“La
pena por reproducir una obra ajena sin autorización va de 1 a 4 años de
prisión, y si además de eso, la persona usurpa la paternidad, es decir,
se atribuye el trabajo como propio, la pena ya sería de 2 a 6 años”,
explicó el abogado y experto en la materia, Ricardo Antequera Parilli,
autor de varios libros sobre el derecho de autor.
Esto
quiere decir que las instituciones educativas pueden estar cometiendo
una falla —explica Antequera Parilli— al no remitir los casos que sean
comprobados al Ministerio Público. “Por cada 10 personas que presentan
un trabajo de tesis que no es de su autoría sólo uno se detecta”.
Son
miles las excusas que exponen quienes deciden irse por esta vía
facilista y hasta lo admiten con desparpajo: “Yo pude presentar mi
tesis porque le pagué a una compañera de la universidad que se hizo
famosa por hacer estos trabajos, no hice absolutamente nada, ella lo
hizo todo, incluso, papá me dio el dinero para pagarle, fueron tres
millones (de los viejos) lo que di por todo el trabajo. Aún así egresé
de la escuela de comunicación”, confesó a este diario Laura Rojas
(nombre ficticio).
En
otros países esta confesión seguramente retumbaría el ambiente
universitario y la policía estaría alarmada, tal es el caso que reseñó
Radio Caracol el pasado 8 de este mes: “Una Fiscalía Seccional de
Bogotá investiga el posible plagio de 15 tesis de grado de abogados de
la Universidad de Manizales que fueron utilizadas por profesionales del
derecho que participaron en el concurso de notarios”.
El
caso tiene pocos días en el tapete y ya los efectivos de la Fiscalía
General de la Nación y del Das adelantan las investigaciones y
solicitaron a los directivos de la Universidad entregar copias de los
trabajos originales para comparar y establecer si los aspirantes a
notarios bajaron los trabajos por Internet para presentarlos como
propios, así como lo denuncian sus autores.
El
peso de la ley ya ha caído sobre algunos. Está el caso, también en
Colombia, de la profesora de la Facultad de Ciencias Sociales y
Educación de la Universidad Javeriana, Luz Mary Giraldo, quien fue
condenada a 24 meses de prisión y una multa de cinco salarios mínimos,
según el fallo del Juzgado 50 Penal del Circuito de Bogotá, por
Violación a los derechos morales de autor. Ella plagió una tesis de
grado sobre la poesía de Giovanni Quessep, en 1996.
Para
el abogado Antequera Parilli así como Colombia y México existen otros
países que son realmente recelosos cuando de derechos de autoría se
trata, “está Francia, que es la cuna del respeto hacia el trabajo
intelectual, y de América Latina está Chile y Argentina”.
Al
consultarle sobre las sanciones en Venezuela, Antequera Parilli admite
que no recuerda casos que hayan llegado hasta la Fiscalía , “la mayoría
ha sido sancionada desde el ámbito académico. Hay mucha alcahuetería
por parte de la universidad. Suele verse como una travesura de viveza
criolla”.
Esto no sería una novedad para Arturo Úslar Pietri, pues bien lo reseñó en su admirable ensayo El mal de la viveza: “Muy hondo ha corroído en el alma nacional el mal de la viveza. Ha torcido inteligencias, ha desnaturalizado energías, ha corrompido y viciado hombres que hubieran podido ser útiles y buenos”.