Venezuela desde que otorgó su primera concesión de hidrocarburos a la New York and Bermúdez Company en el año 1883, hasta comenzado el siglo XXI, no hizo más que trasladar el ingreso petrolero captado con gran esfuerzo por parte de una industria petrolera nacional, a las clases ricas de nuestra sociedad, decir lo contrario, es un atentado contra la historia y contra la lógica elemental. Solamente con la llegada del Presidente Chávez, ese ingreso petrolero fue de alguna manera llevado a las clases marginales y desposeídas, con la creación de todo un aparto estatal paralelo como fueron las misiones (Socialismo Bolivariano), el pueblo venezolano segregado, percibió en sus mesas, en su salud, en su educación, en su calidad de vida; lo que le fue negado desde la misma fundación de este País y que le era dado de manera grotesca, orgiástica y lujuriosa a la burguesía parasitaria para la satisfacción de sus leoninas pretensiones.
Ahora bien, en los últimos días se ha hecho toda una tormenta en un vaso de agua, por el tema de la dolarización de los vehículos que producirá la Ford Motors de Venezuela, han salido toda una gama de detractores de la medida y los pequeños burgueses capta dólares de la economía petrolera han pegado el grito al cielo, siendo esto un reflejo de lo reaccionarias que se han convertido las clases emergentes nacionales, que no son más que un producto del Socialismo Bolivariano, que les ha provisto de una serie de subsidios en dólares, los cuales ven amenazados en la actualidad.
La situación internacional creada por la bajada en los precios del petróleo, ha motivado al Gobierno Nacional una redimensión de su papel como proveedor principal de dólares, en una economía plagada de “comerciantes”, “intermediarios”, “empresarios”, que exigen como un derecho adquirido legítimo, divino, dado por los dioses y la providencia; que les sigan dando sus prebendas y financiando sus negocios a los cuales nos tenían acostumbrados, el presidente Nicolás Maduro, dando una muestra de pragmatismo revolucionario ha mandado a parar toda esa sangría a través de una serie de medidas, las cuales –naturalmente- no las comparten los estratos aludidos, enarbolando una falsa bandera que dicha medida va en contra de los pobres.
¿Hasta cuándo el gobierno va a seguir financiando dólares preferenciales para adquirir bienes burgueses?, yo me pregunto algo, ¿será un problema para este País que un pequeño burgués emergente no se va a poder montar en una camioneta Explorer que cuesta 68.000 dólares?, ¿quiénes poseen estos vehículos en otros países e incluso en el nuestro?, los vehículos de alta cilindrada, están hechos para un estrato poblacional mundial que no llega al 5%, pensar que estos carros van dirigidos a las clases populares, es uno de los más grandes disparates que he podido leer en mi vida.
El Gobierno Revolucionario, en aras de mantener la igualdad, debería reprimir el gasto en bienes que no son de primera necesidad, así mismo debe dinamitar el dólar viajero, las remesas en dólares preferenciales, así como el pago de pensiones en el exterior a 6,3 bolívares y llevarlo al menos a dólar Simadi; esto no ha hecho más que crear una sociedad de parásitos, de flojos, de chulos, de ladrones, de oportunistas; que no trabajan en razón que es fácil dedicarse a este tráfico maldito que ha puesto en peligro la misma Revolución que Chávez nos legó.
De esta manera podría el Gobierno Nacional, ahorrar una cantidad enorme de dólares que se van en gastos que no puede seguir manteniendo, en un artículo anterior dije que un pensionado venezolano en el extranjero cobra 1150 dólares al cambio de 6,3 bs, de una pensión que con mucho esfuerzo y sacrificio se ha aumentado a 7.300 bs en el territorio nacional, mil (1000) de esas personas significa más de un millón de dólares (1.000.000 USD) MENSUALES, ¿cuántas medicinas para la tensión arterial se pueden comprar con estos recursos?, ¡por favor!, paren con esta locura que el País es de todos.
