De corrupción, desfachatez y “antiparabolismo”

Venezuela es un país de diversidad, colorido y cálido, con un pueblo fuerte, paciente y con muchísimas otras virtudes, pero como todos los seres humanos también con muchos defectos y entre esos defectos destacan dos “la desfachatez y el antiparabolismo”.

Desfachatadamente quebrantamos las leyes, nos faltamos el respeto, incumplimos promesas y no le paramos bola a que otros lo hagan con impunidad, ejemplos sobran pero en una Venezuela que atraviesa serios problemas, asediada por los grandes poderes hegemónicos internacionales, en el centro de la conflictiva geopolítica internacional, es necesario hacer un análisis de estos “pequeños” defectos y los problemas que acarrean.

Varias veces, en el sector donde trabajo, me he cruzado con una joven muy bonita ella, trabajadora del “SAIME” y digo que allí trabaja pues porta muy sensualmente su uniforme, en la cual resalta el exquisito trabajo de algún cirujano plástico. La joven funcionaria se moviliza humildemente en uno de esos camionetones nuevos que solo en cauchos, amortiguación y sonido carga mucho más de un millón de Bolívares, el tipo de vehículo que en manos de un hombre algunos consideran una extensión del pene pero en manos de una jovencita…. Bueno, vaya usted a saber!

Por supuesto siempre existe el beneficio de la duda, ¿se ganó la lotería, un papa millonario o un esposo muy complaciente…pero ante tanta desfachatez por qué tanto antiparabolismo!?

Casos como este, funcionarios públicos, trabajadores del estado, empresarios pequeños que de un día para otro adquieren automóviles de lujo, motos nuevas de alta cilindrada, viajes al exterior sin justificación, suntuosas remodelaciones en sus viviendas, gastos que a simple vista no son posibles con los sueldos que paga el Estado, que, aunque dignos, están bajo el ataque puntual de las diversas modalidades de la guerra económica desatada en contra del país, ni con las entradas de ciertos negocios “legales”.

Necesario es empezar a ”pararle bolas“ a este tipo de situaciones que casi siempre involucran algún acto de corrupción de las más desfachatadas. Personas así deben ser sujeto de investigaciones profundas a todo nivel, policial, comunal, en las UBCH, y sobre todo en la Asamblea Nacional, y cuando se descubran delitos, estos deben ser castigados con todo el peso de la ley, con castigos ejemplarizantes, caiga quien caiga. Debemos entender que todo dinero mal habido por los corruptos, todos los bienes sustraídos, la gasolina, los alimentos, los dólares de los “raspa cupo”, nos pertenecen a todos y se necesitan para sacar al país adelante.

La desfachatez del vecino que monta una bodeguita en su vivienda para explotar a sus colindantes, la del bachaquero que piensa que se volverá millonario explotando a los de su misma clase, vendiendo con descarados sobreprecios los artículos que el gobierno subsidia con muchísimo esfuerzo para que todos podamos tener acceso a los alimentos y artículos de primera necesidad, toda esta desfachatez no puede seguir siendo ignorada. Lo primero que tenemos que entender es que estos defectos, La desfachatez y el antiparabolismo, así como todo acto de corrupción, son causados a propósito, parte de un plan cruel y desfachatado de las elites económicas internacionales en complicidad con la derecha vende patria venezolana, élites que a través de su hegemonía cultural y por medio de sus avanzados programas de ingeniería social, han trabajado nuestras mentes desde hace décadas, para volvernos consumidores compulsivos, seres egoístas y que buscan por medio de estos planes desmovilizarnos, enfrentarnos unos con otros, despolitizarnos e ir destruyendo paulatinamente todos los valores éticos, morales y espirituales de nuestro glorioso pueblo.

Necesario es entonces salir a la calle, levantarnos juntos para hacer respetar las leyes y sobre todo nuestra Constitución, la más avanzada del planeta, participar de verdad. Este 6 de diciembre hay elecciones legislativas, y es nuestro deber no solo salir a votar, sino votar por los candidatos que nos ayuden a seguir adelante con el único gobierno en la historia del país que se ha ocupado de darle voto, voz y poder al pueblo excluido por más de dos siglos, debemos hoy más que nunca participar, hacer seguimiento a esos diputados por los que votemos, plantear nuestras denuncias, exigir que hagan su trabajo, que los legisladores legislen, que las comisiones investiguen, que se mejoren las leyes que haya que mejorar, cambiar las que haya que cambiar y crear leyes que por fin acaben con los vicios del capitalismo que aun plagan el Estado y la sociedad venezolana,

¡PARTICIPEMOS! Despertemos de la pesadilla capitalista que tanta miseria le está trayendo al mundo para poder seguir construyendo la patria bonita que soñó el comandante, el mundo equilibrado de justicia e igualdad del que nos habla Bolívar, ese mundo mejor, que soñamos millones de seres humanos alrededor del planeta y que hoy es posible y más necesario que nunca.

gusguru.sn@gmail.com


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