Los Caciques venezolanos, sus grandes mojanes y respetados yerbateros son pueblos milenarios, herederos de viejos sabios, quienes desde hace siglos decidieron defender las tierras que siempre han habitado.
La herencia de lucha y sacrificio del movimiento estudiantil universitario y revolucionario, siempre ha invocado las banderas de la justicia y justicia de la patria.
Esto los sigue enfrentando a los terratenientes, ganaderos invasores y grupos de los hoy Manitas Blancas, quienes hoy sirven la cortina de vicios a los intereses de las transnacionales por controlar las principales riquezas de los estados occidentales del país, creándoles una vida de conflictos y persecución a las poblaciones indígenas, concretamente a las comunidades Yukpas, defendidas entre otros por el Cacique Sabino Romero Izarra, declarado principal enemigo de los intereses económicos de la Sierra de Perija, allá en el estado Zulia.
Así como a quienes defienden en colectivos de revolucionarios los avances de la fascista oposición tachirense.
Por esto, decidieron aislar a quien han considerado sus mortales enemigos, el Cacique Sabino y al estudiante Williams Sanguino, logrando encarcelarlos, para lograr su cometido recibieron apoyo y logística por parte de intereses políticos y económicos, su principal objetivo, crear una zona de conflicto que logre separarse del resto el país, cuando se sienten atacados por el juego de sus intereses, culpan a las comunidades indígenas de querer separarse de Venezuela, o que la desestabilización comienza por la “Barbarie Roja” como lo señala el gobernador copeyano, Pérez Vivas, allá en el caliente estado Táchira. Cuando lo que verdaderamente esta en sus intereses es la conformación de un área inundada de conflictos por las importantes materias primas, minerales y petroleras.
¿Cómo han actuado los enemigos de los Yukpas y de los universitarios revolucionarios?
El avance de la revolución bolivariana está en la mira de los Estados Unidos, principalmente por la riqueza de su petróleo, seguido del gas, aluminio, oro, hierro y en su vasta biodiversidad.
Estas fortalezas integran un pensamiento de unidad por parte del gobierno bolivariano, primeramente con los países de Sur América y caribeño, esto a través de la construcción de tres grandes proyectos: Petrosur, Gran Gasoducto del Sur y Petrocaribe, es decir, los llamados Arcos Andino y Caribeño.
Este papel de construcción e integración por estos primeros países, dentro de espacios geográficos en base al rublo petróleo, enfrenta la creación de grupos de paramilitares, sicarios y trasnacionales que intentan controlar por todos los medios la apertura de nuevos negocios a partir de estas grandes reservas.
Los EE.UU. intentan por todos los medios tumbar la naciente revolución bolivariana, principalmente por la vía militar, intentando para ello la balcanización de las zonas donde se encuentran las mayores reservas.
Primero crearon las condiciones para encarcelar a sus principales defensores, caso, Cacique Yukpa Sabino Izarra y del estudiante universitario Williams sanguino.
La estrategia consiste en desmoralizar el flanco estudiantil bolivariano, sobre todo por su significativo avance que este empezaba a tener en el opositor estado del Táchira, importante bastión perdido por las fuerzas de la revolución y otra pieza clave del Arco de la Crisis o Media Luna.
Estas estrategias están acompañadas en provocar reacciones por imaginadas incursiones para el aliviadero y protección de la insurgencia colombiana, hoy llevada a escenarios internacionales y al borde de un estallido militar de Colombia contra Venezuela.
Así, causar de esta forma un desposicionamiento internacional de Venezuela frente a otros países y justificar la intervención directa de la flota naval estacionada frente a las costas de Costa Rica, provocar un ataque en caliente por las fuerzas militares colombianas para detener en territorio venezolano a supuestos terroristas colombianos.
Mientras esto da, o no los resultados esperados, Colombia y sectores financistas venezolanos construyen una fuerza paramilitar muy parecida a la contra nicaragüense de los años ochenta, prestándose para esto los ganaderos y hacendados zulianos-tachirenses, quienes buscan doble ganancia, apartar de sus intereses la resistencia indígena, recuperar territorios, enriquecimiento por parte del recurso minero-petrolero y la bendición eterna de los EE.UU. por contribuir al derrocamiento de Hugo Chávez.
