Aporreadas de un enfermo

Eran las tres de la mañana de aquel 18 de mayo del 2015, un dolor lento se apodero de mi corazón, lentamente me levante y salí del dormitorio para no despertar a Alejandra mi esposa y a mi hija Grecia que esa noche dormía con nosotros.

El dolor que sentía cada vez se hacía más intenso, me controle y de inmediato recordé unos ejercicios de respiración que me había comentado mi esposa días antes, comencé a sudar con mucho frio y al mismo tiempo realice los ejercicios de respiración, regrese al dormitorio y Alejandra me pregunta ¿Qué le pasa?, la mire y le respondí tengo un dolor en el corazón, llame a los bomberos para que me lleven al hospital, durante 15 minutos controle a mi esposa y a mi corazón, desde ese momento comenzó el viacrucis.

Los bomberos llegaron tengo mucho que agradecerles, llegaron en el camión que transportan los implementos cuando se dirigen a apagar un incendio, entre el dolor y la angustia me sonreí y me monte como pude al camión.

Primera estación. Ambulatorio (Piedras Blancas) de Ejido, como de costumbre cuando no hay congestionamiento en estos ambulatorios, el camillero duerme, la enfermera también, el médico de guardia no se quedan atrás y pi completar el conductor de la ambulancia ya va en el quinto sueño.

La Dra. De guardia con una voz de molestia le dice a mi esposa "que tiene" y Alejandra le responde "un dolor muy fuerte en el pecho", a lo que la doctora en una voz desafiante le contesta "la próxima vez que vengan traiga una caja de medicina porque aquí no hay nada". Por un instante se generó un momento de tensión, la enfermera tratando de despertarse y la doctora rezongando que el equipo para hacer el electrocardiograma no servía, interrumpí mi dolor que era más fuerte y le dije no pierda tiempo remítame al Hospital Universitario de los Andes.

Segunda estación. Gritos, insultos, carreras, quejidos, desesperanzas, rabias, impotencia, sangre y una emergencia colapsada y sin mobiliario donde el paciente que llega por emergencia este cómodo. Alejandra le dice a un Dr." Mi esposo tiene un dolor en el pecho", la miran y responden" aquí no hay un cardiólogo, que lo vea la Dra.". Son las 5 de la mañana y Alejandra y yo pagando penitencia en la emergencia. Como a los 10 minutos, llega una Dra. Y me manda a sentar, y de inmediato empieza el interrogatorio de rutina para cumplir con las normas establecidas en todo centro de asistencia médica Dra. Tengo un dolor muy fuerte en el corazón, me revisa y le dice a mi esposa "llévelo al ambulatorio más cercano que lo que tiene es un ataque de asma para que lo nebulicen", Alejandra se radicaliza y exige que me vea un cardiólogo y así fue.

A las 7 de la mañana fui trasladado a la emergencia coronaria quedando hospitalizado, 10 días después, luego de hacerme un cateterismo arrojan como diagnóstico una Enfermedad Arterial Coronaria de 3 vasos, que amerita un Bypass Coronario de dos puentes, el día 29 de mayo me dieron de alta con el respectivo reposo y el récipe con la lista de medicamentos, que debía comprar como fuera y donde fuera.

Compromiso del equipo de médicos que laboran en el departamento de Cirugía Cardiovascular que ellos me llamaban, yo debía cumplir con el tratamiento al pie de la letra, supuestamente tenía 10 paciente por delante en una lista de futuros operados. 8 meses después exactamente el 17 de febrero de este año me llamaron para decirme que tenía que presentarme al día siguiente a las 7 de la mañana.

Tercera estación. Hospitalizado por segunda vez, el piso 9 fue mi estadía por dos meses, me rotaron por 3 ambientes riéndome de los disparates que allí se veían, con un personal de enfermería que medianamente trataban de hacer lo que estaba a su alcance por la falta de insumos, familiares corriendo a comprar los medicamentos que los médicos pedían para cumplir con el tratamiento pero sin récipes, medicamentos que en algunos casos eran comprados en la farmacias y en otros casos por los caminos verdes, unos pedían para completar y otros se encomendaban a Dios a pedir por un milagro para que su familiar se curara para sacarlo de allí.

Total fueron dos meses de incertidumbre, de desesperanza, de impotencia de tristeza y pare de contar que mi intención no es ponerlos a llorar sino a reflexionar, "mañana va para quirófano me decían", pero nunca llegaba esa mañana, y así fue suspendida la intervención quirúrgica 3 veces, yo me encontraba cansado, no tenía un riñón producto de un cáncer y además estaba con un tratamiento  de mantenimiento por otro cáncer que tenía. Pero bueno la vida es hermosa, y mi meta era ganarle al corazón.

Un día común y corriente, se acercaron como a eso de las 12 y 30 del mediodía 3 hermosa damas para comunicarme que me preparara, falto poco para votar la comida que Alejandra me había llevado, pues estaba cansado de ver la carne. Una de ellas me dice "se ve muy alegre" a lo que respondo claro tengo 18 días viendo carne en el almuerzo y en la cena, y yo tengo solo un riñón, las miro y me dicen "si prepárese que se va para su casa y espere que nosotras lo llamamos".

Equipos e insumos que compramos para la operación los dejamos resguardados en el Instituto Autónomo Hospital Universitario de Los Andes, (IAHULA), a la espera, pensando cuando llegaría el día que me operaran el pasado 6 del presente mes la llamada esperada, pero no para operarme sino para que retirara los equipos del Hospital ya que por estos momentos están suspendidas las cirugías cardiovasculares motivo otro aparato dañado. ¿Quién dio la orden? ¿Qué intereses se esconden, en esas decisiones? ¿Qué va a pasar con la cantidad de enfermos que hay del corazón. ¿Y las autoridades encargadas de la salud en el estado a que le apuestan?

Interrogantes a las cuales yo no tengo las repuestas, pero si espero que los que logren leer este escrito intenten buscarlas.

Ahí. Se me olvidaba decirles que siempre mantuve una posición en favor de los más necesitados, de aquellos que no tienen esperanza en la vida, siempre creí que vería una Venezuela más hermosa, más bonita, más justa, más humana, pero no es así, hoy me van a tildar de contra revolucionario, me van a dar todos los calificativos que a ellos se les puede antojar. Pero el hecho que comparta una posición política en defensa de la Revolución, no significa que me quede callado frente a esos revolucionarios cuartos republicanos, que se cree que tienen la verdad en la mano.

Pues déjeme decirles que seguiré manteniendo mi pensamiento revolucionario, para no traicionar la memoria de mi padre que hace 47 años, me exigía que leyera la Tribuna Popular, que leyera a Lenin, a Marx y sobre todo a Bolívar. Qué siempre le sirviera al necesitado que la condición de revolucionario estaba en ser solidario con los demás.

Hoy tengo, gracias a la ineficiencia de quienes dirigen el Hospital:

Menos calidad de vida, equipos que compre con mucho sacrificio a punto de vencerse, soluciones 0.9 vencidas. Además de comenzar de nuevo a buscar otras alternativas.

Saludos Revolucionarios y Bolivarianos del Lic. Ramón Antonio Pereira Jerez.

Difundan este escrito, para que los verdaderos amantes de los sueños de Bolívar, se enteren de lo que pasa en mi querido estado Mérida a nivel de salud.

riverotorrealbaomar@gmail.com



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