¿Hacia una nueva crisis eléctrica?

De acuerdo a declaraciones del ministro para la Energía Eléctrica, Jesse Chacón, con la llegada de las lluvias se logra la estabilización del Sistema Energético Nacional, ordenando el Presidente Maduro que las instituciones públicas pasen a cumplir su jornada laboral completa a partir de este miércoles 10 de junio. Pero más allá de la coyuntura de fenómenos naturales las razones de fondo son otras, existiendo un gran problema estructural de la situación eléctrica nacional, que amenaza en agudizarse.

Venezuela consume un poco más de 15.000 Megavatios (MW) de energía, de los cuales más del 70% es energía hidroeléctrica, saltando a la vista un problema básico: somos un país altamente dependiente de una sola fuente de energía (la hidroeléctrica), con poco desarrollo y uso de fuentes como la termoeléctrica y otras. Incluso a nivel hidroeléctrico somos dependientes específicamente del río Guri, sin nuevos desarrollos de sistemas de represamiento y generación. Luego tenemos la terrible falta de inversiones para mantenimientos y nuevos desarrollos.

El caso del estado Falcón en el occidente del país

Obviamente esta vez, el impacto fue menor que en otros años en las principales ciudades, pero esta no fue la realidad para las comunidades que habitan en el occidente del país donde los apagones se generaron persistentemente, cuestión que no resultan una novedad para los habitantes de esta región que sí vivieron la crisis con fuerte intensidad. Pero esta vez, desde mediados del mes de mayo del presente año, se combinaron los cortes de luz, las protestas en las comunidades afectadas y los atropellos laborales hacia los trabajadores del servicio.

Por si esta fuera poco, la Corporación Eléctrica Nacional CORPOELEC (estatal) en el estado Falcón y el Ministerio del Poder Popular para la Energía Eléctrica (MPPEE), actualmente deberán afrontar, además de la crisis eléctrica, días las deudas pendientes con los trabajadores del servicio y su descontento por los atropellos laborales que han venido denunciando.

Desde su creación a finales de julio de 2007, la primera gran crisis eléctrica de envergadura que enfrenta CORPOELEC será la ocurrida durante el año 2009, cuando bajo la presidencia del fallecido mandatario, Hugo Chávez, el gobierno nacional se viera en la necesidad de separar el Ministerio de Energía y Petróleo,creando un ministerio exclusivamente volcado hacia la problemática eléctrica, el mencionado MPPEE, más para la creación de la Planta Termoeléctrica Josefa Camejo, y 280 millones de dólares para la creación del Parque Eólico de Los Taques.

Pero la inversión que se postulaba como la solución definitiva para la crisis energética en la región apenas serviría para paliar un poco la gravedad de la misma ante la contingencia, cuyas secuelas se mantendrían los meses siguientes con cortes programados, apagonesperiódicos, especialmente en la península de Paraguaná y el municipio Miranda.

Cortes de luz vs. cortes de calles en esta región del país

Desde el pasado mes de mayo se vive un nuevo episodio de crisis eléctrica en la región, que desencadenara la reacción de varios poblados del estado Falcón, donde los afectados tomaron medidas de protestas desde cacerolazos hasta trancas de importantes vías, además de avenidas y calles de los distintos sectores afectados. Exigiendo además el restablecimiento del servicio, encontrando inmediata respuesta, no por parte de los organismos competentes, sino de los cuerpos policiales quienes se presentaron con suma celeridad para desarticular las distintas trancas mediante mecanismos represivos.

Cabe señalar que los sectores más empobrecidos son los que se han visto más afectados por las fallas eléctricas, pues por un lado se dan apagones mucho más prolongados en los municipios y sectores donde habita la población de bajos recursos, llegando al extremo de la suspensión del servicio hasta por más de 10 días. También, en dichos sectores, las fallas eléctricas se traducen en la suspensión del suministro de agua potable. Finalmente, se generan pérdidas materiales importantes como los electrodomésticos, y las comidas que con tanto sacrificio se adquieren en medio de la escasez de productos combinada con una espiral inflacionaria y especulativa en los precios de los productos básicos. Ahí la razón del profundo malestar generado en dichos sectores por las recurrentes fallas eléctricas.

