"¡No aguantamos más!"

Admiro y respeto a nuestro. Presidente Nicolás Maduro, cuándo aquí un presidente hablaba con el pueblo y explicaba las cosas, las analizaba, las reflexionaba y mostraba  pruebas, ¡Nunca!.

En los gobiernos capitalistas se trataba de solucionar problemas sociales como la delincuencia a punta de tiros, se eliminaba físicamente  al adversario político, se encubría la corrupción, galopaba la impunidad, y la corrupción política se desbordaba cada vez más.

El pueblo de a pie era el malo lo cual invertir en obras, casas, servicios no era necesario.

Nuestros sectores populares, en su mayoría fueron invasiones descontroladas. Mientras el Estado destinaba gran parte de las obras a los sectores urbanos y enormes Centros Comerciales mientras se excluía a la población de escasos recursos.

Todo ese desorden urbano popular fue producto de políticas de Estado de plena exclusión. Venezolanos y extranjeros nacieron y vivierón bajo la exclusión, el olvido y la explotación laboral.

Desde que cambió politicamente el Estado hacia una concepción de país incluyente y humanista las cosas comenzaron a mejorar.

No voy ha determe en datas y cifras porque cada quien debe en su derecho conocerlas por sí mismas, leerlas, escucharlas cuando se hablan de ellas.

Cuando el Presidente Maduro decía ¡NO AGUANTAMOS MAS! es porque estamos socialmente desbordados.

Maduro usó la metáfora de la familia, esa donde tomaba un ejemplo típico de cuidar por semana los sobrinos en casa pero la familia es impactada porque no es lo mismo alimentar a tres hijos que a 10 bocas cuando los chamos quieren estar con sus primos.

Me reí bastante con el ejemplo porque recordé a una amiga que le fascina tener sobrinos en casa y cuando llegó la crísis a su cómodo hogar yo ya le decía que no era lo mismo como antes a comer barquilla en petare que helados caros.

Recuerdo cuando niño nos visitaba un tío con toda la prole,comiamos rico porque la otra familia venía con su cargamento de cosas ya que se era consciente de lo que eso implicaba, alimentar bocas extras.

¡NO AGUANTAMOS MAS! es cierto, un barril de petróleo por el suelo, una sobrepoblación, problemas de pobreza estructural heredada del sistema capitalista y neoliberal que se ha reducido en 16 años de revolución.

Es ya demasiado y creo que el Estado reaccionó muy tarde al no controlar la migración de colombianos y extrajeros a nuestra nación en 16 años de gobierno.

Imagínense que cada mes entren a vivir 25 mil nuevas personas en los sectores populares porque no vienen a los sectores de clase media, sino arrimarse a las familias que ya muchos tienen aquí. Es una bomba de tiempo.

Esa multitud vienen con todas sus necesidades y muchisimas con vicios. De hecho si se hace un senso por nacionalidad de familias que han recibido casa en la Misión Vivienda estoy seguro que los extranjeros han sido los más beneficiados.

Esa realidad ha sido una queja permanente. Mucho para analizar aquí. Yo vivo en barrio y aquí uno ve la mala conducta de muchos hombres y mujeres que seguramente no son venezolanos; drogas, bandas, contaminación sónica, apatía organizacional, música predominando la colombiana que a veces uno siente que se vive en colombia.

No estoy en contra de los colombianos, de hecho tengo su sangre porque mi madre lo fue,  sino que hay millares de colombianos que no toman conciencia en su hábitat como en política

Cuántos colombianos no salen a votar contra la revulución. El país los acoge, la revolución los beneficia y aún así no les importa.

Cuántos buhoneros colombianos convertidos en bachaqueros, o formando mafias y hasta uniéndose y protegiendo paracos en los sectores populares. Todo eso hay que análizarlo.

Debe hacerse un senso serio y a fondo del hábitat de colombianos en el país, de los que realmente trabajan, estudian, buscan legalmente elevar su nivel de vida.

Recuerdo las enseñanzas de un líder espiritual que decía que hay dos tipos de personas; los productores y los consumidores.

Los productores son los que aportan al país, mientras los consumidores son que parecen langostas que consumen todo pero no trabajan, no estudian sino hacen daño si reproducen sus vicios y mala vida.

Las familias colombianas no pueden seguir llamando y trayendo familiares y amigos al país para que se beneficien por beneficiarse obteniéndose casas y cosas quitándole al venezolano si oportunidad que espera de vivienda y muchas veces vonseguir viviendas o habitación en alquiler.

Debe haber equidad, solidaridad, respeto y plena conciencia de parte de los colombianos.

El cierre de frontera debe extenderse también al zulia e ir a fondo contra la delincuencia, el alto consumo de alcohol, la contaminación sónica y el consumo de drogas y tráfico de armas en los sectores populares, y debería cambiarse el letrero que está en la frontera que dice: ¡Feliz viaje, regrese pronto!,  por ¡Feliz viaje, gracias por no quedarse! porque ¡No aguantamos más!.



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Julio César Colmenares

Comunicador alternativo.

 juliocesar1221@gmail.com

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