Coalición Contra la Corrupción

El principal problema que tiene Venezuela es la corrupción y podemos afirmar de manera rotunda que estamos viviendo una terrible crisis moral. A continuación presento algunos argumentos para justificar la contundente afirmación anterior, pero más aún, discuto algunas propuestas para salir de esta crisis moral y darle un rumbo distinto a nuestro país. Desde ya extiendo una invitación a todo el pueblo venezolano, independientemente de su ocupación o tendencia política a que se una a la Coalición Contra la Corrupción que aquí se propone.

Hoy por hoy las encuestas muestran que los problemas más sentidos por la población se vinculan con lo económico: desabastecimiento y especulación; y con la seguridad. Detrás de estos problemas subyacen algunas causas vinculadas al acaparamiento, la usura, el contrabando y hasta el paramilitarismo y el sicariato; y detrás de estas subyace la corrupción. Si no hubiese corrupción no habría contrabando. Los grandes volúmenes de combustibles y alimentos que salen de nuestras fronteras van por grandes camiones que pasan tranquilamente por puestos de control de la Guardia Nacional Bolivariana. Si no hubiese corrupción no habría especulación. Las denuncias hechas por la población tendrían eco en los funcionarios públicos y de allí se generarían las sanciones ejemplarizantes. En consecuencia, podemos afirmar que sin contrabando ni especulación, no habría bachaqueo. Si no hubiese corrupción se tendrían más presos de los que deberían estar presos, y más libres de los que deberían estar libres. Hoy por hoy se tiene desconfianza del sistema de justicia y son pocos los que se animan, o se atreven inclusive, a hacer denuncias al ser víctimas de delitos. Si no hubiese corrupción no tendríamos empresas, de maletín o no, que reciban dólares preferenciales, para sacar luego provechos cambiarios con distintas estrategias corruptas.

Cuenta Eleazar Díaz Rangel que le preguntó en el año 2000 al presidente Chávez: "¿Por qué le ha resultado difícil combatir exitosamente la corrupción?" y le respondió: "...la corrupción es la madre de la crisis, de todos los problemas, se ha extendido a todos los niveles como un cáncer, hasta los más bajos niveles, ha adquirido mil caras y mil maneras de camuflarse... Librar una guerra contra un monstruo de mil cabezas es un proceso complejo, largo y difícil... es muy difícil desprenderse de esos antivalores que están inmersos en todos los sectores e instituciones". De esta reflexión profunda surgen distintos cuestionamientos. En primer lugar, nótese que para el año 2000 el gobierno de Chávez apenas estaba empezando y había ocurrido que la lucha anti-corrupción representaba una bandera del movimiento bolivariano. No obstante, al pasar los años, ese "proceso complejo, largo y difícil" no parece haber empezado y, por el contrario, la bandera se fue arriando poco a poco, hasta que prácticamente desapareció del discurso gubernamental. En todo caso, coincido plenamente con Chávez en que la corrupción es la madre de todas las crisis, de todos los problemas.

El cáncer que representa la corrupción ha hecho hoy por hoy una nefasta metástasis. Pueden llegar a ser millones los ciudadanos que estén metidos en las prácticas corruptas del bachaqueo y del raspado de tarjetas. El asunto más grave no es el de quienes roben más, sino que la corrupción se convierta en un hecho cultural.

Por otro lado, considero que es verdad que ese cáncer ha invadido todos los sectores e instituciones. Siendo así, uno se pregunta a qué institución del Estado o la sociedad civil se puede recurrir. Hay quienes todavía exigen de manera ingenua "mano dura contra los corruptos", pero de dónde va a venir la mano dura si los policías desacatan las órdenes de los jueces, o los jueces exculpan a detenidos con denuncias firmes, o si los políticos prefieren hacerse de la vista gorda y alegan permanentemente que hay que cuidarse del provecho mediático que pueda hacer la oposición. Es cierto que hay algunos individuos que han caído, pero estos hechos son tan insignificantes ante la avasallante realidad que podemos calificarlos como puro circo.

No se puede negar que nuestro país está siendo víctima de una guerra económica. Pero más allá de esa, estamos siendo víctimas de guerras mediáticas, psicosociales y morales. Quienes quieren una "salida" no tienen los menores escrúpulos para probar cualquier estrategia y han recurrido con toda su pobre moral a lo que sea. En ese marco no sólo están buscando hacernos miserable nuestra vida material, sino que buscan enloquecernos y envilecernos. Ahora bien, estas agresiones no tendrían ningún efecto si nuestro pueblo y sus instituciones tuviesen la robustez propia de una alta calidad moral.

La corrupción nos hace vulnerables. Así como se hizo una analogía con el cáncer, también se puede hacer una entre la corrupción y el SIDA. La corrupción es el síndrome de inmuno-deficiencia adquirida de una sociedad. Si bien es cierto que el SIDA no mata, si hace que las agresiones del ambiente tenga mayor impacto en el cuerpo afectado. Así, el pueblo se está desangrando de sus recursos financieros, sus insumos alimenticios, médicos y de todo tipo, las bacterias sociales se reproducen y el cuerpo afectado pierde toda posibilidad de control.