Una denuncia hecha pública en febrero de este año habla del destino hueco de parte de las inversiones hechas en materia eléctrica para la región, pero fundamentalmente son los propios trabajadores de CORPOELEC quienes desde hace años vienen denunciando públicamente que la falta de mantenimiento preventivo se ha comido las inversiones destinadas a la construcción denuevas plantas de generación de electricidad, mientras que a las existentes no se le da la atención requerida, generando tanto riesgos laborales como el colapso del servicio eléctrico.

“Estamos a las puertas de un conflicto”, declaró a la prensa este lunes el Presidente del Sindicato de Trabajadores Eléctricos de CORPOELEC en el estado Falcón (Sintraelec), Edgar Bracho, quien presionado por la base del sindicato y sin mayor cuestionamiento hacia el gobierno responsabilizó al gerente regional Daniel Álvarez (nombrado por esa misma burocracia sindical) como el culpable por la “desidia, anarquizada y donde no hay gobernabilidad”, mientras presentaba una serie de denuncias de atropellos laborales por parte de la gerencia de CORPOELEC en consonancia con el MPPEE.

Entre las denuncias destacaba la dilación de las discusiones por el contrato colectivo vencido hace 4 años, “de 730 cláusulas que sumaban el total de 730 contratos de las distintas empresas eléctricas, se resumieron en un solo contrato de 129 cláusulas. Son nuevas aspiraciones a la realidad económica del país”. La incorporación a nómina de los tercerizados y suplentes (o eventuales), pues el 7 de mayo finalizó el tiempo estipulado por ley para que CORPOELEC asumiera a los tercerizados, el MPPEE “se ha sumado a la negativa de asumir a esos más de 850 trabajadores, la satanización del movimiento sindical regional y laboral”. En este contexto, la dilación del contrato colectivo y los atropellos laborales empujan a un paro.

Una solución para la crisis eléctrica es posible solo en manos de los trabajadores

Ninguna afectación del servicio a los hogares obreros y familias pobres. Para enfrentar la crisis eléctrica no solo en la región, sino a nivel nacional, es urgente que se peche el consumo eléctrico del empresariado privado, especialmente las áreas productivas menos sensibles y no vinculadas a servicios públicos ni sectores estratégicos. Estos impuestos que se destinen para el Sistema Eléctrico Nacional.
Es clave un plan inmediato de rescate del Sistema Eléctrico Nacional con la participación de los trabajadores eléctricos, siderúrgicos, petroleros y del gas, así como de otras áreas económicas especialmente sensibles. Este plan debe incluir el financiamiento del mantenimiento inmediato y nuevos desarrollos, bajo control presupuestario de los trabajadores. Debe contemplar también los estudios para nuevos desarrollos en generación termoeléctrica y de otras fuentes, así como de diversificación de las fuentes hidroeléctricas.

¡Los propios trabajadores eléctricos pueden tomar responsablemente en sus manos el control obrero de la industria! La burocracia del gobierno, llena de ineficiencia, amiguismo, corrupción, convicciones profundamente antiobreras y una gran indolencia por los padecimientos de los sectores más pobres de la población, ha demostrado que no puede dejarse en sus manos el destino de esta cuestión vital. Mucho mejor y seguros estaremos si los propios trabajadores eléctricos, en alianza con los demás trabajadores de la energía avanzan en establecer un control obrero sobre la industria, con planes discutidos y acordados con las comunidades más empobrecidas del país.

El financiamiento de los urgentes mantenimientos y nuevas inversiones del Sistema Eléctrico Nacional no es posible bajo la política actual de manejo del presupuesto nacional. Hoy es más necesario que nunca dejar de pagar la deuda externa, la cual es un pesado yunque que impide las grandes inversiones de desarrollo. Esos fondos deberían destinarse para el rescate del Sistema Eléctrico Nacional, la salud y la educación.

 

Venezuela @1987_zavala



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