Ratzinger, protector de los pedófilos

El Vaticano y la derecha italiana impidieron (ante la impavidez de la “sinistra”) que la RAI (estatal) difundiera el video “Los crímenes sexuales del Vaticano”, producido por la televisión pública británica, la BBC. El video muestra que Ratzinger fue inspirador y encargado por más de 20 años de garantizar la impunidad de los curas abusadores. Una tarea titánica, ya que el abuso de menores es una práctica muy arraigada entre los curas. En EE.UU. hay 11.000 acusados y en Brasil, en los últimos tres años, 1.700 (el 10% del total de sacerdotes). La Justicia brasileña encontró incluso un manual en el que un cura enseña qué clase de chicos es más seguro abusar (pobres, sin padre, etc.).

En 1962, Ratzinger, jefe de la Congregación para la Doctrina de la Fe (encargada de custodiar la ortodoxia católica), giró a todos los obispos del planeta un documento secreto, “Crimen de Solicitación”, que los instruía sobre cómo evitar que los curas pedófilos llegaran a la Justicia. Exigía que se silenciara a las víctimas por medio de reparaciones económicas o a través del “castigo y amedrentamiento” (sic). Cuando las denuncias aumentaban, había que cambiar a otra parroquia. Y si estallaba el escándalo, enviarlo a otro país. Todos los obispos acataron la orden, para desilusión de quienes intentan encontrar matices en la Curia. La mayoría de los curas condenados huyeron del país que los juzgó y viven tranquilamente en el Vaticano (por ejemplo, el arzobispo de Santa Fe, Edgardo Storni).

En 2002 Ratzinger actualizó el documento, ordenando que los casos se tramiten exclusivamente en el Vaticano. Para robar las pruebas del país de origen, la Iglesia usó la valija diplomática de los nuncios, que tienen estatuto de embajadores. En el video, la comisión investigadora norteamericana afirma que los delitos sexuales no son episódicos sino comunes en todo el país, pero que el Vaticano no contesta las citaciones a los acusados. Las pruebas son tan contundentes que el presidente de la Comisión Parlamentaria de Vigilancia sobre la RAI, Mario Landolfi, dijo que la difusión del video convertiría a la RAI en un “pelotón de fusilamiento listo para abrir el fuego contra el Papa”.

“Los crímenes sexuales del Vaticano”, que la Iglesia califica como “un infame insulto al Santo Padre”, fue visto por millones en Internet, generando “una oleada de indignación que atraviesa la red y adquiere cada día una dimensión mayor”, según el diario La República.

Pocos lugares son tan peligrosos para un menor como una iglesia. Es urgente apartar a esta institución de toda función pedagógica o asistencial.-

PRENSA OBRERA, Nº 994- Olga Cristóbal
www.po.org.ar



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