Lamentamos, condenamos y repudiamos profundamente el terrorismo, en todo momento y en todo lugar. Y denunciamos el terrorismo sionista Israelí contra la población palestina, y el terrorismo del movimiento DÁESH, EIL o ISIS (por sus siglas en árabe, español e inglés respectivamente) contra la población iraquí y siria. Ambas entidades terroristas, tanto Israel como DÁESH, masacran a musulmanes, cristianos, hasta judíos y de otras confesiones religiosas o ideologías que no comulguen con sus proyectos expansionistas totalitarios. No hay una cruzada contra los cristianos.
Ambas entidades terroristas, tanto la sionista Israelí, como el EIL reciben financiamiento y obedecen a los lineamientos del MOSSAD, servicio de inteligencia israelí, y sus aliados en la región, según fuentes de wiki-leaks. Ambas sirven al único propósito de expansión de la entidad sionista israelí en la región, cuyo territorio pretende abarcar del Nilo al Éufrates, a costa de las masacres, desplazamientos, destrucción y opresión de los pueblos que habitan esa región, independientemente de su religión.
Ambas entidades se autodenominan religiosas. Israel se autoproclama como estado judío. Y el DÁESH se autoproclama como estado o califato islámico. Sin embargo no son judías ni islámicas, ya que ni sus principios, ni sus ideales, ni su accionar obedecen a ningún principio religioso de ninguna religión monoteísta, y más bien contradicen las enseñanzas de los profetas Moisés y Muhammad, paz sobre ellos, y contenida en los libros sagrados, la Torá y el Corán. Dice el sagrado Corán: "Creemos en Dios y en lo que se nos ha revelado, en lo que se reveló a Abraham, Ismael, Isaac, Jacob y las tribus, en lo que Moisés, Jesús y los profetas recibieron de su Señor. No hacemos distinción de ellos y nos sometemos a EL” (2,136), lo que demuestra la falsedad de que el Islam está contra las religiones celestiales.
Los supuestos conflictos religiosos del Medio Oriente no nacieron allí, sino que fueron creados en Europa. Recordemos el plan de David Ben Gurion en 1948, de dividir al Medio Oriente en pequeños estados basados en la religión; lo que en 1975 desencadenó la guerra civil en Líbano. Este plan fue tomado en los años 80 por Estados Unidos y extendido hasta China.
El MOSSAD, servicio de inteligencia israelí, crea conflictos entre grupos, patrocina mercenarios, destruye, da poder y armas a tiranos ignorantes, y se encarga de que todo parezca consecuencia del extremismo religioso, para demostrar así que la convivencia religiosa pacífica y armoniosa que caracterizó al Medio Oriente durante siglos no es posible hoy día, y justificar la existencia del estado de Israel para un pueblo judío.
Cualquier ejemplo de convivencia religiosa representa una amenaza para la existencia de Israel como estado para un pueblo judío. ¿Por qué necesitar un estado exclusivo para un pueblo judío, si éste ha convivido durante siglos de manera pacífica y armoniosa entre cristianos, musulmanes y de otras confesiones religiosas en el Medio Oriente? La mentira sobre la que la entidad colonialista Israelí justifica su existencia, es en el argumento de que la convivencia religiosa es imposible.
Los siglos de convivencia religiosa en el Medio Oriente, antes de la creación del estado israelí en 1948 han quedado registrados en la historia. Recordemos: 1. El decreto de Ciro el Grande, unos 600 años Antes de Cristo, que proclamaba el respeto a las creencias religiosas de los pueblos ocupados. 2. El pacto de convivencia entre comunidades de distintas religiones durante la época del profeta Muhammad, paz sobre él y su descendencia, en el que se ordenaba a los musulmanes defender y respetar los derechos de los cristianos, así como defendían y respetaban sus propias creencias[1]. 3. Irak floreció como cuna de la civilización por su apertura a comunidades intelectuales y científicas de distintas regiones y religiones del mundo, y se convirtió en un centro de debate, investigación y sobre todo traducción, lo que hizo que el conocimiento se socializara y se expandiera. Nadie buscaba imponer sus creencias, sino profundizar y compartir el conocimiento y la ciencia. 4. Durante los ochocientos años de expansión islámica en España, nunca se intentó imponer el islam como religión, y más bien, durante esa época hubo gobernantes cristianos y judíos encargados de provincias. Las posiciones de poder eran compartidas. El interés de los gobernantes no fue convertir a los pueblos al islam, ni mucho menos tratarlo como ciudadanos de segunda o tercera por no ser musulmanes, sino el desarrollo de la civilización y la convivencia pacífica y armoniosa entre todos.
