Más diálogo Presidente, ¿De qué nos ha servido?

No estoy en contra del diálogo como mecanismo para resolver controversias, desacuerdos. En mi percepción de la experiencia obtenida luego de las “mesas de diálogo” es que se produce un incremento de precios en los productos que patrocinan quienes se sientan a la mesa,  creo no equivocarme cuando presumo que por ello solicitan tan afanosamente el diálogo.

Más que acuerdos de convivencia o de coexistencia en el compromiso del florecimiento del país, de allí lo que resulta, es la complacencia a favor de unos grupos  “productores” en detrimento de un mayor grupo “consumidores”. Escuché hace dos días, que el gobierno se reunirá con productores de granos (específicamente arroz, soya, ajonjolí) para establecer “precios justos” para dichos productores, o sea, un superincremento para el consumidor.

En la actualidad, nosotros pueblo, sólo podemos comer arroz y caraotas negras, nada que ver con los otros granos, a 250 el frijol y las lentejas en las nubes, inalcanzables, no las he visto más, los rumores dicen que están costando 800 bs. ya nada asombra, con esto de los “precios justos”; lo cierto es que esta vez no podremos comer ni la perrarina porque esta igual de cara, ya ni el huevo, la caja a 450 bs. y quienes lo venden dicen que llegará a 650 bs. y lo peor es que les creemos a ellos, ya que a pesar de que el gobierno sigue hablando de “precios justos” y tal y tal… veremos el cartón de huevos a 650 bs. ya que lo han decretado así y el gobierno nos ha mostrado incapacidad (me veo obligada a expresarlo así y no por ello he dejado de ser Chavista)para detener esos incrementos que se producen a diario.

Respeto mucho a quienes defienden el diálogo como vía sana para subsanar diferencias y establecer acuerdos de convivencia, pero ya nosotros transitamos ese camino, y no es que lo hagamos a un lado, lo que dijo es que en este momento cuando ya nos sentimos rebasados en nuestra capacidad adquisitiva hasta de lo más necesario, el diálogo debe convertirse en un recurso complementario y no el principal, en este momento a mi modo de ver lo que el pueblo quiere es la restitución de la norma de una manera eficiente, que se cumpla la Constitución, que se haga sentir la supremacía de la misma y con ella la de cada ley que se ha erigido, a favor de poder dar actualizadas repuestas a las situaciones que se confrontan, la realidad es que no se ha hecho, ni se hace sentir.

Lo que queremos como pueblo, ya en esta etapa, es que no se juegue más con su confianza, con su credibilidad, luego de unas mesas de diálogo queda la sensación de burla. Queremos sentir de verdad la mano de hierro del equipo Presidencial, Nuestro Chávez lo exigió. El Presidente lo ha prometido  y nada. Nada de lo realizado en esta dirección ha funcionado. El Gobierno como tal, pareciera atrapado en sus propias decisiones y en sus compromisos con los diferentes grupos.   

Como pueblo que salió dignamente a votar, con la conciencia de que a pesar de que el gobierno no ha hecho lo que ya ha tenido que hacer, su objetivo es luchar por ese Plan de la Patria que Nuestro Chávez inició y nos lo confió. Ese mismo pueblo exige a su gobierno, hacer valer la aplicación de las leyes de manera expresa. 

No demos más concesiones a comerciantes (sean chinos, colombianos, brasileños, guyaneses o de cualquier nacionalidad, si son venezolanos, con más fuerza por ser desleales a los intereses de su país) que incurran en  el agravamiento de la situación que hoy estamos viviendo y que se ha dado en llamar “guerra económica”.

Muchos han solicitado el cierre de frontera, hagamos una consulta a ese pueblo quien si vive el drama de las colas, la ausencia, contrabando y carestía de los alimentos y productos básicos y no básicos, también vive la constatación de que aún continúa como si nada la extracción de los productos alimenticios y energéticos por las diferentes fronteras.

Siempre desde el gobierno nos dicen ahora sí vamos con todo, estamos dispuesto a todo; no nos va a temblar el pulso (muy recientemente nos lo dijo el Vicepresidente en su alocución)

Ahora bien,  que nos definan Qué significa ir con todo; Qué significa estar dispuesto a todo; Qué significa no nos va a temblar el pulso. Hasta el momento no lo tenemos claro, así como tampoco tenemos claro la utilidad del Diálogo. En estos diálogos siento que no se ha invertido el tiempo, se ha perdido por parte del pueblo y se han convertido en ganancia para quienes controlan los productos.

Por cierto, tanto vive el pueblo el drama de las colas, que fue capaz de esperar muchas horas  el domingo 28 de junio, para ejercer su derecho a voto. Como un acto inteligente, la oposición debe desarticular esto que se ha llamado “guerra económica” ya que el pueblo se ha acostumbrado aún más a la cola y lo que es peor, se ha acostumbrado a perder 4 ò 5 horas para poder comprar en muchas ocasiones, uno o dos productos, esta es la realidad a lo que han conducido los diálogos en oportunidades anteriores. No queremos que se siga repitiendo esa realidad.

*Orientadora

 

ruthcueto7@gmail.com   



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1474 veces.



Ruth Cueto


Visite el perfil de Ruth Cueto para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:


Notas relacionadas