Nuestra hermosa Isla de Margarita sigue teniendo un mar de bellezas naturales que se pueden aprovechar para convertirse en un destino turístico excelente en El Caribe, permitiendo una mayor activación económica que a su vez propicie el desarrollo natural y autónomo de esta entidad territorial venezolana.
Sin embargo, la inseguridad imperante para los turistas que visitan este lindo territorio se acaba de poner de manifiesto al ser atracados varios turistas polacos y austriacos aproximadamente media hora después de haber llegado al Hotel Boutique Villa Maloka, tomándolos como rehenes por un tiempo estimado de dos horas en una de las habitaciones asignadas, agrediendo físicamente a uno de ellos y maltratando a las mujeres presentes.
Cabe destacar, que esta empresa que administra el mencionado Hotel, tenía los datos de llegada de los huéspedes foráneos, quienes de antemano ya habían cancelado los días de su estadía.
Sorprende de estos acontecimientos, el manejo preciso de la información de los autores del delito, lo cual debe ser objeto de investigación profunda por parte de los organismos competentes.
Consumado el hecho, los mencionados ciudadanos visitantes han sido expuestos en el largo y tortuoso periplo de las burocracias policiales criollas, que sin embargo según notas de prensa de algunos medios de comunicación, han actuado y logrado capturar algunos de los asaltantes y recuperar parte de las pertenencias robadas, destacándose que gran parte de lo robado no ha sido recuperado incluyendo la documentación de los amigos visitantes.
Para rematar una faena transparente por parte de las autoridades actuantes en el caso, ha debido hacerse una reseña periodística con fotografías incluidas, sobre la devolución respectiva de sus pertenencias a los amigos turistas que eligieron como destino turístico nuestra bella tierra.
Lo ideal sería que hechos como este no se repitan y menos en instalaciones hoteleras que han recibido una concesión para operar por parte de las autoridades venezolanas, conforme a las leyes vigentes y la posterior verificación del cumplimiento normativo en materia de seguridad, espacios acordes, etc.
Yo como venezolano deseo que en mi país no sucedan estos hechos, que todos los ciudadanos y ciudadanas logremos sentirnos más seguros, más tranquilos para realizar cualquier actividad y además podamos mejorar el nivel de confianza en el trabajo que realizan las autoridades respectivas para resolver transparentemente estos casos.