Anzoátegui denuncia: ¿El Bicentenario “Melia Guaraguao” está quebrado?

Credito: Evaristo Marcano Marín

A nuestra redacción llegó la siguiente denuncia remitida por Petrica Lozada y Evaristo Marcano Marín la cual explican en el texto y con material fotográfico.

El Bicentenario: Una empresa “Socialista” en Anzoátegui que le falta socialismo y socialistas

25 de abril de 2014.-En el Proyecto Nacional Simón Bolívar, Chávez decidió colocar como primera línea del Plan; la nueve ética socialista. Seguramente no fue una cosa caprichosa de Chávez. Sabía que sin esta nueva ética, nada o muy poco de su proyecto era viable. Lo escribió nítida y claramente en las tres primeras líneas del PNSB: La Plena realización del Socialismo del Siglo XXI, que estamos inventando, y que sólo será posible en el mediano tiempo histórico pasa necesariamente por la refundación ética y moral de la Nación. Chávez estaba seguro de esta premisa y de su importancia.

Habló y se esforzó por crear una plataforma económica que le diera soporte al proyecto. Expropio empresas con la idea de hacerlas socialistas y esto reclamaba y reclama un gran nivel de conciencia de la gerencia, de los trabajadores y trabajadoras. Este proyecto de hacer de las expropiaciones empresas socialista requiere (entre otras cosas) de dos situaciones muy importantes: 1) Los gerentes, trabajadores y trabajadoras deben sentir que esta fuente de trabajo y sustento es suya y como tal, deben quererla y sentirse vinculado y vinculada afectivamente al proyecto y 2) No puede existir empresas socialistas con personas que se sientan empleados y no tengan una ventana abierta hacia los ideales del socialismo.

No sé, si la situación del Supermercado Bicentenario en Anzoátegui es una excepción o es la regla, pero observar esa realidad nos hace realmente caer una cierta depresión al ver la situación y captar la manera como la gerencia en primer lugar, muestra en sus distintos niveles poca identificación con la fuente que les facilita el pan. Esta actitud por supuesto genera aguas abajo, una diversidad de situaciones (efectos) que van desde los sistemas de selección del personal y el compromisos que se tienen frente a la empresa.

Una visita a las instalaciones de este centro comercial socialista produce una profunda depresión y creo que es nuestra responsabilidad abrir la puertas de este supermercado a través del concurso de Aporrea para sensibilizar a las autoridades nacionales, municipales, estadales a la gerencia de esta empresa y a los trabajadores y trabajadoras. Es de suma importancia crear la necesidad de querer proyectos como estos y sentirlos como una propiedad del país y nuestra. Quererlos porque son fundamentales para asegurar su manutención y prestar buen servicio a las comunidades. Asumir este proyecto de supermercado como si fuera nuestro y de ellos, es parte esencial de esa nueva ética socialista.

Algunas gráficas que logramos, permite captar fácilmente que la gerencia de este comercio y el resto del personal, se sienten como empleados y empleadas. Viven de él sin sentirlos.

Un detalle que permite comprender la actitud de todos y fundamentalmente de los que más deben querer al supermercado (Gerencia y funcionarios medios), es el área donde se encuentra el cerebro informático de la empresa. Los equipos están en el piso y sin ninguna tipo de protección. Están prácticamente tirados y el área se percibe sucia y por la apariencia, es fácil suponer que el mantenimiento, no se práctica ni por error.

El comedor, que es un área a través de la cual puede debe verse el aprecio y sentido que los trabajadores hacia la empresa, está igualmente en una condiciones deprimentes: abandonad y sucio. Comer aquí debe producir una indigestión o producir ulceras.

Lo que debería ser una área bonita, muy bien cuidada y que sirviera además para realizar almuerzos o desayunos temáticos, es una cosa realmente en muy mal estado. Un comedor de trabajadores revolucionarios puede organizarse para comer, descansar y en las comidas traer pequeña charlas y conversatorios.

Si se hace un comentario sobre el estado de las instalaciones, le percepción es peor, porque oyes explicaciones en las cuales la culpa se la cargan al gobierno: esto es culpa del gobierno. Esta frase, que puede reflejar una parte de la verdad, tiene un sentido más desgarrador porque ahí sientes la falta de sensibilidad y la ausencia de un nivel de afecto por un proyecto que es importante y es de la revolución. Si no nos duele esto, menos nos duele, si la mercancía se vende o no se vende y si parte de ella pasa por los caminos verdes y se la entregan a los buhoneros.

Puntos eléctricos se ven descuidados y en un estado que no es muy complicado imaginarse en un momento un corto circuito que pueda acabar con las instalaciones.

Los equipos de enfriamientos siendo un aspecto tan importantes en un supermercado, muchos está deteriorados y abandonados. No hay política de renovación o mantenimiento de los equipos para asegurar la capacidad de enfriamiento.

La falta de supervisión y control facilita y genera una desorganización y la trabajadores de desentiende de sus responsabilidades y hay mucho incumplimiento en el horario de trabajo.

Se está pues, frente a una empresa socialista, cuyo funcionamiento riñe con esa nueva ética de la que nos hablara el comandante. Una empresa que la gerencia socialista tiene un profundo déficit de socialismo y ello produce aguas abajo, una indiferencia de trabajadores y trabajadoras socialistas, que la sienten ajena y que despachan los asuntos diciéndonos: es culpa del gobierno.

Aquí, ni por casualidad se piensa en un día de trabajo voluntario para recuperar y mejor pisos, paredes y ambientes que son usados por los propios gerentes y trabajadores. Una Empresa socialista en Anzoátegui y tal vez en el país que le falta una dosis de nueva ética y de socialismo.

Marcano.evaristo@gmail.com



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