Recordemos también eventos lamentables de la historia, como Las Cruzadas, la Inquisición, la quema de brujas, y las masacres de la colonización contra los indígenas de nuestra América. Quienes cometieron estos crímenes se autoproclamaban católicos, pero bien sabemos que ni ellos ni sus acciones estaban fundamentadas en las sagradas escrituras, ni eran representativas de las enseñanzas de Jesús, la paz sea con él. Por lo que no es justo, ni objetivo, calificar esas acciones como cristianas ni católicas, ya que más bien contradicen el mensaje de amor, perdón y aceptación de nuestro amado Jesús, paz sobre él.
El hecho de que un asesino se esconda bajo una sotana, una biblia y una cruz, o un turbante, una barba y un Corán, o una kipá y una Torá, y se exprese con lemas religiosos, no es suficiente para llamarlos cristianos, musulmanes o judíos. No es la forma ni la apariencia lo que indica que una persona sea religiosa o no, sino su conducta.
Es por ello que:
Exigimos a los medios de comunicación, y a cualquier persona que se refiera a estos grupos, que no reproduzca la campaña de difamación, y que no adjudique calificativos religiosos a ninguna de estas entidades, ni a cualquier otra que se autoproclame religiosa, ya que ni las motivaciones ni los objetivos, ni el proceder de estos grupos, tienen nada que ver con el islam ni con el judaísmo, aunque en apariencia las personas vistan y actúen como judíos o musulmanes.
Exigimos no decir estado judío, sino ocupación sionista israelí. No señalar a los judíos como responsables, sino a los sionistas. No decir extremistas religiosos, sino extremistas sionistas, expansionistas, imperialistas, colonialistas, o terroristas.
De igual forma, exigimos no decir islamistas, musulmanes, islámicos, yihadistas, extremistas religiosos, sino Daeshistas, Eilistas, Isistas, Levantistas, Califatistas, o terroristas.
Rechazamos cualquier forma de ocupación e intervención militar, ya que en lugar de resolver algún conflicto, los multiplica y diversifica. Y si Estados Unidos está tan preocupado por la humanidad, y quiere acabar con la injusticia, ¿por qué no detiene al terrorismo israelí que ha masacrado de manera impune al pueblo palestino, libanés y sirio, asesinando tanto a cristianos como a musulmanes? No se opone, ni lo sanciona, ni se desentiende, sino que lo protege y lo financia. Por lo que no creemos en las buenas intenciones de una intervención militar. Y rechazamos rotundamente la nueva intervención militar de Estados Unidos a Irak, la cual no es para proteger a los cristianos de Irak, sino para abrir paso al expansionismo israelí y crear más miseria e injusticia en la región, que afectará a todo el pueblo, independientemente de su religión.
Reivindicamos el derecho a la resistencia legítima contra las fuerzas de ocupación, como lo son la resistencia palestina de Hamás y otras que luchan contra la ocupación sionista desde Palestina; la resistencia libanesa, como Hezbolah y otras que luchan contra la ocupación sionista, desde Líbano; así como otras fuerzas de resistencia, que actúan estrictamente contra las fuerzas de ocupación.
Reivindicamos la religión como vía de perfeccionamiento enseñada por Dios a través de sus profetas, como misericordia para la humanidad, y en especial para los pueblos oprimidos y en resistencia, que se encomiendan y refugian en una fuerza superior sagrada que afianza su esperanza de justicia y paz, a través de la conducta piadosa, la sinceridad, la perseverancia, la paciencia, y la espera del restaurador que llenará la tierra de justicia a través de la misericordia divina, y no a través de las armas, el dinero y las manipulaciones de quienes han oprimido y masacrado a la humanidad.
Caracas, 15 de agosto de 2014
Contacto: cicilvenezuela@gmail.com