El genocidio mejor guardado en la historia de la humanidad

12 de Octubre de 1492, el navegante Italiano, de origen Judío, contratado por la corona española, Cristóbal Colon, arriba a lo que conocemos hoy como el continente americano.

Durante siglos, a lo largo y ancho de este continente nos adoctrinaron a celebrar el 12 de Octubre como el Día de la Raza o el Día de Colon. Los antiguos gobiernos, libros de historia, escuelas, la Iglesia, y los medios de comunicación siempre nos enseñaron que este era el día del descubrimiento de América, de la civilización y evangelización de los indígenas, ignorando así la masacre que perpetuaron los conquistadores europeos a los más de 100 millones de seres humanos que hacían vida en estas tierras.

La sociedad americana fue adoctrinada para ver a la población indígena como animales salvajes y que, por consiguiente, los conquistadores habían hecho lo correcto al venir a estas tierras a saquearle sus recursos e imponer nuevas costumbres.

Varios investigadores del siglo XX, en el que se destaca el escritor hawaiano, David Stannard, promovieron el debate para renombrar lo que, durante años se conoció como un simple “descenso de la población originaria de América” al “genocidio más atroz de la historia de la humanidad” perpetuado por los Europeos y sus descendientes como esta expresado en su libro “El Holocausto Americano”. Para la llegada de Colon en 1492, se estima que más de 110 millones de indígenas poblaban el continente. Hoy en día, habitan un poco mas de 8 millones. Por otra parte, el investigador estadounidense, Henry Dobyns, estima que cerca del 95% de la población total de América murió en los primeros 130 años de la llegada de Colon. Estos datos demográficos, sin embargo, no son muy precisos, puesto a que para la época estos no fueron guardados, pero investigadores e historiadores coinciden que estos números son incluso más altos.

La primera fase de este despoblamiento se les atribuye a tres grandes epidemias de viruela, gripe y sarampión, que entre 1518 y 1540 aniquilaron de forma inmediata la población originaria. La siguiente estuvo caracterizada por los “desplazamientos forzados” tras la derrota de los imperios azteca e inca. Inmediatamente la campaña de “europeización de las Américas”, que continuo hasta el siglo XIX conocido como “limpieza de sangre”. La tercera fase de despoblación, es de la que menos se habla, la de las grandes masacres, entre ellas; la de los Sioux en 1890, el Sendero de Lagrimas de los Cherokee en 1831, la conquista del desierto argentino en 1870, por nombrar algunas. Aun, en el siglo XXI, se siguen llevando a cabo distintas campañas para continuar el genocidio indígena; en lugares remotos del noroeste de Canadá, y el centro de EE.UU., cientos de niños indígenas son despojados de sus hogares originarios, por misioneros cristianos, y enviados a los que se conocen como “boarding schools” (literalmente, escuelas fronterizas) en donde son obligados a llevar un estilo de vida occidental, y les prohíben manifestar su cultura y hablar su lengua. Las masacres también se siguen llevando a cabo, hoy en día, como fue el caso de la Masacre de Atenco en México en el 2006, y más recientemente, en la Amazonia Peruana en julio de este año.

Por otra parte, también hemos sido instruidos para idolatrar a Cristóbal Colon; caminando por América, nos encontramos numerosas regiones, provincias, ciudades, monedas, y hasta un país, con su nombre, aparte de estampillas, murales e imponentes estatuas. Una verdadera exageración para quien fuera un simple navegante, recordemos que ni siquiera fue el primero en gritar la famosa frase “¡tierra a la vista!” cuando arribo a América, tampoco venia a explorarlas, y también, de algo que se habla muy poco, ni él ni su tripulación fueron los primeros en navegar las aguas del occidente atlántico: Los vikingos ya habían explorado la costa Norteamericana cuatro siglos antes, otros historiadores afirman que los romanos también habrían navegado por aguas americanas, otros afirman que en Europa, antes de Colon, ya se comercializaba con el maíz, producto típico de nuestro continente. Además de esto, todavía se debate sobre el verdadero origen e identidad de Colon.

Sin embargo, seguimos en proceso de reivindicar nuestra historia: El 12 de octubre de 2003, el presidente, Hugo Chávez, fue el primer líder mundial en abolir el “Día de Colon” renombrando esta fecha al “Día de la Resistencia Indígena”. El Cacique Guaicaipuro, por ejemplo, quien antes era considerado una figura mítica y herejista, es ahora recordado como el máximo líder de la resistencia indígena venezolana, el nuevo currículo y los nuevos libros mencionaran ahora a Yaracuy, Naiguatá, y Baruta, por nombrar algunos, como figuras históricas de nuestra patria. Por otra parte, precisamente hoy, 12 de octubre de 2009, el presidente boliviano, Evo Morales, primer presidente indígena de la región después de la llegada de los conquistadores, decreto esta fecha como “Día de Luto”.

Internacionalmente, se reconoce al propagandístico genocidio judío; se coloca una cifra de 6 millones de judíos asesinados por los nazis durante la segunda guerra mundial y esto debe ser aceptado y ratificado, mientras en 500 años se han ido exterminando a 100 millones de amerindios, pero todavía debemos seguir discutiendo sobre si denominar al despoblamiento de América un genocidio o no. Basta ya de ser subordinados a los estándares de las grandes potencias.

Compañeros de historia, estamos en el momento de reivindicar nuestras raíces, olvidémonos de frases como el descubrimiento de América y cambiémosla por invasión a América, olvidemos los procesos de civilización y evangelización de América y llamémoslo, como lo que realmente fue, el Genocidio de América.

Larga vida al pueblo maya, al pueblo wayuu, al aymara, a todos los indígenas americanos… ¡Arriba Zapatista!, y como dijo el padre de nuestra patria, Simón Bolívar, “La libertad del nuevo mundo es la esperanza del universo”.


tony_0106@hotmail.com


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