Elefantes blancos y rojos en Puerto Cabello

Es natural que en Puerto Cabello, una ciudad colonial donde se realizaron tantos episodios históricos, especialmente en la guerra de independencia, se encuentren restos de edificaciones antiguas. Lo que no es normal que construcciones relativamente nuevas, aun erguidas están inutilizadas, deterioradas y abandonadas.

No se puede considerar que esta situación sea a consecuencia de cobrarle alguna deuda política a su pueblo, porque al contrario, en todos los eventos electorales realizados en época de Revolución el porteño ha apoyado decisivamente los candidatos bolivarianos.

A continuación se detallan construcciones, edificaciones y servicios que están en esas condiciones de abandono, algunas de ellas no son antiguas:

PESCALBA: Organismo construido en Revolución para atención de pescadores artesanales y pueblo comprador de productos marinos se encuentra paralizada.

BALNEARIO PLAYA BLANCA: Estructura para disfrute de bañistas, que cuenta con piscinas y otras instalaciones se encuentra invadida desde hace mucho tiempo.

EDIFICACIÓN DEL FERROCARRIL PUERTO CABELLO-BARQUISIMETO-ACARIGUA: Paralizada. Prestaba servicio de transporte de pasajeros y carga, además de una Fuente de Soda que era muy concurrida.

GRAN MISION VIVIENDA VENEZUELA: Se requiere con urgencia construcción masiva de viviendas en esta ciudad. Algunas edificaciones se encuentran inutilizadas, abandonas o sin terminar de construir.

Edificio en Avenida La Paz, Urbanización Cumboto: Edificio en construcción, propiedad de Fogade. Obra paralizada varios años.

Edificio en Calle Bolívar al lado del Colegio Sagrado Corazón de Jesús: Se encuentra abandonado.

Edificio Progreso en la calle Independencia. Se encuentra sub-utilizado.

TERMINAL MARITIMO DE PASAJEROS: Edificio prácticamente nuevo, perteneciente a Bolipuertos, recientemente fue derribado su techo, por ser construido inadecuadamente de asbesto. No funciona.

MISIÓN ALIMENTACIÓN:

MERCAL: Solo funcionan algunos Mercalitos con deficiencias, de todos conocidas.

PDVAL: No hay

ABASTOS BICENTENARIO: No existe.

COMEDOR POPULAR – AREPERA VENEZUELA: Cerradas para rehabilitación desde hace varios meses.

MERCADO MUNICIPAL DE URBANIZACIÓN TEJERÍAS: Instalaciones en situación de abandono, donde solo están funcionan unos cuatro puestos de venta.

ESCUELA “JOSÉ RAMÓN PELAYO”: Escuela Nacional con más de sesenta años de existencia. Este año escolar no inicio actividades por restauraciones que aún no comienzan.

VIGILANCIA DE TRÁNSITO: Solo se aprecian cuando sucede un accidente. El tránsito vehicular en la ciudad es un verdadero caos.

ORDENANZA MUNICIPAL CONTRA RUIDOS MOLESTOS: Aparentemente no existe. Se aprecian vendedores ambulantes en vehículos con equipos de sonido a todo volumen y en todos los sitios. .Camiones, gandolas, automóviles y motocicletas generan ruidos estruendosos con tubo de escape defectuosos.

GRAN BASURERO ENTRADA AL CASCO DE LA CIUDAD. Cerca del Terminal de Pasajero, al Inicio de la calle Sucre y al final calle Miranda, se nota que están utilizando estos espacios como botadero de basura.

PRECIO JUSTO: No merece comentario. La especulación está ahogando al pueblo porteño.

ACUEDUCTO DE LA NORIA. Construcción realizada en la época colonial que merece ser mantenida.

EDIFICIO DE FRAY: Calle Mariño, donde funcionaba una fábrica de aceite se encuentra invadido, y merece ser mantenido como testimonio del Porteñazo, ya que una torre se aprecian los numerosos impactos de balas de esa contienda.

Es una necesidad urgente del pueblo porteño que las autoridades a que le corresponda se ocupen de estos elefantes, que sin dudas, algunos de ellos son templos al despilfarro, a la desidia, a la corrupción, y su resolución favorable ofrecería bienestar social y económico.



Esta nota ha sido leída aproximadamente 2152 veces.



Pedro Quintero Gamboa


Visite el perfil de Pedro Quintero Gamboa para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Pedro Quintero Gamboa

Pedro Quintero Gamboa

Más artículos de este autor