¿Héroes o villanos? Kagame visita España

El presidente español Rodríguez Zapatero, el mismo que permaneció sentado y muy serio al paso de la bandera americana en un desfile militar, a modo de protesta por la guerra de Irak, se levanta ahora de la silla cuando recibe a otros dictadores o representantes de gobiernos acusados de violar los derechos humanos. En el 2005 recibió al líder chino Hu Jintao, y en noviembre del 2006, dándole la mano en La Moncloa, al presidente de Guinea Ecuatorial Teodoro Obiang, solo por mencionar algunos. ¿Es Obiang mejor que Bush? Quizá, el desplante de Zapatero fuera solo un gesto oportunista en plena época electoral. Un “golpe de efecto” que le salió bastante rentable. Un potente revés de izquierda que le hizo ganar el partido. Ahora pretendá recibir al presidente de Ruanda, Paul Kagame, tratando de ignorar las acusaciones de genocidio que pesan sobre él.

Tiene cierta lógica estar en contra de Bush y de la guerra de Irak, hasta el punto de crear un conflicto diplomático, siempre que se mida con la misma vara al resto de países y presidentes. Si no, es simple demagogia.

Pero Zapatero no es el único en cometer esta falta de coherencia. Aznar no quiso saludar a Fidel Castro poniendo como razón la falta de libertades en la isla, pero sí fue a reunirse con Gadafi en el 2007. Incluso el rey de España, en 1988 terminaba con estas palabras la cena que ofrecía al dictador africano Robert Mugabe: “Quiero terminar reiterándole, señor Presidente, la profunda satisfacción que sentimos la Reina y yo por tenerle esta noche con nosotros, dándonos ocasión para hacer llegar al pueblo y Gobierno de Zimbabwe el aprecio y afecto de los españoles” ¿Será que el rey no está bien informado?

La excusa para tratar con presidentes de países bajo sospecha, siempre es el interés comercial. Es decir, que si hay dinero de por medio se puede recibir con honores a quien sea, se puede negociar cualquier cosa con quien haga falta. ¿No estaba acusado de genocidio el líder de Israel Ariel Sharon y sin embargo le recibían por el mundo con honores de jefe de estado? Hasta Zapatero tuvo que tratar con Bush y los intereses de mercado de EEUU cuando llegó a la presidencia. Se ve que la arrogancia o la capacidad de protestar o posicionarse en contra de lo injusto o lo ilegal, tiene su precio.

Zapatero tenía planeado recibir en Madrid a los miembros del Grupo de Impulsores de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, entre ellos al controversial Paul Kagame. ¿Por qué no? Por la presión de las ong’s, que le han creado al presidente español un terrible conflicto de intereses, justo ahora que el pedestal donde le puso la opinión pública se tambalea. ¿Qué ha hecho Zp? Convertir el problema en la oportunidad de dar otro golpe de efecto con su revés de izquierda. Dice, casi por sorpresa y rompiendo los planes establecidos, que prefiere no reunirse con el presidente de Ruanda. La ONU muestra cierto disgusto con esta decisión y todo navega en la ambigüedad.

¿Kagame es el bueno o el malo? A este tutsi, que recibió entrenamiento militar norteamericano en Fort Leavenworth para derrocar por la fuerza al gobierno ruandés creado por los hutus, se le hace responsable de miles de muertes. El número de civiles hutus asesinados en represalia por el FPR de Kagame, oscilan entre los 25.000 y los 100.000.

¿Fue el salvador de su país? ¿cómo llegó a producirse el genocidio? El 6 de abril de 1994, un Dassault Falcon-50, regalo del presidente de Francia, cae abatido por dos proyectiles cerca de la pista de aterrizaje de Kigali. Mueren el entonces presidente ruandés Juvénal Habyarimana y su homólogo burundés Cyprien Ntaryamira. No hay ningún superviviente.

Horas más tarde, una ola de violencia genocida inunda las calles de todo el país. Comienza así a tejerse la historia de una de las mayores catástrofes humanitarias del último siglo.

