La Republica Bolivariana de Venezuela se suma a las voces que comienzan a levantarse en todo el mundo pidiendo poner fin a la criminal agresión contra el pueblo palestino. Los gobiernos y parlamentos del mundo deben declarar su total apoyo y solidaridad al pueblo palestino y su condena al gobierno sionista de Israel. La franja de Gaza, donde viven 1,5 millones de seres humanos, esta sitiada y atacada milimétricamente por cielo, mar y tierra.
Elevamos aún más nuestra preocupación ante los nuevos criminales hechos israelíes, en la invasión militar terrestre de mayor escala, lo cual ha contribuido al agravamiento de este genocidio. Ya son más de 1300 los cadáveres en la Franja de Gaza, una ofensiva declarada por un solo bando, Israel, una desigual conflagración donde el 50% de la población son niños, mujeres y ancianos.
Consideramos que, una vez más, con el apoyo del gobierno de EE. UU. y contraviniendo todas las convenciones, acuerdos y tratados internacionales con respecto a la guerra, Israel bombardea impunemente al pueblo palestino. Toda la infraestructura de seguridad pública, educación, salud y comunicaciones, han sido destruidas, además de los edificios y casas civiles dañadas, llevando esta masacre al grado de genocidio y de limpieza étnica, estas acciones son solamente comparables con los crímenes de lesa humanidad, que otrora cometiera el ejercito nazi, las fuerzas de orden y seguridad del Apartheid Sudafricano, el conflicto de Yugoslavia y el genocidio entre Hutus y Tutsis en Ruanda. Son civiles inocentes a los que están exterminando en el más oprobioso magnicidio que contra la humanidad se haya levantado nunca, jamás el mundo se había alzado en todos los idiomas para exigir la condena internacional ante este crimen.
Después de esta barbarie el mundo ya no será igual, la humanidad entera jamás olvidará lo que están cometiendo contra inocentes palestinos. Esta cacería de acciones pone al descubierto lo que en la práctica desmiente los “dichos” del gobierno israelí, en el sentido de que esta es una “Operación dirigida al aparato militar de Hamas”.
Las peticiones son inminentes ante la necesidad de una reunión apremiante del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, esto, con el fin de detener la escalada de terror y así mismo exigirle al gobierno de Israel el respeto a los tratados de tregua y, en definitiva, un alto al fuego.
En la conciencia de aquellos gobiernos mundiales, quedará, los que una vez más miran de forma pasiva y cómplice, como el estado intolerante de Israel, desarrolla un nuevo exterminio en Gaza, violando el derecho internacional y humanitario; tendiendo una nueva faceta en su histórica y permanente política de aniquilación física y política del pueblo palestino. Dichas acciones son en definitiva una de las causas de los conflictos eternos y globales, estas expresiones indignan por tanta venganza, cansados de tanta hipocresía mundial que nuevamente pretende instalar la idea del “empate” entre agresor y agredido.
Comienzan a desenmarañarse las causas de toda la violencia en el Medio Oriente, es la ocupación Israelí de los territorios palestinos y la política de exterminio físico y político de su pueblo, lo que acompaña la ocupación genocida emprendida dentro de esta estrategia desigual del conflicto.
Durante dicha ocupación no tan solo se violan sistemática y permanentemente todos y cada uno de los derechos humanos de los palestinos, igual sucede con el derecho internacional, el derecho humanitario y los valores universales que occidente dice “defender”.
De acuerdo con la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, de la que Israel es parte signataria, se define como niño a todo ser humano menor de 18 años; considerando, sin embargo, que en virtud de los reglamentos militares de Israel aplicados en los territorios palestinos ocupados, los niños palestinos son considerados adultos a partir de los 16 años.
Otro infeliz drama es el sufrido por la gran mayoría de los presos palestinos de Cisjordania y Gaza, recluidos en cárceles situadas en el interior de Israel, impiden a sus familiares ejercer su derecho de visita; el Derecho Humanitario Internacional, prohíbe el traslado de civiles, incluidos los detenidos y los presos, desde un territorio ocupado al territorio del Estado ocupante; cientos de presos palestinos están en aislamiento total, completamente privados de visitas, de familiares directos, lo que constituye una violación del artículo 116 del IV Convenio de Ginebra.
