Quiero creer, que  los que quemaron la UNEFA y  los que mataron a Adriana Urquiola y a otros  compatriotas,  no sabían lo que hacían.

Quiero creer que ningún venezolano sea cual sea su posición política, está de acuerdo con la quema de universidades, centros de salud, bibliotecas y mucho menos con la muerte de gente inocente, torturas, tala de árboles, destrucción de calles e infraestructura pública.

Quiero creer que a pesar de  pensar distinto, podemos trabajar dando lo mejor de nosotros por nuestra amada Venezuela.

Quiero creer que los que dicen amar a Venezuela,  son demócratas fervientes, pacifistas, tolerantes, humanistas y sobre todos fieles a su patria.

Quiero creer, que todos los venezolanos sin distinción política, somos  responsables por eso respetamos  los mecanismos constitucionales, actuamos dentro del marco de la Ley, no  respondemos  a intereses foráneos.

Pero realmente deseos no preñan, los que quemaron la UNEFA, los asesinos de  venezolanos inocentes, producto de su impotencia al no poder vencer por la vía electoral a sus rivales políticos, sacaron lo peor de sí,  se han convertido en asesinos cobardes, delincuentes de alta peligrosidad,  no son ningunos demócratas, son intolerantes, participes de la violencia en todos los sentidos, apátridas, no reconocen los mecanismos constitucionales, actúan al margen de la Ley, no respetan el derecho a la vida, torturan, persiguen, asedian, responden a intereses foráneos, definitivamente son grupos fascistas .

Los opositores no dudo tengan razones para  no estar de acuerdo con el gobierno constitucional de Nicolás Maduros Moros, lo cual es lógico, pues son dos modelos políticos que difieren en su visión de cómo debería ser el mundo en que vivimos, ¿qué el gobierno ha cometido errores?: por su puesto, solo el que no trabaja no comete errores y en los procesos de construcción con más razón. Pero la mayoría del  pueblo sin duda alguna ha respaldado y respalda la revolución bolivariana, 18 eventos electorales así lo han demostrado.

Me pregunto yo en este querer creer, qué hay de los gobiernos regionales de la oposición que no terminan de calar en la mayoría del pueblo, Chávez estuvo en 1992 frente a las cámaras 60 segundos,  en una carrera de velocidad, un segundo puede ser suficiente para instaurar una marca o romper un récord o quizás para ganar o empatar un partido de baloncesto o de fútbol, por ejemplo; por menos de sesenta segundos, es decir, menos de un minuto, fue suficiente para que Venezuela diera un giro de ciento ochenta grados tanto en el ámbito interno y posteriormente esa corriente revolucionaria llegaría a otros países de nuestra América. Los grupos desestabilizadores han estado desde el 2002 queriendo romper con el hilo constitucional para derrocar el gobierno legítimamente constituido, por la vía de la violencia, no han podido les falta puebloooo y no lo han entendido, han estado en gobernaciones y alcaldías durante los últimos años sin conseguir ´posicionarse como líderes  auténticos, cometiendo miles de errores, dejan de hacer su trabajo para convertirse en guarimberos de oficio, sin entender que con esto dan mensajes de odio y muerte  que no calan en la mayoría de los venezolanos, una vez más sufrirán el efecto boomerang de toda la guerra mediática que han disparado contra el bravo pueblo de Venezuela  .

Quiero creer que no se han preguntado durante los últimos 14 años qué es lo que la mayoría del pueblo venezolano rechaza de la actuación de los grupos  opositores, por qué no  logran sacar al gobierno por ninguna vía, fracaso tras fracaso, desgaste, tras desgaste, definitivamente esos niveles de estrés los han llevado a la locura delirante, capaz de lanzarse en  una aventura en la cual no saben hasta dónde pueden hundirse, llevándose con ellos la vida de venezolanos inocentes, destruyendo la propiedad pública y privada, desconociendo nuestros símbolos patrios,  pidiendo la intervención extranjera de países ¡que solo han plagado a Latinoamérica de  hambre y miseria!, les suena la frase, ahora adoptando simbología  nazi  que solo puede despertar un asco inmenso de quienes somos hijos de la Patria de Bolívar , resulta insólito que todavía no entiendan que deseos no preñan Venezuela no es, con todo respeto, Ucrania, no es Libia, no es Irak. En Venezuela no va haber ninguna Revolución de Colores.

Quiero creer que pronto llegará la justicia porque sin justicia no hay paz, detrás de cada perdón a los delitos cometidos por la oposición, siempre ha venido y vendrá una traición.

Prof. Julia Esther Montoya Jiménez

jmontoyajimenez@gmail.com