Nace en Francia el Frente de Liberación Antisionista con la lista de Dieudonné




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Ya estamos aquí, los franceses osados. Para las próximas elecciones al Parlamento europeo, el mulato Dieudonné se presenta, junto a 26 personas, reunidas bajo la bandera del antisionismo, para representar a la “Isla de Francia”, o sea la capital, París y la región circundante.

En su teatro de la Mano de Oro, en el barrio de la Bastilla, allí hemos dado el grito, el 8 de mayo, día de Juana de Arco y del fin de la segunda guerra mundial, en conferencia de prensa. Dieudonné lleva unos cinco años molestando a las instituciones culturales, porque se niega a doblegarse, desde que le negaron los fondos para montar un filme sobre la esclavitud en las Antillas francesas. El desprecio racista contra él era patente, por parte de judíos sionistas que pretenden manejar toda la cultura francesa. Desde entonces, cada paso que da Dieudonné hace saltar a más alimañas, y caen sus ropajes diversos. Primero, desataron contra él una furibunda fatwa los prestigiosos intelectuales Bernard Henri Levy y Alain Finkielkraut, pretendiendo encarnar la sensibilidad de toda Francia. Les dolió que Dieudonné, actor cómico que interpreta sus propios guiones, representara, en 2006, un personaje de colono israelí saludando a la manera nazi con el grito de “Heil Israel”. A partir de entonces, los ministros y voceros de gobierno y partidos oficiales, todos dóciles, se declararon ofuscados por la mera existencia de Dieudonné, cada vez que éste les sube la parada. Demuestran perfectamente al intentar perseguirlo con leyes nuevas o condenarlo en los tribunales, su sometimiento al lobby proisraelí. El último atrevimiento de nuestro bien llamado “Diosdado”, ante un público fervoroso de 5000 personas, fue subir al escenario al decano de los historiadores que no aceptan la versión oficial del Holocausto, el profesor Faurisson. Situación harto improbable, la de hermanar a un artista portentoso de la carcajada, con el legendario Faurisson, un viejito que parece haberse consumido en busca exclusiva del servicio a la razón cartesiana aplicada a un solo punto de la historia europea, y perseguido a muerte por ello desde 1979. Aquella función en el teatro Zenit fue el 26 de diciembre pasado; al día siguiente empezaron las matanzas de Gaza, y el 28 de diciembre los cristianos del mundo entero notaban la coincidencia con la masacre de los inocentes acometida por el rey Herodes.

Pues sí, ya existe el núcleo del Frente de Liberación Antisionista europeo, en torno al rebelde Dieudonné, nuestro cimarrón y bretón a la vez. Les mueve el piso a todos. Primero el vocero de Sarkozy puso el grito en el cielo, y dijo que no permitiría que nuestra lista se presentara. Pero la ley republicana le obligó a retroceder, y ya tenemos existencia legal. En los medios masivos, se intenta seguir la consigna vigente desde hace unos años: ignorar a los disidentes, simular que no existen, con la esperanza típica de las avestruces, de que cerrando los ojos, desaparecerán el peligro. Así es cómo Francia se ha convertido en un desierto intelectual. Sólo publican y reciben ecos mediáticos los autores que se autocensuran, primero, y luego aceptan la censura adicional de sus editores. Al final, sólo quedan escritos críticos de sentido equívoco, como el nombre de la víctima criminal e ingenua perversa Emma Zunz de Borges: palíndromos, o capicúas, se llaman estos signos que se reflejan a sí mismos. 9669 es otro de ellos. Pero Dieudonné es un genio de la comunicación masiva, y sabe conseguir publicidad gratis del enemigo, y se cuela en el sensacionalismo que necesitan los medios masivos como su alimento vital, y rompe la ley implícita del tabú que nos paraliza. Así lo vemos en su afiche de campaña haciendo un gesto paródico, que el enemigo recibe como un insulto obsceno: el gesto de “te la meto hasta aquí”. Pero la palabra que usa en el espectáculo correspondiente es fina: “quenelle”, una variante muy delicada de albóndiga pequeña, perfumada, de color blanco, propia de la región más gastronómica de Francia: Lyon, meca de los gargantúas nuestros. Con esta provocación, ya es imposible que nos ignoren. En realidad, el enemigo está bastante preocupado, porque salió una encuesta que daba el 22% de gente favorable a Dieudonné y a su lista antisionista… Un rabino antisionista preside el comité de apoyo a la lista: es belga, es valiente, es judío y bueno.