Estos sectores fuertes de ganaderos y hacendados son los principales beneficiados de este plan y los más connotados enemigos de la revolución bolivariana, mientras el estado bolivariano anda desesperado dando respuesta por más de dos mil containers de comida descompuesta, descuida y menosprecia el avance paramilitar que se da en dos importantes estados, hoy opositores, Táchira y Zulia.
Encarcelan a un estudiante universitario, sin medir la merma de la defensa de la revolución por parte no solo de sectores universitarios, esto significa la misma amenaza hacia campesinos, trabajadores, intelectuales y pueblo que participa dentro de la revolución y por la parte del Zulia detiene al Cacique Yukpa Sabino, defensor de los espacios donde se cose el control de nuestro principal recurso: petrolero y desarrollo de la Ley de Tierras.
Esto se logra por la poca Visión Política que del asunto asumen la Fiscalía General de la Republica y el Tribunal Supremo de Justicia. Incluso por lo que pareciera ser la compra de algunos de sus funcionarios.
Mientras la estrategia opositora comunicacional se centra en los consejos de J.J. Rendón: desabastecimiento de los principales productos de la cesta básica y containers repletos de comida descompuesta.
Se activan los frentes guerra: paramilitarismo y estrategia militar colombiana en combinación con las siete bases estadounidenses.
El asesinato político de un Concejal chavista en la zona norte del Táchira, sucedido hace apenas unas horas, demuestra el posicionamiento de vastas áreas geográficas por parte del paramilitarismo-narcotráfico, otro ingrediente más, casi la mitad de las Alcaldías de este estado están en manos de la oposición.
El control del paramilitarismo-narcotráfico en el eje llanero-andino-occidental, concretamente en los estados Apure, Barinas, Táchira y Zulia, -estos dos últimos en manos de la oposición- corresponde a activar una zona del aliviadero de estos grupos y no de la guerrilla colombiana, es decir, esta es la cortina, o popularmente dicho, esto no es más que un gran Pote de Humo en el cual están cayendo y dejándose confundir las fuerzas de la revolución.
Los paramilitares escondidos con los ganaderos manejan gran parte del negocio del tráfico de gasolina, cobran vacunas, asesinan por encargo, contrabando de alimentos, sicariato, robo de vehículos, secuestros, extorsión, secuestro y lavado de dinero (Bolívares, Euros, Pesos colombianos y dólares estadounidenses).
Con el apoyo de ganaderos y del poder político opositor, en estos estados asesinan indígenas, líderes campesinos, trabajadores, estudiantes, sindicalistas, Alcaldes, Concejales y mantienen perversas amenazas contra connotados dirigentes del chavismo y cuadros revolucionarios.
Con la venta a bajo costo de estupefacientes y con los miles de dineros en varias denominaciones que movilizan (Bolívares, Pesos, Euros y Dólares) invierten en grupos de pequeñas bandas de delincuentes y malandros, para incidir en su protección entre los sensibles grupos de la sociedad, escudan y fomentan la creación de clanes de delincuentes, invierten en la economía informal, grupos de colombianos que tienen bajo su mando flotas de taxis, conformadas hasta por 500 de estos vehículos en un solo dueño, los cuales son alquilados a un costo diario, quien contrate puede desencadenar verdaderas bandas de sicarios, criminales que roban y atracan sin ningún control ni intervención judicial, es la generación de un clima diario de insoportables delitos que obliga a la población, primero, a la aceptación de estos grupos para su protección y segundo la contratación de los servicios de estas bandas criminales.
Y esto pasa primero por el grado de impunidad, los cuerpos policiales y órganos de justicia están en su mayoría en manos de comprometidos personajes sin ningún compromiso político ni ético, vendidos al mejor postor y sobre todo muy en contra de verdaderos revolucionarios.
Por eso han existido decisiones poderosas de trasladar de jurisdicción el caso de Sabino y Sanguino, por eso les hacen imposible e insoportable su permanencia en estos recintos que parecen más bien dominados por mafias que por funcionarios del estado, por este juego de macabros intereses metieron en la misma celda donde esta Sanguino al terrorista Chávez Abarca y hoy se le presiona y amenaza.
¡Liberen al Cacique Yukpa Sabino Romero y al estudiante universitario Williams Sanguino, antes de que este caso sea un cangrejo político del que no se pueda salir y se lleve por delante de sus cargos a más de uno!
Sin justicia no hay revolución.
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