He observado por TV y leído por prensa y medios electrónicos con detenimiento cada reporte con resultados positivos que está generando la OLP. Estoy de acuerdo con todos estos operativos, pero aún faltan ciertos casos y modus operandis muy especiales que deben atacarse.
Empezaremos por el BACHAQUEO:
Yo vivo en el casco central de la ciudad de Caracas y he observado con mucho interés como en Pensiones, Hoteluchos de mala muerte y todas aquellas viviendas que albergan gran cantidad de familias hacinadas, como la complicidad de estos habitantes usando a los niños en la mayoría de las ocasiones, venden descaradamente productos de la cesta básica e higiene personal en plena calle indicándole al interesado esperar mientras entran al aposento y sacan la mercancía. Hay edificios de la gran misión Vivienda Venezuela que descaradamente montan un toldo y venden productos de limpieza al precio que les viene en gana sin el menor desparpajo de decirte que si no te conviene, búscalo en otro lado.
Seguimos con SUPERMERCADOS, MERCADOS, ABASTOS, CARNICERIAS, FRUTERIAS, PANADERIAS y BODEGAS:
Los primeros tienen cómplices adentro como los empleados, cajera(os) que cobran comisión para evadir los controles de cedula y registro de huellas, observo con detenimiento que en casos como el Central Madeirense de La Plaza la Concordia usted ve a diario en las colas las mismas caras todos los días y no acaban las largas filas. Mujeres jóvenes, señoras de cierta edad, todos de una manera u otra retan al gobierno, que según sus criterios, el gobierno les está chalequeando el negocio.
Especialmente el Mercado de Quinta Crespo, vuelvo a lo mismo, concesionarios españoles, portugueses (no soy xenófobo) y criollos que se creen dueños y amos del mismo venden a precios que parece que su público fuese de La Lagunita, Country Club o zonas exclusivas del este de la ciudad y sin misericordia alguna le sacan a la gente las entrañas.
Los Abastos no cejan en los desmesurados aumentos cada dos o tres días, con el cuento de que el distribuidor les vende más cara la mercancía.
Las carnicerías y charcuterías ni les cuento, entre las esquinas de Piedras a Palmita en la Parroquia Santa Teresa hay dos (2) carniceras (señoras las dueñas) que aparte de su pelea por los descontrolados aumentos, burlan descaradamente a las autoridades. Una de ellas no vende carne y pollo en la semana, pero el fin de semana saca a relucir su mercancía y a mayor precio cada vez.
La otra, que tiene frutería anexa, tiene tres procedimientos de fiscalización abiertos actualmente, la señora regente, grosera y la supuesta dueña, la hija, amenaza diciendo que ella es funcionaria del Ministerio Público (fiscalía) y creo que dichos procedimientos que estén en esta, la misma por sus influencias como funcionaria los debe tener aguantados (le sale multa y cierre parcial o definitivo)... Aparte todos los días entre 6:30 y 7:00 p.m, hora de cierre, viene un Jeep de la Guardia Nacional con el cuento de una supuesta custodia para evitar el robo, vaya usted a saber lo que realmente ocurre. (Posible Vacuna)
Las bodeguitas o sucuchos de ventana, ni te cuento, colombianas y criollas que explotan y desangran al usuario que compra el día a día, ha y lo más interesante, en algunos de estos antros te consiguen por arte de magia lo que necesitas.
Las quincallas, venden con el mayor descaro al precio que les parece, casos como las tarjetas telefónicas, les hacen un recargo adicional según su valor, aun cuando estas ya vienen con precios marcados.
Los Distribuidores independientes igualmente hacen de las suyas, tales como Lecheros, jugueros, carniceros y todo aquel que tiene un pequeño vehículo de carga o particular y distribuye ciertos rubros.
Esto es lo que yo he vivido y observado en los últimos meses, y no hay autoridad que le ponga fin a tanto abuso.
CONCLUSION Y RECOMENDACIÓN
Veo con mucho agrado que por fin se actúa, pero no se ha trabajado puntual sino a destajo, esto debió haberse hecho mucho tiempo atrás, pero no se ven resultados concretos y definitivos ante tanto abuso y ladronismo, les recuerdo FEBRERO-1989, el pueblo tiene paciencia, pero en cualquier momento revienta, y no quiero ni contarles lo que pasara.
Recomiendo, deben organizarse operativos relámpagos que los agarre in fraganti, no indicar fecha ni hora, y ser los mismos consecuentes, porque esta gente una vez pasado dos o tres días vuelven a sus andanadas y en mayor cuantía.
perlasvenezuela@gmail.com