Uno no sale de su asombro con estos acontecimientos que cambian tan
rápido. No esperaba la sorpresiva liberación de la archifamosa Ingrid, los
tres mercenarios gringos y una parte de soldados y policías. Muy buena
noticia que los liberaran, pero una mejor hubiese sido la liberación del
hijo del Profesor Moncayo, Pablo Emilio Moncayo, sin duda alguna. Durante
algunos meses, los medios amarillistas usaban una prueba de supervivencia
de la famosa señora Betancourt mostrándola casi cadavérica, se regocijaban
en mostrar el sufrimiento de la Señora Yolanda Pulecio, pues a estos
nuevos medios adalides de las "libertades informativas" el sufrimiento
humano les importa mucho si sirve para vender periódicos o publicidad en
televisión. Desde los medios amarillistas, por fortuna había algunas almas
que no jugaban al macabro juego y apostaban a que su voz llegara a los
secuestrados por los grupos supuestamente "revolucionarios".
Volviendo al suceso de actualidad que nos atañe, la "puesta en escena"
del show, cuya duración se prevee por unas semanas más (uno nunca sabe),
fue mucho mejor de lo que hacían en televisión el colombiano Jorge Barón y
nuestro "Número Uno", Renny Ottolina. Sin embargo, se puede pensar y de
hecho se piensa, en una "liberación trucha (tramposa)" como dirían los
argentinos. Para empezar, me pregunto ¿donde está el video en el cual se
certifica la entrega de los ex-rehenes?. Ya se habla, y las mismas
"meteduras de pata" de la Sra. Betancourt lo confirman, de ciertos
detalles nada claros, como lo del helicóptero blanco y del comandante
guerrillero dejado desnudo en plena selva. No más bajarse del avión, los
periodistas pagados por los medios privados "no notaron la falta" de los
famosos mercenarios. Nadie preguntó por ellos: ya los habían embarcado
para los Estados Unidos. Esa éra la orden.
Y cuando al fin llega la "moribunda Ingrid" la que estaba destinada a
morirse allá en la selva, a no ser que Uribe renunciara o terminara su
mandato, se presentó, que ni mandada a hacer, la "tabla de salvación" que
sirvió para que en Colombia la gente embobada olvidara la privatización de
los hospitales del Seguro Social, las escuelas, el escandalazo de la
"parapolítica", las sinvergüenzuras de la parlamentaria Yidis Medina, la
intromisión en territorio ecuatoriano y otros desaciertos aplaudidos por
la derecha recalcitrante y sus apéndices mediáticos. Aparece, con su cara
recién lavada después de un intro de soldados y policías que decían las
mismas cosas para terminar recordándonos que no podía tener la dignidad de
Luis Eladio Pérez, Consuelo González, Clara Rojas o Jorge Eduardo Gechen
que si tuvieron las agallas de cuestionar al cuestionable hombre del
Palacio de Nariño, el títere que les gusta a los gringos, según la crítica
de un programa de humor.
Desdeñemos el criterio del joven hijo de Ingrid, Lorenzo, acerca de la
"bella democracia" de Colombia, criterio nacido de la ingenuidad y la
ignorancia a partes iguales. ¿Que dice Ingrid?. Que se le olvidó que el
Parlamento era "un nido de ratas", se le olvidaron los ELENOS y los
Paracos, que hay que darle las gracias a Uribe, que Chávez y Correa
"ayuden" al pobre Uribe, que esta operación exitosa recuerda a los
"afamados" comandos israelíes y otras sandeces, criterios nacidos de su
alma de "animal político". Sabrá Dios, que límites le habrán impuesto en
sus jubilosas declaraciones. Me alegra que Doña Yolanda Pulecio ya pueda
descansar en paz en los años que le quedan, que las familias de las
personas liberadas estén felices, con sus seres de vuelta a su vida normal
de siempre... Pero la Ingrid que vuelve parece traerle al indigno títere
de los gríngos la oportunidad de seguir mandando sin que él esté. Ya no
hay que cuestionarlo, la Corte Suprema de Justicia colombiana no puede
cuestionar la supuesta majestad del cuestionable que le toma la lección a
un indigno ministro y lo hace comportarse como otro títere más.
En la noche, continua el abominable show en cadena nacional y casi que
internacional, mientras los mercenarios no tenian que calarse las
estulticias de los fablistanes de ocasión allá en las tierras del "Imperio
Equívoco". Que divina es la privacidad, sobre todo cuando no hay cuentas
que rendir. Y en la mañana del dia siguiente, Ingrid nos recuerda que
también es francesa, algo a lo que podía no haber optado de haber sido un
poco más nacionalista, claro. Ya le cantan loas e himnos, faltan las
"manifestaciones" de Miguel Bosé, del Juanes y la Shakira declarándose
Uribistas hasta la médula, cuando hace dias nadie daba un solo peso por
"Alvarito". Ahora develan una placa con su foto, cerca del Sena y solo le
falta cantar el himno francés de "La Marsellesa" o evocar a Doña Edith
Piaf o al nunca bien ponderado Don Charles Aznavour y olvidarse de que
allí mismo en Toulouse, nacería quien le dió un lugar en el mundo a la
música de su poco amada Suramérica y con su muerte le dió un lugar a
Colombia en el universo del tango, el "morocho" Don Carlos Gardel.
Pero bueno, esas son las miserias de estos lados del mundo pero aún más de
ciertos personajes que prefiero que sigan ocultos antes que decirse que
son nuestros coterráneos.
Mientras tanto ¡que viva Ingrid, que ahora es cuando hay Uribe pa' rato,
carajo!.
http://buenomalo.blogspot.com