Los 43 de México y los 43 de Leopoldo

Mientra gran parte de los mexicanos le prenden candela al palacio de Gobierno, como protesta por el asesinato de los 43 estudiantes  indígenas; los campesinos aztecas -por su parte- trancan las principales vías rurales y urbanas y los estudiantes toman las calles del municipio Iguala, el presidente Enrique Peña Nieto, se da la gran vida durante la realización del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, Apec. Mientras todo esto sucede, la Corte Interamericana de Derechos Humanos no se pronuncia, tal como ha ocurrido cuando a María Violencia, alias María Corina Machado, le ha llegado un recibo del servicio eléctrico por 300 bolívares, toda vez se le ha violado sus derechos constitucionales. Ni siquiera el simpático director ejecutivo de la Human Rights Watch: Kenneth Roth, ha pronunciado algo que valga la pena, tras la muerte de esos 43 muchachos, sin embargo, tanto la organización que representa, como él, están alerta que a Leopoldo López se “le siga el debido proceso” por parte del gobierno de mi presidente Nicolás Maduro, a pesar de estar convicto y confeso como autor intelectual de los 43 homicidios contra los camaradas chavistas asesinados durante las guarimbas de abril y mayo del 2014.

Sí en Venezuela sucediera la cuarta parte de los hechos de violencia que se producen en México, incluso, sí Nicolás Maduro se le ocurriera irse a un evento internacional al otro lado del mundo, ustedes creen que los escuálidos, los traidores, los bolivareros y hasta los “dignos” representantes de la embajada estadounidense en Caracas no hablarán paja.

La situación mexicana no tiene comparación con nuestro  acontecer nacional, el punto es, que todos los organismos adscritos o no, a Naciones Unidas se dan el lujo de opinar sobre Venezuela, dado que la administración revolucionaria-chavista de Maduro es culpable de todo, desde un simple ataque de caspa a Enrique Capriles, hasta un uñero de Antonio Ledezma, pasando por un malestar estomacal (peorrera) de Julio Borges, un brote de acné a David Smolanky, o el atrazo en la menstruación de Lilian Tintori; Dios.

En otro orden de ideas y aun cuando no es mi estilo en  la forma de escribir, debo hacer el comentario sobre mi último artículo de opinión: “La lista de los jefes”, el cual pueden revisarlo, quien así lo desee en: www.aporrea.org, ya que al parecer ese material le dolió a muchas personas y como dicen en  mi pueblo: al que le caiga le chupa; si algún jefe o jefa que  “labora en alguna dependencia del Estado, región o municipio”, le  molestó  pues revísece, haga un ejercicio de autoreflexión y autocrítica; más nada y no se arreche por lo que escribí, toda vez que mi análisis está basado en las palabras y el llamado de atención que hizo el vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, Psuv, Diosdado Cabello sobre los chavistas de la boca para afuera, de los escuálidos que ocupan cargos de dirección en organismos de carácter nacional o local y de los chavistas que laboran en atención al público y maltratan al hombre y la mujer humilde, al venezolano de a pie, es decir, que no dije nada que haya ofendido al verdadero y verdadera revolucionario y revolucionara; ningún servidor público que trabaje por convicción  y apegado al legado de nuestro comandante eterno, Hugo Chávez, debe sentirse perjudicado o vulnerado por ese artículo de opinión, así pues, ¡Dios me los cuide!. Chávez Vive, Nicolás sigue. Viva Páez no joda.         



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Cruz Mario Silva

Representante de Periodista por la Verdad, miembro del Frente de Comunicadores Socialista y de la Plataforma de Periodista Socialistas en el estado Portuguesa. CNP 8739 CRGV 1753.

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