Se dice que el avión fue derribado por orden de Kagame. ¿Es Kagame el héroe?

¿Era Juvénal Habyarimana el villano? De origen hutu, llegó al poder en julio de 1973 tras un golpe de estado con apoyo logístico y militar de Francia y apoyo económico posterior del FMI y el Banco Mundial. Creó el Movimiento Nacional Revolucionario para el desarrollo. Centralizó el poder y moderó las relaciones étnicas entre hutus y tutsis, además de estrechar las relaciones entre Burundi y Zaire. La banca del primer mundo comenzó a ver indicios de estabilidad y hasta puso el país como ejemplo de prosperidad. ¿Entonces, quién es responsable del genocidio? Se dice que un ministro de Habyarimana llegó a decir que “sin tutsis todos los problemas de Ruanda desaparecerían", por tanto, algo se fraguaba. Nadie parece libre de pecado.

El genocidio ruandés del 94 fue una clara limpieza étnica que aniquiló a un millón de personas, en su mayoría tutsis. Fue la carta blanca de Kagame para invadir, pelear, derrocar y asesinar, en aras de la supuesta semilla que llevaba en el bolsillo llamada democracia.

El genocidio de 1994 fue financiado, por lo menos en parte, con el dinero sacado de programas de ayuda internacionales, tales como la financiación proporcionada por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional bajo un Programa de Ajuste Estructural. Se estima que se gastaron 134 millones de dólares en la preparación del genocidio camuflando la adquisición de machetes con excusas agrícolas.

Si los belgas, alemanes o franceses llevan siglos manipulando estos conflictos étnicos para su beneficio político en las colonias, si los dictadores y genocidas son apoyados, subvencionados por bancos internacionales o dinero primermundista… ¿quién es realmente el malo? ¿Quién es realmente el genocida? ¿A quién debemos retirarle el saludo? ¿A qué bandera debemos darle la espalda en los desfiles?

Con apoyo de la C.I.A. Kagame entrenó a sus tropas de guerrilla en Uganda, país del que partió su ofensiva. Entre 1989 y 1992 este país africano recibió una ayuda de 183 millones de dólares. Curiosamente, hoy, los norteamericanos entrenan oficialmente a tropas de Somalia, en Uganda. ¿Acaso va a ocurrir algo más en Somalia?

Kagame liberó a Ruanda de las manos criminales de los genocidas, esa es la imagen. Para lograrlo se tuvieron que hacer cosas terribles, sí. El fin justificó los medios y hoy, la ONU mira hacia otro lado y trata de poner tierra sobre el asunto. La fosa común de la vergüenza.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha evitado pronunciarse sobre las acusaciones de genocidio contra el presidente de Ruanda y prefiere referirse a él como un salvador merecedor de los aplausos y reconocimientos de la ONU, eligiéndole para co-presidir, junto José Luis Rodríguez Zapatero, la Cumbre de los Objetivos del Milenio por los “grandes progresos” que ha hecho Ruanda en el logro de estos objetivos. “Ruanda es uno de los pocos países en África que ha hecho progresos importantes en la reducción de la mortalidad maternal e infantil”, dijo Ban Ki-moon, expresando su deseo de que muchos países africanos sigan el ejemplo de Ruanda.

Un juez español llega más lejos y acusa a Kagame, junto a 39 altos cargos del FPR, de la muerte de más de 3 millones de personas en Ruanda y en la República Democrática del Congo entre 1990 y 2002. ¿Y por qué un juez español? Porque entre esos millones hubo 9 españoles. Kagame no puede ser juzgado en la actualidad por ningún tribunal nacional, al ocupar el cargo de Presidente de estado que le otorga inmunidad.

Me pregunto cuantos reconocimientos recibirá Bush por la guerra de Irak. Obama por lo pronto tiene ya un Premio Nobel por la guerra de Afganistán. Convirtámonos en asesinos para acabar con los asesinos.

Convertirse en un monstruo para derrotar al monstruo parece un procedimiento habitual y aprobado por todos. Será parte de esos Objetivos del Milenio.


pablojato@wipress.org


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