Ahora salen de la cueva los sionistas hipócritas emboscados en la izquierda y la extrema izquierda: excitada por control remoto al parecer, se aferra al micrófono una poca gente supuestamente antisionista, de esos que chillan bastante y asustan a sus propios devotos; y ponen el grito en el cielo: ¡en la lista figura gente afiliada a Le Pen! Pues sí, figura un escritor y polemista impactante, Alain Soral, que fue boxeador, y al que le gusta la pelea. Y ¿cómo no van a figurar los antisionistas de derecha y de extrema derecha, que han demostrado a lo largo de estos años de represión creciente que son más valientes que toda la izquierda junta, y que no retroceden ante el fantasma del Holoculto? En un Frente de Liberación caben todos, con tal de que sean combatientes activos, y que compartan una misma identificación del enemigo, porque es un ocupante sin legitimidad alguna. Todos los Frentes de Liberación nacionales que han sabido aceptar esta disciplina son ganadores, porque dan el ejemplo a la población de que es posible liberarse de los estancamientos propios del tiempo de paz; porque la lógica de guerra lo exige, y la población está harta de ser el pacífico ganado al que pretenden engordar con mentiras fatales. Después de Madoff, ya no podemos conformarnos con el papel del carnero feliz entre balido y balido, pues ya sabemos quién nos lleva a la olla. Esto vale en USA, en América, en Europa, en África y especialmente en el Oriente próximo, donde existe un país refugio de maleantes, fábrica de mentiras oficiales, arsenal de armas nucleares prohibidas, asesino masivo recidivita.

Y salen a bailar también algunos islamistas suníes radicales, gente que pretende representar la memoria del jeque Yasín, que era el fundador del partido religioso Hamás, asesinado junto con 7 personas más desde el cielo, en su silla rodante, a las cinco de la mañana, el 22 de marzo de 2004. Muy interesante, este destape, que demuestra hasta qué punto el islamismo que asusta a todos está infiltrado por los agentes del Mossad israelí. Cuando el odio a Israel es, junto al temor de Alá, el cimiento mismo del mundo árabe, resulta que los extremistas, los que hacen matanzas de civiles, ponen bombas en sinagogas o paraísos para turistas, lanzan una campaña contra el Partido Antisionista, que es un partido musulmán, creado por franceses de origen argelino, y totalmente pacífico. Dicen que Irán está detrás del Partido Antisionista, el cual está presente a su vez en la lista antisionista de Dieudonné, con una eminencia, el jeque chií Yahia Gouasmi. Y nosotros contestamos que detrás de los vocingleros esos está Arabia saudita, el país musulmán más retrógrado y más dócil con USA e Israel hasta la fecha. Es lamentable que los musulmanes sunníes y chiíes no logren todavía la unidad, aún después de la lección de Bagdad, destruida de raíz con pretextos mentirosos, y sin que les sirva de ejemplo el caso de Saddam Hussein, quien fuera antes de rebelarse, como Noriega en Panamá, puesto por USA como agente de sus intereses. Pero este tipo de disputas existe también entre países fronterizos, dentro de cada cultura, en todos los continentes. Lo que sí es grave es que le estén dando la espalda a Irán, cuando Israel mantiene su proyecto de ataque nuclear contra ese país. Algo notable en la retórica de este grupo: insisten en el racismo de Israel (nada que objetar) y el racismo supuesto de algunos miembros de la lista. Pero jamás se les ha visto a ellos apoyar la protesta de los africanos y descendientes de africanos que se quejan del racismo en Francia, para ellos son musulmanes de segunda, como más…, actitud muy frecuente en el mundo árabe.

O sea: los servicios de propaganda del lobby proisraelí, que tienen en Francia un bastión, porque Francia tiene la tercera comunidad judía en el mundo, después de Israel y Estados Unidos, han lanzado una operación de división, porque ha fracasado la anterior, la operación de difamación, seguida de negación+amenazas personales. Una próxima operación podría ser la falsificación de los resultados electorales. Para ello estamos preparados, así como para las nuevas campañas de difamación y los atentados que puedan ocurrir.