Ante este cuadro tan sombrío surge la obvia pregunta de qué hacer. Lo primero que hay que hay que comprender que mientras haya capitalismo habrá corrupción. Esto debido a que siempre habrá una práctica usurera en la explotación del trabajo y el trabajador, así sea legal. Siempre habrá la tentación del acaparamiento, la especulación y otras prácticas usureras a nivel de distribución de las mercancías, y de delitos comunes y organizados de distinto tipo. Tentación que deviene por cierto de un modelo social que coloca el interés individual egoísta sobre el interés colectivo. Por otro lado, hay que notar que no se puede confiar en entidades corruptas para el propósito de confrontar la corrupción. Así, quedan descartados todos los partidos políticos y todas las instituciones del Estado. Para enfrentar la corrupción hay un sólo referente: el pueblo.

Sólo el pueblo salva al pueblo, se ha dicho, y eso es una gran verdad. El pueblo honesto es mayoría y sólo el pueblo en su conjunto tiene la moral colectiva necesaria para revertir la situación. Un elemento fundamental para ello lo constituye la conformación de una o varias organizaciones populares que se planteen como propósito establecer el control social que el Estado por sí solo no está en capacidad de ejercer. Un ejemplo interesante en este sentido lo constituye la organización "Coalición Ciudadana para la Justicia Económica" de Corea del Sur. Bajo el lema: "Alcancemos la justicia económica a través del poder popular", esta organización se ha planteado ejercer presión sobre el Estado y la sociedad en general para procurar mayores niveles de justicia. Esta organización surgió en el año 1989 como un acuerdo entre un pequeño número de profesionales preocupados por los altísimos costos inmobiliarios. Estos coreanos se dieron cuenta de que el Estado no resolvería los problemas sociales si no es a través de la presión de un pueblo organizado.

En tal sentido propongo que conformemos una "Coalición Contra la Corrupción" en Venezuela. La CCC puede arrancar con un pequeño número de ciudadanos que se planteen como propósito alcanzar mayores niveles de transparencia y justicia tanto a nivel del ejercicio de gobierno como en el del funcionamiento de la economía, a través de la contraloría social masiva (CSM). Se entiende CSM como el ejercicio que haga el pueblo de vigilancia de los asuntos públicos a través de las redes. Así mismo esta organización de carácter virtual se puede plantear:

  1. Presionar al Estado para conseguir datos abiertos, tanto a nivel de la economía como del aparato del Estado. Los datos abiertos representan un insumo básico para ejercer CSM. Se podría comenzar por presionar la apertura de datos en los siguientes aspectos:

    1. Distribución de alimentos dentro de los principales establecimientos de alguna ciudad importante (como plan piloto)

    2. Lista de solicitantes y de adjudicaciones de vehículos en Venezuela Productiva Automotriz.

    3. Ventas de insumos agrícolas en Agropatría.

    4. Lista de solicitantes y de adjudicaciones de vivienda por la Gran Misión Vivienda Venezuela a nivel nacional.

    5. Lista de adjudicatarios de dólares preferenciales.

  2. Presionar al Estado para la simplificación de trámites.

  3. Gestionar el desarrollo de aplicaciones. Las primeras aplicaciones las desarrollará la propia CCC, luego se presionará al Estado para que financie el desarrollo de más aplicaciones y contribuya con el saneamiento social. Dichas aplicaciones tendrán la orientación de facilitarle al pueblo información que le permita mejorar su toma de decisiones y de permitir mayor transparencia.

  4. Hacer seguimiento de las denuncias. Las denuncias que lleguen a la CCC podrán ser tratadas con confidencialidad aunque sin anonimato. Al monitorear las denuncias se podrá determinar dónde prevalecen las acciones corruptas y dónde se están alcanzando progresos.

  5. Estructurar la organización por temas sociales y por zonas geográficas.

  6. Impulsar el desarrollo de estudios bajo la visión de investigación-acción. Estos estudios permitirán generar conocimientos a través del análisis de los datos que conlleven a tener mayor comprensión sobre las situaciones. Así se podrá generar propuestas de mejora para el funcionamiento del Estado y de la economía.

  7. Impulsar modificaciones legislativas y dar soporte legal a las acciones o propuestas.

  8. Impulsar la expansión de los movimientos sociales en red que apunten a la consolidación del poder popular.

  9. Impulsar la moral ciudadana y las conductas sociales sanas.

Son muchas las acciones que como pueblo organizado podemos realizar para combatir la corrupción. A continuación presento algunos contactos para aquellos venezolanos que quieran integrarse esta iniciativa.

Las personas que quieran integrarse a esta iniciativa pueden dirigirse a:

Para más detalles acerca de esta propuesta visitar:

Promotor de la CCC

Profesor Titular

Ingeniería de Sistemas

Universidad de los Andes

(pachano@ula.ve)



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Felipe Pachano Azuaje

Profesor de la Universidad de los Andes

 pachano@gmail.com

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