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