Nos preguntan cuál es nuestro programa: muy sencillo, exigimos la libertad de expresión. En cuanto exista la misma, todos los problemas encontrarán su formulación más profunda, y las soluciones surgirán del sentido común, que se encuentra prácticamente fuera de la ley en estos momentos, por la dictadura de los medios sionistas que no permiten la exploración de la raíz de los desastres actuales, ya que cualquier señalamiento de la responsabilidad de algún judío en cualquier etapa del pasado, está prohibido con el pretexto de que sería antisemita.

Gracias al presidente Ahmadinejad, el enemigo ya está perdiendo terreno de manera visible. A diferencia de lo que habría ocurrido sin falta hace algunos años, ninguno de nuestros contrincantes supuestamente antisionistas saca a relucir el tema del Holocausto. Después de que el presidente iraní proclamó lo esencial para derribar la versión oficial que el sionismo repite contra cualquier argumento racional, es decir el dogma absurdo que según ellos es fundamento legitimador de la creación Estado de Israel, ya nadie se atreve a acusarnos de negadores del holocausto, desde la izquierda. Es una victoria muy grande. El DHOGMA ya no sirve como arma de destrucción espiritual masiva.

En realidad, nuestro objetivo ya lo hemos alcanzado: hemos puesto al sionismo, pasado, presente y futuro, en el centro del escenario. De hecho, el partido socialista, miembro de la internacional socialista que sigue aceptando en sus filas al partido laborista israelí, es decir a Shimon Peres y a Ehud Barak, actual ministro israelí de la defensa, ha dejado de existir como expresión del izquierdismo; como el partido comunista se ha desvanecido, en estos últimos años, por su timidez en el antisionismo, y porque dependía, en lo financiero, de un puñado de sionistas “de izquierda”: contradicción insalvable.

Hemos logrado algo más: ahora la Europa política existe. Ya no es un club de mercaderes que nos llaman a votar simplemente para convalidar su tiranía. Frente a la OTAN que nos ha impuesto Sarkozy en Francia, después que De Gaulle había librado a Francia de sus bases militares, estamos nosotros, unidos contra la OTAN y el imperialismo occidental.

Y otra victoria que nos es muy querida: la agonía de Europa se ha revertido en nacimiento, en pensamiento propio vivo nuevamente. Y la voz cantante somos nosotros, ya. Es una Francia que no se parece a la de los siglos anteriores: es de todos los colores, ya no es el sueño de los ricos yankis del siglo pasado, que nos visitaban con recelos por nuestros arcaísmos y pequeñeces, pero que expresaban devoción por el continente enteramente blanco de sus sueños, como hubieran querido que fuera América. Los rostros más oscuros nos han devuelto la espiritualidad, que las luchas contra la iglesia católica habían terminado por erradicar de Europa, cínica, frívola y calculadora. Hoy en día, “Inch Allah” es la puntuación más natural, en todas las capas de la sociedad, para expresar nuestras aspiraciones, cuando ya ningún francés dice “si Dios quiere”, o “gracias a Dios”. Y los judíos europeos también van a aprender a invocar al dios de la Humanidad entera, no sólo al triste dios de la venganza, pues van a descubrir que pueden liberarse de la pesadilla que los tiene de manos atadas desde la segunda guerra mundial: el apoyo supuestamente obligatorio al Estado prehistórico “hebreo” que, usurpando el nombre abrahámico de Israel, sólo contempla, para perpetuarse, el genocidio y la mentira.

Inch Allah!

Aquí la traducción de dos comentarios agudos que figuran en la página de entrada http://www.listeantisionsite.com <http://www.listeantisionsite.com/> : “Denunciar la mafia siciliana no es denunciar a los sicilianos. Nosotros denunciamos la mafia sionista en Francia y no estamos arremetiendo contra los judíos ni contra los habitantes del Estado de Israel. “, escribe Alain Soral. Y agrega Thierry Meyssan :


“Cuando yo publiqué la Temible Impostura (sobre los atentados del 11 de septiembre), yo estaba preparado para las reacciones habituales, según el eje derecha/izquierda, porque siempre me había topado con eso. Y me di cuenta que surgía otra línea divisoria, y que tenía amigos y adversarios en ambos campos. Pienso que debemos todos re-posicionarnos en función de la cuestión principal, la de la soberanía de los pueblos frente al imperialismo”.

maria.poumier@wanadoo.fr


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