Jamás el mundo se había dispuesto de forma tan tajante a elevar un urgente llamado a todas las organizaciones sociales, políticas y a todos aquellos amigos de la paz, para detener la brutal agresión de Israel contra Palestina.
El orbe ha llamado a sumarse al repudio ante este criminal ataque, el más grave en los últimos sesenta años, y concordarse activamente con el legítimo derecho a la autodeterminación y al establecimiento de un Estado independiente por parte del pueblo palestino.
Son los EE. UU. los que contraviniendo todas las convenciones, acuerdos y tratados internacionales, quienes junto a Israel, su aliado más comprometido en la región, bombardea impunemente a pueblo que se le antoje, llevando esta masacre al grado de genocidio y de limpieza étnica.
La Cancillería venezolana debe inspirar a la mayor suma de países en peticiones necesarias y reuniones urgentes ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos, la UNASUR y el MERCOSUR, esto, con el fin de denunciar y exigir ante el Tribunal Internacional de la Haya, que establezca las responsabilidades y capturar de forma inmediata y someter a juicio a los homicidas, responsables directos de esta masacre contra un pueblo sitiado, perseguido, torturado, encarcelado y asesinado, aplicador de modelos brutales de exterminio.
Igualmente, solicitar formalmente, ante los gobiernos signatarios de estos acuerdos, detener de forma inmediata las alianzas de cooperación militar, compra de armas y equipos bélicos provenientes de Israel y todo entrenamiento militar y logístico dirigido al adiestramiento de personal policial y militar.
Corresponde demandar de la comunidad internacional la exigencia a Israel para detener las acciones militares y poner fin al cerco israelí en Gaza, el cual, es mantenido ya, por más de un año, sometiendo a la población civil a una crisis humanitaria de proporciones jamás antes vista y que es la causa primera de la situación en la región.
Urge llamar a los gobiernos de los más diversos países del mundo, a abandonar su silencio cómplice, a poner término a la cooperación con la potencia ocupante, aplicar el Capitulo VII de la Carta de Naciones Unidas y a desarrollar acciones concretas para detener a Israel y aislarlo de la comunidad internacional hasta que no someta sus actuaciones al derecho internacional humanitario y observe adecuadamente el respeto a los derechos humanos en Palestina ocupada. ¿Sabe el mundo que actualmente Israel desarrolla la mayor masacre continuada en el siglo que recién comienza?
Ante estos vulgares hechos, el rechazo debe ser unánime, los centros académicos y en particular la Universidad Islámica de Gaza, que acoge a 22.000 estudiantes, en su mayoría mujeres a sido bombardeada. ¿Qué dice la comunidad académica del mundo, las autoridades universitarias opositoras de Venezuela, cuando al igual que los Estados Unidos lo primero que emprendieron en Irak fue el ataque y destrucción de universidades?
En esta acción genocida, Israel quiere cerrar todas las puertas para un posible diálogo que permita la solución pacífica al conflicto. Hay que recordar que ha sido la intransigencia de Israel lo que ha impedido una y otra vez una solución pacífica, primero con Arafat y la OLP, y en la actualidad tanto con su Presidente Constitucional, Abú Abbas, como con Hamas.
La calamidad y hambruna a la que esta siendo sometido el pueblo palestino, obliga a convocar de manera urgente la generosidad de los pueblos del mundo, a fin, de realizar donaciones de alimentos perecederos y posteriormente gestionar con los ejecutivos nacionales su envió. Es nuestra responsabilidad, como habitantes de este planeta, calmar la hambruna de la población Palestina y exigir la apertura definitiva de un corredor vial aéreo de auxilio en la Franja de Gaza.
Por último, pedir juicio internacional a los homicidas y al alto mando militar, al Ministro de Defensa y candidato a la presidencia en Israel, Ehud Barak, si esto no sucede el mundo será testigo de la mayor complicidad de los organismos responsables de no haber detenido a estos matones globales.
(*)M Sc. Ciencias Políticas
venezuela01@gmail.com